19/7/22

 

Memoria libertaria, cultura y anarquismo (Presentación)

Ferran Aisa

 




Índice

Jules Vallès, cronista de la Comuna

La tradición cultural del anarquismo. Los Certámenes Socialistas (1885-1890) 

Teatro social y anarquista (1888-1909)

La Escuela Moderna: Una experiencia pedagógica en libertad 

El nacimiento de nuestra fuerza, una novela del movimiento obrero barcelonés de Víctor Serge

La Canadiense, cien años de la conquista obrera de las ocho horas

Francesc Layret, abogado de los trabajadores

Salvador Seguí, gigante del anarcosindicalismo catalán

Literatura popular: La Novela Roja

Cultura y Revolución

El Movimiento libertario y la cultura. La obra constructiva

Joan Puig Elías y Félix Carrasquer, dos personajes claves de la cultura y la educación libertaria

La socialización de los espectáculos públicos

Lucía Sánchez Saornil, mujer libre y poeta

Mujeres Libres. Un ejemplo libertario durante la Revolución española (1936-1939)

Revolución económica de Víctor Alba

75 aniversario de la muerte de Buenaventura Durruti (1896-1936)

De guerras y revoluciones

Las guerrillas urbanas

Puig Antich, condenado a muerte, fue ejecutado

Recordando a Salvador Puig Antich

Publicaciones de la contracultura en España

Crónica de las Jornadas Libertarias Internacionales

La función del Sindicato en la empresa

Juan Gómez Casas

Albert Camus y el pensamiento del mediodía

 

Los 26 artículos que recogen esta temática cultural y libertaria fueron publicados en los periódicos y revistas siguientes: Adarga, Ajoblanco, Avui (Suplement Cultura), Butlletí de la FELLA, Catalunya-CGT, CNT, Ideas, El Libertario, El Quince de Público, La Lletra A, La Vanguardia-Cultura’s, Polémica, Solidaridad Obrera, Vaixellblanc.blogspot.com. Y las conferencias pronunciadas: F. Ferrer i Guàrdia y la Escuela Moderna”, Casa de las Culturas de Roma (4-5-1997). “Literatura popular: la Novela Roja” en Ateneu Barcelonès (7-5-2019). “Cultura y Revolución”, Centro Social Pomar de Badalona. (7-4-1984). “Mujeres Libres. Un ejemplo libertario durante la Revolución española (1936-1939), Sala Petrarca, Montpellier (3-12-2021). “De Guerras y Revoluciones”, Ateneu Llibertari de Gràcia (10-6-2017). “La función del sindicalismo en la empresa”, Sala de Actos de la ONCE de Barcelona (18-10-1984).

 

A través de las páginas de Memoria libertaria. Cultura y Anarquismo podemos seguir la evolución cultural del movimiento anarquista con sus ideas de transformar la sociedad y de construir un mundo más digno, donde impere la justicia social y la libertad no sea una palabra vana sino una realidad. Los anarquistas tuvieron la genialidad de dedicarse a difundirla Idea mediante un gran esfuerzo cultural: no solo se trataba de introducir entre el proletariado las ideas anarquistas, sino que a la vez se pretendía aumentar el nivel humano y progresista de los obreros y campesinos mediante la cultura. Los anarquistas primero enseñaron a leer y a escribir al proletariado, luego lo ilustraron, de aquí apareció el obrero ilustrado. El presente trabajo es una recopilación de artículos publicados en la prensa y de conferencias que forman en sí la memoria libertaria que nos habla de la Comuna de París, la tradición cultural del anarquismo, los Certámenes Socialistas, el teatro anarquista, la pedagogía de la Escuela Moderna, la energía espiritual de la Rosa de Fuego, el movimiento anarcosindicalista de los tiempos de Salvador Seguí, la Novela Roja, Durruti, las Mujeres Libres, Lucía Sánchez Saornil, la autogestión y las colectivizaciones, de las guerras y revoluciones del siglo XX, las guerrillas antifranquistas, Salvador Puig Antich, la Contracultura, las Jornadas Libertarias Internacionales, Juan Gómez Casas, el pensamiento del mediodía de Albert Camus.

 

Jules Vallès, cronista de la Comuna

 

El 26 de marzo de 1871 la primavera ha florecido. París vibra emocionalmente una nueva etapa de su historia, el pueblo está en la calle sin miedo, esperanzado…, tras la gran victoria proletaria del 18 de marzo, acude a las urnas para elegir al nuevo ayuntamiento y a los diputados de la Comuna. Al día siguiente más de doscientos mil ciudadanos se acercan al ayuntamiento; las calles y plazas están llenas de banderas rojas, banderas negras, la multitud canta la Marsellesa. Los miembros del comité central, portando una gran bandera roja, aparecen en un balcón; el poder ha sido entregado a la Comuna; Ranvier, en nombre del comité, da el grito de guerra: <<Queda proclamada la Comuna en nombre del pueblo.>>

Hablar de Jules Vallès es hablar de la Comuna, pues él, aparte de ser un activo participante de la revolución comunal, desde las barricadas en la calle y desde la tribuna de su periódico Le Cri du Peuple (El grito del pueblo), es miembro electo en las elecciones comunales y forma parte del comité central de la Comuna en su calidad de responsable de Enseñanza y Cultura. Vallès, posteriormente, tras la debacle a sangre y fuego del 26 de mayo con el triunfo de los reaccionarios encabezados por Thiers, será condenado a muerte, aunque logrará escapar a Londres, desde donde continuará colaborando en periódicos y escribirá su famosa trilogía de Jacques Vingtras, verdadera obra de arte de la narrativa épica francesa: El Niño, El Bachiller y El Isurrecto, es el enfoque de la vida vista por un rebelde. En mayo de 1968, casi cien años después de la insurrección comunal, París arde… El pueblo vuelve a estar en la calle… La Sorbona ha sido ocupada por los estudiantes… Los obreros de todo el país están en huelga… El sistema burgués se tambalea… París, otra vez, es una fiesta. Banderas negras, anarquistas. Banderas rojas, marxistas. Y de nuevo los mitos revolucionarios y sus frases en las paredes: <<Viva la Comuna>> y <<La libertad empieza por una prohibición: Prohibido prohibir>>. El mayo francés vino a recordarnos que mientras la injusticia reine en la tierra, la Comuna vivirá, que como alguien ha dicho, la Comuna vive en cada uno de nosotros. Y Jules Vallès, desde su antiguo y heroico periódico Le Cri du Peuple, nos recuerda: <<Tú recogerás nuestra herencia. Hijo de los desesperados, tú serás el hombre libre.>>

 

La tradición cultural del anarquismo

 

La labor didáctica (casi de epopeya) que llevó a cabo el anarquismo desde los primeros balbuceos de la Primera Internacional hasta la victoria franquista de 1939, nos viene a demostrar que la influencia del anarquismo en el movimiento obrero ibérico no era algo casual, sino el fruto de una enorme dedicación, de un gran esfuerzo, a pesar de todas las contradicciones en que se desarrollaron estas actividades culturales.

¿Por qué arraigó el anarquismo en España y no en otros lugares? Este es un enigma que muchos intelectuales han pretendido descifrar; unos afirman que este arraigo viene dado por la religiosidad de los españoles, tesis que sostuvieron historiadores como Brenan y Woodcock, otros han afirmado que por el ruralismo de la España del siglo XIX, como es el caso de Joll, el cual sostiene que el anarquismo se afincó en España porque <<la sociedad anarquista sería aquella en que el hombre, con hábitos de vida frugales y simples, viviría satisfecho de pasarse sin los triunfos de la técnica propios de la era industrial.>> También son muchos los que han creído ver este arraigo en las llamaradas “milenaristas” del anarquismo español, basado en una remota tradición histórica que se pierde en el tiempo. Los escritores franceses Bécarud y Lapouge, escribieron sobre estos orígenes del anarquismo hispano: <<Apenas nos asombra que la doctrina anarquista haya descubierto en España uno de sus lugares privilegiados. Una España legendaria y misteriosa obsesiona a cualquiera de nosotros: romántica y mística, individualista y trágica, ardiente, desesperada, esa España de nuestra fantasía parece destinada a la fatalidad libertaria.>> Pero, a pesar de todas las tesis que sobre este interesante particular se han escrito, el anarquismo fue una realidad viva en España; el historiador James Joll, escribió: <<El anarquismo fue en España por espacio de casi setenta años una fuerza revolucionaria cuya intensidad no tuvo precedentes en ningún otro país del mundo. Por lo tanto, es en España donde puede observarse más claramente el juego de las afirmaciones y las contradicciones, de la ferocidad y la nobleza, de la visión apocalíptica y de convicción racionalista de que han alardeado los anarquistas.>> Este afán cultural del anarquismo español es descrito por Juan Díaz del Moral, de la manera siguiente: <<No hay Congreso Obrero en donde no se plantee el problema de la enseñanza, en algunos se ha intentado la creación de una Escuela Normal de Maestros; en todos se estimulas a las Asociaciones  para que erijan escuelas; los cruzados de la causa suelen ser grandes lectores de periódicos, folletos y libros de propaganda (de sociología, como ellos dicen), y aun de obras elementales de historia, geografía y ciencias físicas y naturales; en las exaltaciones, hasta las masas muestran un noble afán por instruirse y educarse.>> La cultura libertaria, basada principalmente en el pensamiento anarquista, esbozaba su didactismo en temas de ordinario moralizantes y con un verdadero sentido racional y de acuerdo con la naturaleza: <<El respeto a la mujer, a la igualdad de los sexos en el hogar y en la sociedad; el amor a la naturaleza y a la cultura; la lucha contra el alcoholismo, el tabaco y el juego de azar son motivos constantes de sus artículos periodísticos y de las peroratas de sus mítines. Finalmente, el ácrata íbero acoge con fervor y alía estrechamente su credo a todas las corrientes sociales marcadas con el sello de la novedad. (…) Son muy devotos del esperanto, del naturismo y son vegetarianos hasta el extremo tal, que no falta entre ellos quien sostiene que, hasta la depuración de la Humanidad por estos dos sistemas de vida, no sobrevendrá el reinado de la inefable anarquía.>>

 

Los Certámenes Socialistas

 

El Primer Certamen Socialista se celebró en la ciudad de Reus (Tarragona), en 1885, organizado por el Centro de Amigos de Reus. El Certamen fue impulsado por la citada sociedad con el fin de contribuir al relieve intelectual del movimiento obrero y de las clases medias (sobre todo artesanos, profesores y pequeños comerciantes, que se acercaban a las ideas libertarias). En la circular enviada a periódicos y sociedades obreras, manifestaban: <<Hasta ahora las corporaciones han venido celebrando certámenes literarios, científicos o artísticos, que si bien pueden contribuir a la cultura general del país, no tiene un fin trascendental como el de remover las cuestiones económicas para tratarlas científica y filosóficamente en concurso públicos.>>

El Centro de Amigos de Reus convocó a las asociaciones obreras y periódicos a que eligiesen los temas y los premios; éstos eran más bien simbólicos u honorarios, y los temas tenían que estar encaminados a desarrollar cualquier tesis que tuviese como finalidad <<la emancipación social.>>15 También es importante reseñar que no se excluía a ninguna lengua viva del certamen <<para que éste tenga un carácter más elevado, cosmopolita y no exclusivista.>>

Entre los distinguidos en el Certamen Socialista de Reus encontramos a Josep Llunas i Pujals, por su trabajo Organización y Aspiraciones de la Federación de Trabajadores de la Región Española, Llunas, en su trabajo, da a conocer su tesis partidaria del colectivismo (hay que tener presente que en el marco de aquel certamen confluyeron las dos tendencias principales del anarquismo de aquel tiempo: colectivismo y comunismo anárquico. Llunas, dirá: <<Diferénciense estas dos escuelas, en que mientras los comunistas opinan que no ha de haber en el mundo ninguna clase de propiedad, perteneciendo todo a todos, los colectivistas creen hallar el remedio a todos los males de la humanidad estableciendo la propiedad colectiva de la tierra y de los grandes instrumentos de trabajo, siendo usufructuario de ellos los que la haga producir y consagrando la propiedad individual más completa y absoluta del fruto del trabajo de cada uno, pudiendo dispones de ella como mejor le cuadre. Deben constituir propiedad colectiva, según los ideales de la federación, la tierra, las fábricas, las minas, los buques, ferrocarriles, telégrafos, edificios, máquinas, instrumentos en general de trabajo; y propiedad individual lo que representa producto laborado de uno mismo.>>

Otro de los trabajos premiados es de Fernando Tarrida del Mármol27 por Anarquía, Ateísmo y Colectivismo, que dice: <<El colectivismo es la aspiración que tiende a reemplazar la moneda dinero por la moneda utilidad, la explotación por el trabajo, la injusticia por la justicia, la usura por la equidad, la escasez por la abundancia, la miseria por el bienestar. (…) El colectivismo difiere esencialmente del comunismo, por el mero hecho de respetar la propiedad bien adquirida, el esfuerzo individual y la libertad ilimitada inherente al hombre.>> Ricardo Mella, uno de los teóricos anarquistas más fecundo, participó en este Primer Certamen Socialista, con dos trabajos que fueron también galardonados. Para no ser menos, Mella puso su grano de arena en el debate comunismo y colectivismo, uno de sus trabajos se tituló: Diferencia entre el comunismo y el colectivismo, en el cual, expone: <<De acuerdo, por tanto, con lo que han venido sustentando siempre los apóstoles del comunismo, digo que: la comunidad es una organización en la que todo es de todos; todos trabajan para todos y halla cada uno la satisfacción de todas las necesidades en el fondo común por todos formado; es aquella soñada organización en que la igualdad más absoluta, la identidad más acabada es el principio, el medio y el fin de todas las cosas; es, en fin, la preponderancia del Estado por el sacrificio del individuo.>>32 Y, sobre el colectivismo, matizará: <<En cambio reconocen al individuo un derecho absoluto a la percepción, a la apropiación del producto íntegro del trabajo, propiedad las más sagrada, la más respetada, pero también la más desconocida por comunistas e individualistas a la par.>>

Teobaldo Nieba, <<que poco después se declaró comunista libre>>,en su escrito sobre la misión de la mujer en la sociedad del porvenir, dice: <<Ya sabréis, compañeras, que decir Revolución social es decir Federación, Anarquía y Colectivismo. Invocar esta trinidad emancipadora es proclamar la justicia y el derecho, esto es, la autonomía de todos los seres y la solidaridad económica.>> Otros trabajos que fueron distinguidos en este primer certamen son: Influencias de la mujer en las luchas del socialismo revolucionario, de Léonie Rouzade (Meudon, París); La bandera del socialismo en manos de la mujer, de Luis Carreras (Reus); y Pensativo de José Serrano y Oteiza (Madrid).

El éxito de este primer Certamen Socialista fue realmente de gran peso para el movimiento anarquista, realizado en un momento de crisis organizativa, que fue remediado con un auge cultural sin precedentes. En enero de 1886 se funda en Barcelona la revista Acracia, siendo su director Rafael Farga Pellicer; colaborando en ella autores como Anselmo Lorenzo, Ricardo Mella, Eudald Canibell, Fernando Tarrida del Mármol… Acracia se declarará colectivista-anárquica… Un año después, o sea en 1887, aparece también en Barcelona, El Productor, de carácter similar a Acracia, y en la que colaboran Pere Esteve, Cels Gomis, Anselmo Lorenzo, Josep Llunas, Juan Montseny, Antoni Pellicer Peraire, Gaspar Santiñón y Adrián del Valle.

El grupo de Barcelona de la Organización Anarquista organizó en 1889 el Segundo Certamen Socialista como una continuación del celebrado cuatro años antes en Reus. Los organizadores hacían saber en su proclama que el acto sería -también- un homenaje a los obreros y anarquistas de Chicago asesinados por la represión policiaca. Siguiendo el mismo procedimiento que el Certamen de Reus, el grupo organizador, denominado Once de Noviembre, convocó por medio de periódicos y asociaciones obreras a participar en dicho Certamen. El 10 de noviembre de 1889, en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona (donde años más tarde se fundaría la CNT), se abrió el acto del Segundo Certamen Socialista, al que concurrieron: Ricardo Mella, Sergio del Cosmo, Teobaldo Nieva, Anselmo Lorenzo, Soledad Gustavo, Josep Llunas, Garriga Abatas, Fernando Tarrida del Mármol y otros. Max Nettlau, más adelante, reseñará la importancia de que Tarrida del Mármol, en su escrito, La teoría revolucionaria culmine en la <<anarquía sin adjetivos>>, que venía a representar la evolución del anarquismo español.

 

La evolución del anarquismo español des de la tendencia colectivista que tanto fue defendida en Reus, se vería menguada por los escritos de sus propios defensores que ya se acercaban hacia el comunismo-anárquico predominante entre los círculos anarquistas europeos y de los que eran verdaderos propagandistas Kropotkin, Reclus, Malato, Malatesta y Graves. El anarquismo español había tenido una gran influencia de Proudhon y Bakunin, pero también del republicano-federalista Francisco Pi y Margall. No hay que olvidar que la mayoría de los fundadores de la Internacional en España eran federalistas; esta influencia queda bien reflejada en el Laberinto español de Gerald Brenan. El anarquismo tuvo incidencia desde el primer momento en los lugares en que predominaban los federalistas. El Segundo Certamen Socialista (último de los celebrados en España, posteriormente se celebraron otros dos en Argentina), supuso la gran madurez del anarquismo español. Los trabajos presentados fueron de gran calidad y no se centraban solo en el campo ideológico, sino que abarcaban todos los temas interesantes a tener en cuenta de la sociedad. Además (como en el de Reus), también hubo espacio para la creación literaria. Entre los trabajos premiados destacan: El amor libre, de Soledad Gustavo; Capacidad revolucionaria del proletariado, de Anselmo Lorenzo; Del trabajo, considerado como vehículo social y fuente de libertad, de Sergio del Cosmo; Las pasiones humana, de Teobaldo Nieva; Bases científicas en que se funda el colectivismo, de Josep Llunas i Pujals; y como colofón de este Segundo Certamen Socialista, el himno anarquista Hijos del Pueblo, con letra y música de un maestro que firmaba con las siglas R. C. R., que resultó ser el músico de una banda militar Rafael Carratalá Ramos. El estribillo dice: <<Rojo pendón / no más sufrir / la explotación / ha de sucumbir. / Levántate, pueblo leal / al grito de revolución social.>>

 

Teatro anarquista

 

En la última década del siglo XIX aparece con una singular fuerza, sobre todo en las poblaciones catalanas y más concretamente en Barcelona, el teatro social y anarquista. Y lo hace dentro de las numerosas actividades culturales que los libertarios llevan a cabo para propagar la Idea y defenderla del acoso en que se encuentra sometida por el poder establecido. Precisamente en un periodo de grave represión para el movimiento libertario y obrero en general, con los procesos de la Mano Negra en Andalucía, las ejecuciones de Montjuïc, los atentados y la espiral violenta de las bombas. En un momento de crisis organizativa del movimiento obrero, debido en su mayor parte a las consecuencias arriba mencionadas, vemos como los anarquistas se lanzan a la propagación de sus altos ideales, encontrando en el teatro un móvil adecuado para crear un clima de agitación cultural y de instrucción libertaria en las capas populares y trabajadoras.

En un marco social como el arriba descrito, los centros anarquistas iniciaron de una manera disimulada la propaganda ideológica por medio de la acción teatral y fue hacia 1896 cuando mayor actividad desarrollaron; poco después sería promulgada la ley de represión contra el anarquismo. Aun así, continuaron celebrándose las veladas teatrales de inspiración libertaria en los Centros Obreros que no habían sido clausurados por el gobierno y en las salas teatrales comerciales. En un principio la velada teatral consistía en tres facetas: 1) Edición de un programa que contenía un escrito doctrinal. 2) Conferencia o discurso preliminar sobre el contenido de la obra escogida. 3) Representación teatral. Al finalizar la obra se abría un debate entre los asistentes. La agrupación teatral que adquirió mayor notoriedad fue Vetllades Avenir promovida por el dramaturgo anarquista Felip Cortiella. Esta agrupación apareció en el cambio de siglo y se mantuvo con éxito hasta la Semana Trágica de 1909. Su máximo animador fue Felip Cortiella i Ferrer (Barcelona, 1871-1937), tipógrafo de oficio, escritor, militante libertario e ideólogo del arte dramático de tendencia anarquista. Cortiella llevó a cabo una gran actividad cultural escribiendo teatro, narración, artículos y poesía. Uno de sus más célebres libros poéticos Anarquines (1898) se inspiraba en las ideas ácratas de la vida y, a la vez, defendía la lengua catalana como medio de expresión en el movimiento obrero. Otra de sus facetas fue la traducción de textos, sobre todo del francés, al catalán, destacando la obra de Mirbeau i de Ibsen, entre otros autores de la época. El teatro de Ibsen que tenía un contenido más ético que social arraigó con inusitada fuerza entre los anarquistas. Un enemigo del pueblo se convirtió en la pieza fundamental del teatro ácrata, la obra más mimada, con mayor número de representaciones y editada cientos de veces. Un enemigo del pueblo se estrenó en Barcelona por primera vez el 14 de abril de 1896 en el Teatro Novedades, el éxito fue clamoroso y se mantuvo durante mucho tiempo en cartel.30 Pero los anarquistas no se contentan en que solamente los grupos profesionales monten ésta y otras obras, los elencos de teatro de orientación libertaria pasearán el teatro de Ibsen por toda Catalunya y se coordinarán con otros grupos teatrales de Madrid, Valencia, etc., e, incluso, de otros países como Italia.

 

La Escuela Moderna

 

La Escuela Moderna es fundada por Ferrer gracias al dinero que recibe como legado de la señorita Meunié, instalándose en la calle Bailén, número 56, de Barcelona, en pleno Ensanche de la ciudad todavía rodeada de campos donde Gaudí y compañía levantarán la Barcelona modernista. Será la primera directora de la escuela Clemencia Jacquinet.

La idea de Ferrer nace con la intención de poner el alumno en el centro de la educación para que el ser humano aprenda a ser libre, solidario y respetuoso con su prójimo. En 1901, con la Escuela Moderna, se pone en práctica por primera vez una experiencia pedagógica en libertad. Para llegar a cabo su propósito la Escuela Moderna se basará en los puntos siguientes: 1.- Coeducación de sexos. 2.- Coeducación de clases sociales. 3.- Higiene tanto de la escuela como del alumno. 4.- Contacto habitual con la naturaleza. 5.- El juego como esparcimiento y educación. 6.- Trabajos manuales y cuidado de huertos y jardines. 7.- Laicismo y pacifismo. 8.- Estudio de las ciencias, de la astronomía, de la historia, de las artes. 9.- Responsabilidad compartida. 10.- Ni premios ni castigos.

Con la Escuela Moderna, por primera vez los niños y las niñas no son separados por sexo, ni tienen por asignatura el catecismo católico, ni aprenden listas de reyes, ni estudian las numerosas guerras, ni memorizan absurdidades y rompen definitivamente con el lema de que la letra con sangre entra. Otro de los puntos importantes de la Escuela Moderna es el contacto de alumnos y alumnas con la naturaleza, pues las clases no sólo se realizan en aulas cerradas, sino en el campo, en la montaña o en la playa. Los alumnos y alumnas de la Escuela Moderna realizan frecuentes excursiones, practican juegos al aire libre, se les enseña a ser responsables de sus actos y a tomar decisiones con respeto a la libertad de los demás.

La Escuela Moderna recoge todas las tradiciones anteriores de educación racional, integral, mixta y libertaria; y como el propio Ferrer dice: <<La enseñanza racional es ante todo un método de defensa contra el error y la ignorancia,>> La Escuela Moderna que nace con afán de libertad y de inculcar la libertad a niños y niñas desde la infancia, choca, naturalmente, con el mayor antagonista de la libertad, el poder, y su cara más significativa, el Estado. Una escuela que inculca unos valores nuevos de paz y de libertad, y que se manifiesta antimilitarista, antipatriótica y anticlerical, no puede tener lugar en una sociedad dominada por unos intereses egoístas e insolidarios; y por eso el poder, ya sea través del Estado o de la Iglesia, se empeñará en acabar con la libertad de enseñanza que representa una escuela tan significativa como la Escuela Moderna que empieza a distribuirse por toda la geografía. En 1908, Ferrer y Guardia fundará la Liga Internacional para la Educación Racionalista de la Infancia, publicando el boletín L’École Renovée, que viene a ser el órgano de extensión de la Escuela Moderna de Barcelona, la cual pronto se extenderá por diversos lugares de Europa y América. En el primer número de esta publicación colaboran Piotr Kropotkin, Francisco Ferrer y Guardia, Domela Neiuwenshuis, Paul Robin, Weizenbaum D’Arsac, J. F. Elslander, Roonda Van Eysinga. El sueño de la nueva escuela no durará mucho y la reapertura no será posible siendo cerrará definitivamente en julio de 1909 tras los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona. Esta vez, Ferrer y Guardia, no encontrará el perdón de sus enemigos, haciéndole responsable del levantamiento popular y de la quema de conventos e iglesias. Esta vez, ni las campañas internacionales le salvarán del piquete de fusilamiento.

 

El Nacimiento de nuestra fuerza de Víctor Serge

 

Víctor Serge es el pseudónimo del militante obrero belga de familia rusa que viajó a Barcelona en pleno año 1917 cuando la CNT y la UGT preparaban la huelga general. En la ciudad condal conoció a Salvador Seguí y asistió al nacimiento de la gran fuerza obrera que representó la Confederación Nacional del Trabajo. Víctor Serge se inspiró en el movimiento anarcosindicalista barcelonés y en Salvador Seguí para presentar el personaje central de la novela, el sindicalista Darío. La novela glosa el nacimiento del movimiento obrero anarcosindicalista de Barcelona y centra la narración en los días anteriores a la huelga general: <<-¿Tomaréis el poder o no? Era necesario que Darío se explicase. Ellos no eran hombres de poder. Eran libertarios. (…) El Comité sería un órgano revolucionario provisional que expresaría la voluntad de la Confederación y no un Gobierno.>>

El diálogo entre el joven profesor extranjero (Serge) y el sindicalista Darío (Seguí)

están llenos de pensamientos filosóficos sobre la lucha que llevan a cabo los obreros contra el Capital y la burguesía con el fin inmediato del triunfo de la revolución social.

La presencia de Barcelona es constante en la novela de Serge: sus calles, la Rambla, el Barrio Chino, los cafés del Paralelo, Montjuïc… Víctor Serge describe el inminente auge del anarcosindicalismo y vaticina el futuro de este movimiento social. En uno de los parajes de la novela, Darío y el profesor exiliado pasean por Montjuïc, y el primero contemplando la ciudad dice: <<Esta ciudad la hemos hecho los trabajadores, la burguesía nos la ha arrebatado, pero un día la conquistaremos y será nuestra.>> La huelga se perdió, la batalla también, pero tanto Darío como el profesor sabían que habría más batalla y que alguna vez vencerían los obreros.

 

La huelga de la Canadiense

 

La conquista de la jornada laboral de las ocho horas fue el resultado de una lucha titánica del movimiento obrero organizado que, desde los lejanos años de la Primera Internacional, se reivindicaba. Los tres ochos formaban parte de la mitología de la clase obrera: ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio y esparcimiento y ocho horas de descanso. A partir de 1889, tras el Congreso Socialista de París, se había establecido una fecha anual el Primero de Mayo para reivindicar la jornada de las ocho horas. La lucha obrera fue constante, treinta años después se conseguía dicha jornada laboral en España, primer lugar del mundo en decretarla no gratuitamente sino tras una dura huelga local que gracias a los principios anarcosindicalistas de solidaridad se convirtió en general. En 1919 el proletariado catalán afiliado masivamente a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llevó a cabo dicha huelga conocida con el nombre de la Canadiense. El 21 de febrero los trabajadores de la central del Paralelo cortan la luz dejando Barcelona sin energía. La ciudad queda completamente sin alumbrado público y privado que afecta a oficinas, talleres, comercios, almacenes, espectáculos, prensa… La huelga afecta al 70 % de la industria catalana. Paralelamente el capitán general de Catalunya Joaquín Milans del Boch decreta el Estado de Guerra y militariza a unos 3.000 trabajadores, que se niegan a trabajar siendo detenidos y conducidos al Castillo de Montjuïc. El Sindicato Único de Artes Gráficas aplica la censura roja tanto en las imprentas como en las rotativas de los periódicos negándose a publicar ningún bando en contra de la huelga de los trabajadores. El 17 de marzo se inician las negociaciones entre los representantes de la empresa, el delegado del gobierno y el Comité de Huelga que ha sido excarcelado para que pueda asistir a las reuniones donde se aprobarán las bases de trabajo donde entre otras cuestiones laborales se establece la jornada de ocho horas diarias y se pide la libertad de todos los presos, cosa que conceden exceptuando unos cuantos obreros que tienen causas pendientes.

Las bases serán ratificadas por los trabajadores en la Asamblea de la plaza de toros de Las Arenas donde destaca la oratoria de Salvador Seguí “El Noi del Sucre”, los cuales dan un plazo de 72 horas al gobierno para que deje libres a todos los trabajadores. El 24 de marzo estalla la huelga general que durará 15 días, en este intervalo de tiempo, el 3 de abril el gobierno presidido por el Conde de Romanones firma el Real Decreto Laboral de las horas o cuarenta y ocho semanales. El 8 de abril termina la huelga general con la victoria de los trabajadores.

 

Asesinato de Francesc Layret, abogado de los trabajadores

 

A partir de diciembre de 1919 aparece el Sindicato Libre, las batidas terroristas y la ley de fugas que se dedican a exterminar trabajadores. Esta situación sería denunciada en las Cortes por Layret, Posteriormente, Severiano Martínez Anido se haría cargo del gobierno civil y el general Miguel Arlegui de la Jefatura de Policía, para poner fin a los atentados y contra atentados hace detener a sesenta y cuatro sindicalistas y disuelve a la CNT, enviándola a la clandestinidad. Al tener noticia Layret de que habían sido embarcados hacia Mahón importantes miembros de la CNT y del Partit Republicà Català, entre los que se encontraban Salvador Seguí, Camilo Piñón, Josep Viadiu, Martí Barrera, Francesc Comas, Emilio Rueda, Dionisio Arolas, Ramón Recasens, Francisco Arín i Lluís Companys, entre otros. Cuando Layret pretendía dirigirse a la Jefatura de Policía junto a la esposa de Companys para interesarse por los detenidos, a la salida de su domicilio en la calle Balmes, 26, y cuando iba a subir a un coche, fue abatido por los pistoleros que le estaban esperando en la calle para matarlo. Layret que debido a una enfermedad usaba muletas para andar, no tuvo tiempo de reaccionar cayendo mortalmente herido, a pesar de ser atendido rápidamente en el dispensario de la calle Sepúlveda, fallecería pocas horas después del fatal tiroteo cruzado contra su persona. La noticia de su muerte causó un gran estupor en Barcelona y sobre todo en los barrios obreros, su entierro celebrado el dos de diciembre fue multitudinario, la policía cargó contra los asistentes. Al día siguiente una huelga general se extendió entre todos los ramos de la industria de Barcelona y de Sabadell,

La misma noche del asesinato de Layret, una nota gubernativa decía que la autoridad se había visto obligada a detener y a deportar a los dirigentes de las izquierdas proletarias para asegurar sus vidas contra el odio popular. Más cinismo no se podía esperar del propio general Martínez Anido, el cual manifestó que si hubiesen deportado también a Layret no le hubieran matado.

 

Salvador Seguí “El Noi del Sucre”

 

Salvador Seguí. de oficio pintor de paredes, será presidente del Sindicato de la Construcción y poco después secretario del Comité Regional de la CNT. El militante anarcosindicalista ya era un verdadero líder el año 1917 cuando participará en los preparativos de la Huelga General de agosto de aquel mismo año. A su vez vivirá con entusiasmo los hechos revolucionarios de 1917 en Rusia con el triunfo de la Revolución y la toma del poder de los bolcheviques. Seguí, además, será el gran promotor del Congreso de Sants donde la CNT modernizaría su organización con los Sindicatos Únicos. A pesar de la constante represión gubernamentales, la CNT se convertirá en una organización fuerte capaz de enfrentarse a la poderosa patronal catalana. La Organización Confederal pronto pasaría de los setecientos mil afiliados, de los cuales cuatrocientos mil en Cataluña. Era el año 1919, época de la Huelga de la Canadiense, cuando el “Noi del Sucre” se convirtió en el elemento principal a la hora de girar la balanza a favor de la clase obrera que salió victoriosa de esta dura lucha que, finalmente, será recompensada con la conquista histórica de las ocho horas de jornada laboral para los trabajadores de toda España. Una victoria obrera que no será aceptada por la patronal que iniciará, entonces, el tiempo de la persecución y asesinato de sindicalistas, como fue el caso del republicano y abogado de la CNT Francesc Layret o la del propio “Noi del Sucre”, como elementos valiosos entre centenares de otros cenetistas abatidos por las balas de los pistoleros del Sindicato Libre, de los sicarios de la patronal o de la misma policía.

 

Literatura popular: la Novela Roja

 

La literatura popular nace con el afán de llevar textos literarios de ficción o de divulgación histórica al gran público de una manera económica, de extensión reducida y sin grandes pretensiones intelectuales. Distribuido masivamente en los kioscos, su principal objetivo es el entretenimiento de los lectores. Este podría ser uno de los conceptos de la literatura popular que se inició en el siglo XIX y tuvo su máxima aceptación durante las décadas veinte y treinta. Siguiendo este mismo objetivo de difusión cultural aparece otro tipo de literatura marcada por la concienciación, la moral y la ideología. Por tanto, haciendo la competencia a una literatura banal aparecerá la literatura proletaria.  Los anarquistas se dedicarán a publicar a través de sus periódicos o crearán editoriales: Biblioteca El Productor, Casa Editorial Prometeo, Publicaciones de la Escuela Moderna, Editorial Cénit, Biblioteca Ideal, Biblioteca de Estudios Sociales, Publicaciones de Solidaridad Obrera, Los Pequeños Grandes Libros, etc. Las ediciones de libros alcanzan un número elevado de ediciones, por ejemplo, de La conquista del pan de Kropotkin se llegan a editar 40.000 ejemplares. Lo mismo pasa con novelas morales como Justo Vives de Federico Urales. El éxito de la literatura popular abre las puertas a la edición de libros en formato pequeño (17 x 12,5) y precio reducido asequible a los bolsillos de los asalariados. La literatura obrerista (ya sea anarquista, socialista o comunista), con mayor proliferación las de signo libertario, se desparrama por numerosas colecciones de novelas cortas: Biblioteca Acracia, La Novela Ideal, La Novela Libre, La Novela Social, La Novela del Pueblo, La Novela Proletaria, Siluetas, Vidas Revolucionarias, Rojo y Negro, La Novela Obrera, La Novela Nueva, Renovación Proletaria, Los Nuestros, El Libro Popular, La Novela Roja…

 

Cultura y Revolución

 

¿Qué entendemos por cultura?

Realmente resulta muy difícil ponerse a definir o a conceptuar el significado de la palabra cultura y el marco en que se mueve. Puede que la cultura no sea una ciencia exacta. En cierta ocasión le preguntaron al novelista norteamericano Mark Twain, <<¿qué es la cultura?>>, a lo que el escritor escuetamente contestó: <<lo ignoro>>. También es verdad que el militar franquista español, Millán Astray, manifestó que cuando oía hablar de cultura <<desenfundaba su pistola.>> En todo caso podríamos intentar definir la cultura como una acción que péndula desde la ignorancia hasta la permisibilidad. Aunque sinceramente la cultura es otra cosa, quizá sea única y no mil, pero ¿de qué cultura hablamos?

Podría afirmar que de cultura sólo hay una (naturalmente con las diferencias o matices propios de cada singularidad marcada por los pueblos respectivos) aunque en la vida cotidiana se nos presenta de diversas formas, así podemos hablar de una cultura del poder, de una cultura de masas, de una cultura de la inteligencia o de una cultura del pueblo. Incluso esas mismas maneras de enfocar la cultura se puede subdividir en otras tantas maneras de entenderla. Por ejemplo, la cultura del poder se manifiesta a través del control de la enseñanza, de los medios de comunicación, de la estética general que cada régimen o gobierno impone a los ciudadanos (o súbditos) de su propio país a través del dirigismo de las instituciones y organismos públicos (e incluso privados), la cultura de masas, la publicidad y el imperialismo cultural. La cultura del poder es completamente alienante y amorfa (a veces teñida de religiosidad, otras de patriotismo y otras de populismo), su misión es educar al pueblo en la sumisión, hacer del individuo un ser anónimo dentro de la masa. Antonio Machado afirmaba que la masa no existe, la masa tan sólo es un invento de los políticos y los demagogos para manipularla. Hablar en nombre de la masa es hablar en nombre de nadie. <<Cuando disparan contra la masa -decía Machado- caen individuos.>> El fin principal de la cultura del poder es incorporar e integrar a los individuos o a las llamadas “masas” a la sociedad establecida. También a través del imperialismo cultural, los estados más poderosos y dominantes van imponiendo su cultura a otros pueblos. En nuestro ámbito (y en nuestros días) podríamos hablar de la gran introducción que los Estados Unidos hacen en la Europa Occidental, no sólo a través del dólar, si no por medio de la difusión “cultural”, a base de telefilms, cine, hamburgueserías, moda, publicidad, etc. Con esa “cultura” (ajena a nuestra realidad) van trastocando paulatinamente nuestra propia raíz cultural, hay gente en Europa (o en el mundo) que ya conocen mejor la manera de ser de Nueva York o las costumbres de Dallas que las de su propio pueblo.

¿De qué revolución hablamos?

El tema de este acto Cultura y Revolución, al igual que he planteado mis dudas sobre el significado exacto de la palabra cultura, lo mismo podría decir de la palabra revolución; además, ¿de qué revolución hablamos? Hoy el uso de la palabra revolución ha estado integrada por el sistema capitalista y todo es revolucionario desde un coche a una nueva moda en el vestir. Cuando uno a través de la historia ve que se han hecho tantas revoluciones (se habla de la revolución burguesa, la industrial, la de los soviets, la de los nacionalsocialistas, la de los castristas, la surrealista, la de las modas, la de la juventud, la de mayo-68, la libertaria del 36, la sandinista, la de los claveles, etc.), cualquiera se atreve a definir ¿qué es la revolución? En todo caso cuando se habla de cultura revolucionaria podría decirse que es aquella que tiene un claro exponente transformador de la sociedad y de emancipación del individuo.

 

La obra constructiva del movimiento libertario

 

La cultura libertaria centró su discurso en la solidaridad, la autonomía individual, el federalismo y el apoyo mutuo; y desarrolló su pedagogía didáctica a través de temas de ordinario moral y regeneracionista, siempre de acuerdo con las bases de la educación racional y las leyes de la naturaleza. El anarquismo cultural, que buscaba el perfeccionamiento humano, predicaba contra los vicios de la sociedad y se mostraba contraria al alcohol, el tabaco, la prostitución… Desarrolló la idea de una vida sana e higiénica a través del vegetarianismo, del naturismo y del ejercicio al aire libre. Sus postulados defendían la libertad del ser humano, la igualdad de sexos, la liberación de la mujer, el respeto a la tierra, el laicismo, la abolición de la explotación salarial…

El movimiento libertario organizado se preocupó primero de enseñar a leer y escribir a los obreros y campesinos, y luego a ilustrarlos. Las ideas de acción directa, de apoyo mutuo y de solidaridad están presentes en tota forma de educación libertaria, y en los congresos obreros, desde la Primera Internacional, se discutió sobre la forma de crear escuelas, publicaciones, cooperativas, mutuas, ateneos y centros sociales.  La meta del pensamiento anarquista era la consecución de una sociedad de hombres y mujeres libres, que cooperasen juntos en la administración de las cosas y de la vida, unidos por un pacto de armonía, sin propiedad privada, dirigentes ni clases sociales.

La pedagogía fue otro de los elementos constructivos de los anarquistas, que colaboraron en la constitución del CENU (Consejo de la Escuela Nueva Unificada), que recogía las experiencias de las grandes líneas renovadoras de la enseñanza y las corrientes pedagógicas libertarias, desde las técnicas Freinet o Montessori a la Escuela Moderna i la racionalista. Los anarquistas estuvieron presentes también en los comités locales y en los Ayuntamientos populares donde cumplieron una importante función organizativa colaborando con las demás fuerzas antifascista a resolver los problemas inmediatos de los ciudadanos: abastos, sanidad, comunicación, escuelas, cultura, refugios antiaéreos, soporte a las milicias, ayuda a refugiados, campañas de solidaridad, etc.

 

Joan Puig Elías y Félix Carrasquer, maestros racionalistas

 

Siguiendo los cánones de la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia destacan los maestros racionalistas Joan Puig Elías y Francisco Carrasquer Launed. Los dos dirigieron escuelas racionalistas y durante la etapa revolucionaria de 1936, Puig Elías presidió el CENU (Consell Escola Nova Unificada) y Carrasquer fundó la Escuela de Militantes de Aragón. En 1938 cuando la CNT volvió a entrar en el gobierno de la República, Puig Elías fue nombrado subsecretario de Instrucción Pública, Félix Carrasquer, por su parte, continuó creando espacios de educación para los más jóvenes. Puig Elías y Carrasquer fueron anarquistas íntegros que han sido olvidados en la vorágine de la desmemoria histórica. De estos dos personajes clave de la cultura y la educación libertaria hablaremos a continuación.

 

La socialización de los Espectáculos Públicos

 

El Sindicato Único de Espectáculos Públicos (SUEP) de la CNT barcelonesa, una vez vencidos los militares rebeldes en julio de 1936, colectivizó las salas de cine, teatro, frontones, centros deportivos, estudios de cine, cabaret, music-hall y baile. Tan sólo se libró de la colectivización el Gran Teatro del Liceo, que quedó nacionalizado bajo los auspicios de la Generalitat de Cataluña, como Teatro Nacional de Catalunya, siendo destinado a la ópera, el ballet y la zarzuela. La colectivización se generalizó en todo el ámbito económico de la sociedad: transporte, servicios públicos, industria, distribución, comercio y espectáculos públicos.

La colectivización o sindicación afectó a todos los trabajadores del espectáculo ya fuesen artistas o simples empleados. La distribución económica se efectuaba a través del Comité Económico que controlaba los ingresos y regulaba los sueldos de los empleados. La sindicación se hizo por decreto obligatoria a todos los trabajadores. El Sindicato Único de Espectáculos Públicos no solo controlaba las salas de cine de Barcelona, sino también los estudios cinematográficos. Los trabajadores del cine habían colectivizado los estudios Orphea de Montjuïc, que incluso disponía de una Orquesta Sinfónica propia. La SUEP puso en marcha el Sindicato de la Industria del Espectáculo (SIE Films) para promover la creación de películas tanto documentales de los frentes y de aspectos creativos de la revolución, como de ficción marcados por una moral anarquista. La cinematografía se convertía en un arma de propaganda al servicio de la causa revolucionaria. Durante el periodo revolucionario la industria colectivizada del cine realizó films como Barrios Bajos, Aurora de esperanza, Así venceremos, Nosotros somos así, Nuestro culpable, En la brecha, Carne de fieras, Paquete, el fotógrafo público número, etc. En el campo de la dirección cinematográfica hay que hablar de los realizadores Pedro Puche, Mateo Santos, Valentín R. Pedro, Antonio Sau, Juan Mariné, Armand Guerra, etc. Entre los noticiarios y documentales propagandísticos destacan títulos como Reportaje del movimiento revolucionario de Barcelona, Aguiluchos de la FAI, Barcelona trabaja para el frente, Un pueblo en armas, Expedición Antifascista a las Baleares, Ayuda Madrid, Toma de Siétamo, Teruel, Forjando la victoria

 

LUCÍA SÁNCHEZ SAORNIL, MUJER LIBRE Y POETA

 

La poeta madrileña Lucía Sánchez Saornil (1895-1970) había formado parte del movimiento ultraísta, y con el nombre de Luciano de San-Saor escribió numerosos poemas en las revistas de vanguardia de las primeras décadas del siglo XX: Cervantes, Utra, Tableros, Plural, etc. Muy joven, a la edad de 17 año, publicó sus primeros poemas en Los Quijotes. Lucía Sánchez Saornil, de familia humilde y obrera, se formó con las buenas lecturas de los poetas modernistas y simbolistas, sobre todo Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Sus anhelos literarios tuvieron que convivir con su trabajo en la centralita de la Compañía Telefónica y con sus estudios de pintura en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. El ultraísmo era una vanguardia literaria (y artística) como tantas otras que aparecieron aquellos momentos en Europa. Una de las pocas mujeres que formará parte de este movimiento será Sánchez Saornil. Uno de los poemas de su época vanguardista lo publicó en Ultra:

Al final

todos queremos cabalgar

los caballos de bronce de las glorietas.

Lucía Sánchez Saornil a finales de 1935, conjuntamente, con Mercedes Comaposada, Amparo Poch y otras mujeres, participará en la fundación de la revista Mujeres Libres, Que será el aglutinador del importante movimiento femenino libertario. Los escritos literarios de Sánchez Saornil se encuentran dispersos en publicaciones como Mujeres Libres, Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad y CNT. Los primeros tiempos de la Revolución de 1936 los vive en Barcelona donde colabora en las tareas sociales y culturales de la agrupación Mujeres Libres. En 1937 se traslada de nuevo a Valencia donde pasa a ser redactora del semanario Umbral. Sánchez Saornil fue autora de Horas de Revolución y colaboró en la elaboración del Romancero de Mujeres Libres. Uno de sus poemas más populares lo escribió tras la muerte de Durruti. Su Testamento de Durruti fue divulgado por toda la prensa confederal y libertaria. Un fragmento de dicho poema dice:

¿Qué bala te cortó el paso

-¡maldición de aquella hora!-,

atardecer de noviembre

camino de la Victoria?

(...) Buenaventura Durruti,

¿quién conoció otra congoja

más amarga que tu muerte

sobre la tierra española?

¡Durruti ha muerto, soldados;

que nadie mengüe su obra!

(...) Rugen los pechos hermanos,

las armas al aire chocan;

sobre las rudas cabezas

sólo una enseña tremola.

¡Durruti ha muerto! ¡Malhaya

aquél que mengüe su obra!

 

Mujeres Libres

 

La Agrupación Mujeres Libres tuvo dos focos principales en su fundación situados en Madrid y en Barcelona, respectivamente. La fundación de Mujeres Libres, realizada por militantes libertarias, tuvo lugar unos meses antes del 19 de julio, por un lado, en Madrid, Lucía Sánchez Saornil propuso crear una revista que tuviera la mujer como centro de la información y el debate. De esta propuesta apareció en abril de 1936 la revista Mujeres Libres, ejemplar publicación dedicada a la mujer. En Barcelona, otro grupo de féminas libertarias, organizada con el nombre de Grupo Cultural Femenino, que realizaba toda clase de actividades relacionadas con la mujer, fue el otro núcleo de fundadoras. De estos dos grupos femeninos nació la Agrupación Mujeres Libres, que, junto a la Confederación Nacional del Trabajo, la Federación Anarquista Ibérica y las Juventudes Libertarias formaría el Movimiento Libertario Español. En un folleto de la Agrupación presentaban sus finalidades:  I. Emancipar a la mujer de la triple esclavitud a que, generalmente, ha estado y sigue estando sometida: esclavitud de ignorancia, esclavitud de mujer y esclavitud de productora. II. Hacer de nuestra Organización una fuerza femenina consciente y responsable que actúe como vanguardia en el movimiento revolucionario. III Combatir la ignorancia capacitando a las compañeras cultural y socialmente, por medio de clases elementales, conferencias, charlas, lecturas comentadas, proyecciones cinematográficas, etc. IV. Establecer un intercambio con Sindicatos, Ateneos y Juventudes Libertarias, a fin de llegar a un engranaje que vigorice nuestro movimiento revolucionario. V. Llegar a una auténtica coincidencia entre compañeros y compañeras: convivir, colaborar y no excluirse; sumar energías en la obra común. VI. Preparar una poderosa aportación femenina a la tarea revolucionaria constructiva, ofreciendo a las mismas enfermeras, profesoras, médicas, artistas, puericultoras, químicas, obreras inteligentes: algo más efectivo que la sola buena voluntad llena de ignorancia. La Agrupación Mujeres Libres creo en Barcelona, además del Instituto de la Mujer, el Casal de la Mujer Trabajadora, que dirigía la doctora Amparo Poch Gascón. En el Casal de la Mujer se impartían cursos de alfabetización, de idiomas, de humanidades y de puericultura. La revista Mujeres Libres trató temas relacionados con la idiosincrasia de la mujer. La cuestión femenina, la educación de los niños, la maternidad consciente, el trabajo intelectual y manual de la mujer, las reivindicaciones de salario igualitario, la abolición de la prostitución, las cuestiones sexuales, la enseñanza, la cultura, la poesía, etc. La Agrupación Mujeres colaboró con el Comité de Propaganda de la CNT-FAI participando tanto en mítines o charlas en diversos pueblos y ciudades de la retaguardia, como creando programas de radio de la emisora ECN 1 Radio CNT-FAI hablando de temas dedicados a la mujer ya fuese de sexualidad, de cultura general o lecturas poéticas. Siendo las principales interlocutoras Ada Martí, Nita Nahuel, Lucia Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada. Desde la emisora de radio la doctora Amparo Poch recita un poema dedicado a los Hogares infantiles: <<¿La escuela?, espera compañero; / abre en la pared una larga ventana. / Mejor que la ventana: una ancha puerta. / Mejor que la puerta: tira el tabique. / ¡En las praderas, en los bosques, en los llanos, / en los ríos, en los montes, no hay muros! /Allí la escuela.>>

Mujeres Libres participó el 8 de marzo de 1937 en el llamado Mitin-Monstruo Pro-Emancipación de la Mujer” en que intervinieron Federica Montseny, Victoria Kent, Anna Murià, Félix Martí Ibáñez y Lucía Sánchez Saornil, autora del Himno de Mujeres Libres. El acto termina con todas las mujeres puestas en pie cantando su himno: <<Puño en alto mujeres de Iberia / hacia horizontes preñados de luz / por rutas ardientes, / los pies en la tierra, / la frente en lo azul. / Afirmando promesas de vida / desafiemos la tradición; / modelemos la arcilla caliente / de un mundo nacido / del dolor. / Que el pasado se hunda en la nada. / ¡Qué nos importa del ayer! / Queremos escribir de nuevo / la palabra mujer. / Adelante, mujeres del mundo, / con el puño elevado al azul. / Por rutas ardientes. / ¡Adelante, / de cara a luz!>>

 

Revolución económica

 

Las colectivizaciones fueron la obra más importante y original de la Revolución española. El hecho revolucionario se hizo posible, sobre todo en Cataluña, Aragón y Levante, gracias al empuje revolucionario de anarquistas y poumistas. La revolución permitió que los trabajadores realizaran un cambio global en el sistema productivo y económico. Los obreros, por primera vez de una manera espontánea, se anticiparon a las decisiones de sus organizaciones, tomando el control de fábricas, talleres, transportes, servicios, el mundo del espectáculo y la agricultura. Las colectivizaciones encontraron el soporte de las organizaciones sindicales CNT y UGT, y también de la Generalitat de Catalunya que legisló del Decreto de Colectivizaciones y de Control Obrero. Víctor Alba expone la necesidad de que las nuevas generaciones, ahora que nadie habla de autogestión, sepan lo que fueron las colectivizaciones obreras y campesinas de 1936-1939. Para dar a conocer esta fructífera época revolucionaria lo hace a través de testimonios directos. Los militantes obreros entrevistados expresan su opinión de aquella práctica revolucionaria de la que fueron protagonistas y manifiestan que, a pesar de los contratiempos de todo tipo, solamente fue la perdida de la guerra quien acabó definitivamente con las colectivizaciones.

Los colectivizadores vivieron la plenitud de una época de lucha solidaria antifascista, pero a la vez de gran creatividad. Y en palabras de una de las personas entrevistadas: <<Fue lo mejor de mi vida.>>

 

Durruti

 

La filosofía de Marx proponía el principio del orden y de la creación, mientras que Bakunin era partidario del caos y la rebelión. Rimbaud, por su parte, consideraba que para transformar el mundo primero había que cambiar la vida. El mundo de las vanguardias y de los movimientos obreros revolucionarios, que siguieron estos parámetros filosóficos, iniciaron el camino hacia la emancipación social.

Buenaventura Durruti era un hombre de acción, su lucha era emancipadora, su carisma anarquista imponía respeto… Durruti hacía de su acción y de su lucha poesía pura, como quedó patente en la entrevista que le hizo el periodista Van Passen para el periódico canadiense Toronto Star, donde sus palabras se alzan con una gran sensibilidad poética: <<Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero –le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones –dijo murmurando, ásperamente-. Y luego agregó: -Ese mundo está creciendo en este instante.>>

Las palabras de Durruti eran poesía revolucionaria en acción, una poesía destinada a cambiar la vida y a transformar el mundo. Pero el 20 de noviembre de 1936 Durruti topó con la parca en la Ciudad Universitaria de Madrid, por tanto, ahora se cumple 75 años de su muerte. Durruti murió de un disparo en el pecho. Un disparo que todavía hoy se desconoce el fusil de donde salió la bala... Se ha hablado mucho de las siete muertes de Durruti..., pero tal vez la muerte se produjo accidentalmente por la bala que salió de su propio naranjero.  La muerte de Durruti, como el Aquiles de la tragedia griega, amplió aún más su condición de héroe. Durruti se convirtió en el héroe libertario por excelencia. Durruti fue ensalzado y convertido en leyenda por los milicianos de las columnas confederales que luchaban en el frente contra el fascismo y por los militantes anarcosindicalistas que, en la retaguardia, habían comenzado a construir la nueva sociedad bajo el prisma de la autogestión libertaria. El cuerpo sin vida de Durruti fue trasladado de Madrid a Barcelona y expuesto en el vestíbulo de la Casa CNT-FAI, en la Vía Layetana que, aquel mismo día, se llamó Durruti. Su féretro fue cubierto con una bandera roja y negra… Su muerte generó muchas alabanzas, pero una gran parte de ellas eran falsas, pues muy pronto traicionaron las aspiraciones revolucionarias de Durruti.

 

De guerras y revoluciones

 

Fernando Barbero ha escrito 21 relatos que hacen el papel del cuentacuentos familiar o amigo que tenía la tradición de explicar a los más jóvenes historias heroicas o humildes pero llenas de coraje de hechos reales. El libro ha estado publicado por la editorial Queimada (Madrid, 2016).

Entre los 21 relatos encontramos historias de la Patagonia con el epicentro de Osvaldo Bayer y del vengador y justiciero el anarquista alemán Kurt Wilkens que lanzó una bomba contra el militar represor Horacio Varela y, por ello, conoció el presidio y fue asesinado por la organización fascista Liga Patriótica Argentina. En otro relato Barbero nos habla de los túneles construidos en el Vietnam (iniciados durante la guerra por la liberación contra Francia) que eran verdaderas obras de ingeniería con todo lo necesario para sobrevivir, relacionarse o escapar bajo tierra. Verdaderos laberintos con dormitorios, cocinas, salas de reunión, polvorines, etc. Otra narración titulada Grandola, vila morena tiene como base explicar los hechos sucedidos en Portugal después que Radio Renascença emitiese la canción de José Afonso, Grandola, vila morena, inicio de la Revolución de los claveles del 25 de abril de 1974: <<Cuando el sol brillaba sobre Lisboa, los portugueses -escribe Barbero- habían recuperado la libertad política y la felicidad respiraba aires lusos.>>

Siguen relatos dedicados a los guerrilleros urbanos de los años cuarenta y cincuenta como Facerías, el Maño y Ramón Vila “Caracremada”.  Maquis que no solo llevaban armas al hombro, si no macutos repletos de libros: <<Son la madre de Gorki y La bestia

humana de Zola. Vienen de Francia porque traen los sellos de la CNT.>> Historias de anarquistas a final de los años veinte por América del Sur bajo el signo de Durruti o anarquistas en bicicleta por Francia con la figura quijotesca de Cipriano Mera. Historias de la revolución francesa con baño incluido de Jean-Paul Marat asesinado en la bañera por Marie Anne Charlotte Corday d’Armont. Interesante es el relato del conocido jefe cabileño del Rif, Abd-el-Krim, levantado contra las fuerzas coloniales españolas. Y algunas historias más que hacen de este libro una delicia inhabitual en los manuales de historia. Matías Escaleras, que ha escrito el prólogo, dice: <<A veces, no se sabe quién es Goliat y quien es David, pero hay ocasiones en la Historia en que se sabe bien quien es uno y quien es otro, ocasiones en que, en efecto, David se enfrenta y vence, al menos, moralmente, al gigante; ocasiones en las que ambos representan verdaderamente lo que nosotros creemos que significan esas figuras, el débil venciendo al fuerte, o la razón inteligente sometiendo a la brutalidad.>>

 

Las guerrillas urbanas

 

Las guerrillas urbanas, después de la derrota republicana de 1939, fueron uno de los máximos exponentes de la lucha antifranquista. Numerosos guerrilleros libertarios, entre los cuales destacaron Josep Lluís Facerías, Quico Sabaté, Marcel·lí Massana y Ramon Vila Capdevila “Caracremada”, murieron combatiendo después de un largo acoso a las fuerzas de la dictadura franquista.

Las acciones de los guerrilleros se ralentizan, algún artefacto explosivo o algunas octavillas dan noticia de su existencia. Facerías muere el 30 de agosto de 1957 en una emboscada en el Paseo de Verdum de Barcelona. Tres años después, el 5 de enero de 1960, Quico Sabaté, a su regreso a España, tras un laborioso cerco de la Guardia Civil y el Somatén, cae en Sant Celoni; y, finalmente, el 6 de agosto de 1963 en Castellnou de Bages, muere el último de los guerrilleros, Ramón Vila “Caracremada” en un enfrentamiento con la Guardia Civil, cuando iba a colocar un explosivo en un tendido eléctrico. Pancho Massana es el único guerrillero superviviente…

 

Salvador Puig Antich

 

Salvador Puig Antich había nacido el 30 de mayo de 1948 en Barcelona, muy cerca de la plaza de Sant Jaume, en la calle Paso de la Enseñanza. Su familia formaba parte del amplio abanico de clase media catalana, su padre poseía un pequeño negocio de productos químicos y su madre era maestra. Salvador era el tercero de seis hermanos, dos chicos, Joaquín y él, y cuatro chicas, Inma, Montse, Carme i Marçona. Su padre había combatido al lado de la República durante la guerra civil y posteriormente cursó cautiverio tras la derrota republicana. Puig Antich comenzó a estudiar el bachillerato en la Salle Bonanova, pero a los doce años fue expulsado por rebelarse contra un profesor que reprimía a un compañero de clase. Aquel curso lo terminó en un colegio para niños pobres regentado por los padres Capuchinos. En este colegio tenían un orfeón infantil y el trato era excelente. Salvador se siente más libre que en la Salle. Por esta época, como muchos chicos de su época, se hace “escolta” (versión catalana de los boy-scouts). El contacto con la naturaleza y con sus compañeros hacen de él un muchacho altruista, generoso con los demás y siempre dispuesto a lo que haga falta. El curso siguiente pasa a estudiar en los Salesianos de Mataró, en calidad de internado, hasta terminar el bachillerato en su rama de letras. En este colegio conocerá y trabará amistad con el padre Manero, que será diez años después, quien le acompañe en sus últimos momentos de vida. A partir de los dieciséis años comienza a trabajar como administrativo (lo hará en tres empresas) y dando clases particulares. También en estos años se matrícula en el Instituto Maragall para estudiar unas asignaturas de la rama de ciencias ya que pretende hacer Económicas. En el Instituto conoce a Xavier Garriga Paituvi y a los hermanos Oriol e Ignasi Solé Sugranyes. Al terminar el bachillerato cursará Económicas en la Universidad de Barcelona durante tres años. Es precisamente en esta época, y más concretamente a partir de mayo de 1968, y de las influencias del mayo francés que muchos jóvenes se lanzan a la lucha. Puig Antich militará en las Comisiones Obreras de Barrio y en la Comisión de Estudiantes del Instituto, Son sus primeros compromisos serios y clandestinos, pero en aquel momento todavía no está de todo definido y su cabeza es un hervidero de ideas. Lee a los clásicos marxistas, pero también Bakunin y Kropotkin. Es un apasionado de la lectura, lee toda clase de literatura, se siente atraído por Proust, pero sobre todo por la psicología de Freud i Reich. Como los jóvenes de su época queda marcado por el mayo de 1968 y por los movimientos contraculturales. Le gusta la música pop (Beatles, Doors, etc.), pero sobre todo tiene predilección por los cantautores franceses Léo Ferré, George Brassens y George Moustaki. Él mismo escribe poemas que después canta acompañándose de la guitarra. Hace el servicio militar en Mallorca y luego pasa al cuartel Blanca Dorita de Ibiza donde es destinado a la enfermería, de ahí le vendrá el sobrenombre de “El Metge”. Cuando termina la mili vive una temporada en casa de su hermana Inma. Esta época de reflexión le llevará definitivamente a asumir su compromiso vital y revolucionario, integrándose definitivamente en el MIL. El MIL no es un partido, ni un sindicato, ni tan siquiera un movimiento, sino un lugar común de análisis, de acción y de propaganda. El MIL nace del movimiento obrero revolucionario de los años sesenta, de las crisis internas de Comisiones Obreras y de los grupos autónomos. El verano de 1973, Puig Antich vivirá entre Barcelona y Toulouse. A su regreso a Barcelona se instala en un piso del paseo de Nuestra Señora del Coll, junto a los franceses Jean-Claude Torres y Jean-Marc Rouillan. Cinco días después, el día 15 de septiembre, Oriol Solé Sugranyes, Josep Lluís Pons Llobet y Jordi Solé Sugranyes atracan la Caja de Ahorros de Bellver de la Cerdanya, al cabo de dos días de estar sitiados por la Guardia Civil, Oriol y Pons Llobet son detenidos, mientras que Jordi Solé Sugranyes logra escapar a Francia. A partir de aquí irán siendo detenidos la mayoría de los militantes del MIL, entre ellos Sant Soler Amigó, que servirá de cebo para la policía para detener el día 25 de septiembre en la calle de Girona a Salvador Puig Antich y a Xavier Garriga Paituvi. En la detención son introducidos en el portal número 70 de esta calle, en el forcejeo y posterior tiroteo Puig Antich resulta herido y el policía Anguas Barragán muerto. A partir de esta fecha (tras pasar por el Hospital Clínico para ser operado), Puig Antich será internado en la cárcel Modelo, juzgado en Consejo de Guerra y condenado a pena de muerte y a 30 años de cárcel. En el espacio de tiempo que va de su detención a su juicos, ETA hace volar por los aires en Madrid, al presidente del gobierno almirante Luis Carrero Blanco. El régimen franquista clama venganza y Franco sáca la sed de venganza de los suyos, negándose a indultar a este joven de veinticinco años que pretendía luchar por la emancipación humana, A pesar de la solidaridad, las acciones, los telegramas y las presiones internacionales, el gobierno franquista da el “Enterado” y el día dos de marzos de 1974, Salvador Puig Antich es agarrotado en la prisión Modelo de Barcelona. El mismo día daban garrote al polaco Heinz Chez en Tarragona.

 

Contracultura

 

Después del mayo de París de 1968, gradualmente, fueron apareciendo tanto en España

como en otros países occidentales publicaciones realizadas por grupos marginales,

contraculturales, situacionistas, libertarios, neoanarquistas o de extrema izquierda. El

fenómeno underground era una herencia de la contracultura vivida en los años sesenta

en Estados Unidos y en otras naciones occidentales, por una banda hemos de mencionar

el movimiento hippie, el flower power, las comunas, los black panthers, el LSD, los

yippies, la filosofía de los hermanos Marx con el mismo Karl, la música pop y la

protesta contra la guerra del Vietnam; por el otro la contestación estudiantil, el

situacionismo, los nuevos movimientos artísticos como fluxus y el mayo de 1968 en

París con la irradiación de intelectuales como Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Herbert Marcuse o líderes estudiantiles como Dany Cohn-Bendit. Por otro lado, también juegan un papel importante los situacionistas con Guy Debord i Raoul Vaneigen o jóvenes filósofos como Bernard Henry-Lévy. La contracultura beberá de todas estas aguas para intentar crear una alternativa de cultura antiautoritaria desde la calle en contra de la cultura oficial, ya sea la de la Universidad o de las élites creadoras. La contracultura tuvo, más o menos, efectos universales. Me centraré especialmente en los movimientos contraculturales españoles, y sobre todo catalanes que mostraron una gran creatividad, sobre todo, en los años setenta y ochenta del siglo XX. Esta fijación creadora se materializa tanto en la elaboración de cómics y revistas underground como en la edición de publicaciones de toda clase. La mayoría tenían en común que son de vida breve y que se realizaban de una manera voluntaria y amateur, porque, incluso la venta y la distribución la hacían los mismos autores o redactores de las publicaciones. Otro de los puntos comunes de estas revistas era la transgresión del orden establecido, pero no

únicamente contra el franquismo, sino contra el capital, la moral decadente impuesta

por la iglesia católica y la burguesía nacional y el politicismo pactista de la mayoría de

partidos políticos y organizaciones sindicales. La contracultura vive cercana a la divina

acracia del poeta barcelonés Joan Salvat-Papasseit, que en su tiempo fue también un

creador de hojas literarias de vanguardia. La lucha creativa de estos grupos

undergrounds ligaba perfectamente con la idea revolucionaria de las vanguardias

artístico-literarias anteriores a la Segunda Guerra Mundial. La muerte del dictador

significará un aire de esperanza para el pueblo español. La tradición libertaria reaparece

en el ambiente festivo de la sociedad. Con un espíritu cívico cultural y reivindicativo los

actores autogestionan el Cine Diana y convierten el Born (antigua mercado central de

Barcelona) en un Ateneo Popular. Teatro experimental, anticine, radios libres,

enseñanza libertaria, happenings, grafitis, poesía viva, tebeos, revistas y fanzines son

formas habituales de la creación contracultural. Es decir, cultura para todos y hecha

por todos realizada en la calle en libertad. Numerosos artistas, poetas y creadores en

general participaran en la vanguardia contracultural española. Este espejismo

contracultural y libertario recorrió los últimos años del franquismo y los primeros años

de la transición y duró, más o menos, hasta la culminación por parte de los grupos

políticos de la firma de los Pactos de la Moncloa, los cuales condujeron, por un lado

hacia la estabilización del orden democrático burgués, y por otro a la desmovilización

obrera y política de base que afectará también a la cultural transgresora.

 

Crónica de la Jornadas Libertarias Internacionales

 

Las Jornadas Libertarias Internacionales se celebraron pues en Barcelona entre el 22 y el 25 de julio de 1977. Antes de empezar el comité organizador ya había recibido el apoyo de numerosas adhesiones de intelectuales y artistas de todo el mundo: Jean Paul Sartre, Daniel Guerin, Gaston Leval, Federica Montseny, José Peirats, Fernando Savater, Georges Moustaki, Léo Ferré, Agustín García Calvo, José Luis García Rúa, Daniel Cohn-Bendit, Joan Baez, Fernando Arrabal, Jean-Luc Godard, Costa- Gavras, Ionesco, Noam Chomsky, Hans Magnus Enzensberger, Abel Paz y mucha gente del cine: Emma Cohen, Fernando Fernán Gómez, Vicente Aranda, Luis García Berlanga, José María Nunes, Antonio López Campillo, Antonio Artero, Rafael Azcona, Jordi Grau, Francesc Bellmunt, Maria Espinosa, Basilio Martín Patino, Ramon Font...
Durante cuatro días el empuje libertaria entroncaba la ciudad de Barcelona con su historia más rebeldes, volvía a convertirse en la Rosa de Fuego, la capital mundial del anarquismo. Los debates en el Salón Diana, lleno a rebosar, eran interminables. El estilo oratorio de mayo-68 parisino estaba presente en la Barcelona libertaria de julio de 1977.
Los cuatro nudos principales de los debates versaron sobre los siguientes temas: Valoración de la práctica libertaria internacional desde 1936; El marxismo y el anarquismo ante las Jornadas Libertarias Internacionales, Barcelona 1977 - cuestiones del Estado y la política; Movimiento libertario y organización; y Crítica de la sociedad industrial y alternativas. También se organizaron mesas redondas sobre diversos temas, tanto en el Salón Diana como el Parque Güell o en la sede de los Ateneo Libertarios. Los temas principales que los libertarios trataron eran: autogestión, antimilitarismo, ecología, sexología, comunas, antipsiquiatría, drogas, problemática de la mujer, enseñanza, cine, ocio, cultura, juego y trabajo. En la Rambla se colocó una carpa geodésica que fue retirada por la policía. En el escenario ubicado en la plaza central del Parque había actuaciones ininterrumpidas de grupos y de cantantes: Ramon Muns, Jorge Utgés-Royo. Carles Andreu, Pau Riba, Sisa, José Antonio Labordeta, José Afonso, Los Pavesos, Pablo Guerrero, Araceli Banyuls, Marina Rossell, Los Peruchos, La Banda Trapera Del Rio, La Propiedad es un Robo, Daniel Viglietti, Luis Pastor, Triana, Orquesta Platería, Blas Tritono, Rondalla de la Costa, la General Sonora, Dolores Lafitte, Secta Sónica, Troana, Gualberto, Suck Electrónico Enciclopédico, Oriol Tramvia ... El baile, la marcha y el desenfreno estuvieron presentes todas las noches al terminar los debates, con numerosas ofertas lúdicas que se hacían simultáneamente. El arrebato sale a escena con la irrupción del pintor travesti Ocaña y su troupe entre los que se encontraba el dibujante Nazario y el artista Camilo, que montaron una verdadera orgía pública, al tiempo que invitaban al público a desnudarse. Esto servirá para que la prensa trate las jornadas de "pasota" y "amorales", crítica que también vendrá de parte de algunos sindicatos de la CNT tanto del exilio como del interior.
Durante los días que duraron las jornadas la organización editó el periódico Barcelona Libertaria, que contó con la colaboración del colectivo redactor de Ajoblanco: Pepe Ribas, Toni Puig, Francesc Boldú... en el primer número del diario (23 de julio) da la bienvenida: <<Ante todo queremos transmitir desde estas páginas, un saludo fraternal y solidario a todos los trabajadores, a todos los oprimidos del mundo, a todos los que luchan por la causa de la libertad contra el Estado, contra el Capital, contra el Poder en suma. (...) Por último, la bienvenida calurosa a los que están aquí, porque Vuestra presencia es la afirmación de que estamos vivos, de que el anarquismo se renueva cada día, late hoy como ayer y es eternamente joven, la gran fuerza motora de la verdadera revolución en el mundo.>>

La función del sindicalismo en la empresa

 

Por otra parte, el sindicalismo revolucionario de gran tradición en nuestro país, que tuvo su mayor exponente en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), representa todo lo contrario del sindicalismo expuesto anteriormente. La CNT de cariz anarcosindicalista es un exponente vivo del sindicalismo revolucionario. Este sindicalismo revolucionario basa su planteamiento en la Acción Directa y en la Autogestión de los trabajadores, es decir que, al prescindir de toda clase de intermediarios, el sindicalismo se libera de tutelas y asume la plena responsabilidad frente a cualquier conflicto o reivindicación ante la empresa o el Estado. El sindicalismo revolucionario es apolítico porque ve en la política un campo abierto para la manipulación en la que los trabajadores siempre se llevan la peor parte. Por ello defiende el lema de la Primera Internacional: <<la emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos, o no será.>>

Otros puntos esenciales del sindicalismo revolucionario son la solidaridad, el apoyo mutuo, la autonomía, el federalismo y la independencia frente a partidos políticos, Capital y Estado.

A lo largo de la historia sindical han existido y existen sindicatos patronales, profesionales, de clase y amarillos (creados por la burguesía en réplica a los sindicatos revolucionarios). Todo este conglomerado de tipos sindicales influye de una manera u otra en el sindicato de empresa.


Juan Gómez Casas

 

Conocí a Juan Gómez Casas, en la calle de la Libertad de Madrid, la víspera del inicio del V Congreso de la CNT en diciembre de 1979. Me presentó a diversos compañeros entre los que había el periodista y escritor Eduardo de Guzmán. Un día después volví a hablar con él en el Pabellón de la Casa de Campo de Madrid, donde se celebraba el Congreso, entrevistándolo para Solidaridad Obrera. Pronto deslumbré en su personalidad, marcada por un aire de timidez y de humildad, una gran humanidad. Para mi generación, Juan Gómez Casas, era un maestro, leyendo sus magníficos libros descubrimos la "verdad" que nos había robado el franquismo. Su historia del anarcosindicalismo español y el de la primera internacional, representaban una puerta abierta a la memoria colectiva de los españoles.
La admiración que sentía por Juan, al poco tiempo resultó mutua, él en Madrid, yo en Barcelona, la correspondencia trazó líneas de fraternidad. Sus cartas que ahora he revisado hablan de proyectos, de ilusiones y de consejos hacia un joven historiador: <<Sigue por este camino y profundiza en tus planteamientos históricos, el resultado será la obra bien hecha...>>

Recuerdo, en otra ocasión, un paseo por el barrio del Raval, en el que hice de cicerone de Juan Gómez Casas y de José Luís García Rúa, después de una conferencia en San Medir. Paseando por aquellas calles cargadas de historia, nos detuvimos en el cruce de San Rafael y Cadena, donde mataron a Salvador Seguí, Gómez Casas, me comentó que el “Noi del Sucre” representaba el ideal más auténtico del cenetismo. Luego estuvimos cenando en la Fragua con Pep Castells de anfitrión y Miguel García nos cantó un tango de Gardel.
Continuamos la amistad a través de la revista Adarga que salió a la luz, por primera vez, en junio de 1980. No solamente fui colaborador de la revista sino distribuidor en Barcelona. Adarga, se presentaba como una revista cultural de opinión libertaria y con una visión universal del mundo. La revista fue de corta vida, la crisis del movimiento libertario se dejó notar... Pero, una vez pasado el tiempo y analizado su contenido, Adarga, quizá, sea uno de los proyectos libertarios "frustrados" más interesantes de los años ochenta. La revista que pretendía ser escudo y también lanza <<en la defensa de nuestras ideas>>, sucumbió muy pronto por falta de recursos económicos.

El pensamiento del mediodía de Albert Camus

 

Si el pensamiento del Mediodía está fundamentado en la luz solar del Mediterráneo, hay que buscar sus fuentes en la propia Grecia. Camus, al ofrecernos este pensamiento para analizar el mundo y la historia, nos invita a reflexionar, y a pensar por nosotros mismos, a dejar las limitaciones y a sentirnos Sísifos felices: <<Ahora sabemos, al término de esta larga investigación sobre la revolución y el nihilismo que la revolución, sin más límites que la eficacia histórica, significa la servidumbre sin límites. Para evitar este destino, el espíritu revolucionario, si quiere permanecer vivo, debe fortalecerse, en consecuencia, en las fuentes de la rebelión e inspirarse en el único pensamiento fiel a estos orígenes, el pensamiento de los límites.>> El pensamiento rebelde, entroncando con el del Mediodía, nos conduce inevitablemente a aceptar las condiciones entre la mentira y la desmesura, es decir que nada tiene un juicio absoluto: <<Lo irracional limita lo racional, que le da a su vez, su medida. En fin, tiene sentido aquello que debemos conquistar sobre el no-sentido.>> Y en palabras de Camus; <<El hombre no es enteramente culpable, pues no comenzó la historia, ni enteramente inocente, pues la continua.>> Todas las ideologías, tanto divinas como revolucionarias han intentado salvar ya sea para esta vida o para la otra al ser humano; ninguna lo ha conseguido. Prometeo continúa encadenado, ante su destino, el terror y la arbitrariedad, sólo le queda la rebelión. Aun así, la confianza de Camus en el devenir, en su pensamiento rebelde del Mediodía, es suficiente motivo de esperanza, aunque sea la esperanza de los sin mañana: <<Más allá del nihilismo todos nosotros, entre las ruinas, preparamos un renacimiento. Pero muy pocos lo saben.>> Para preparar este renacimiento del que nos habla, es necesario luchar y esforzarse, y rebelarse, aunque sólo sea para hacer frente o resistir, o, como él mismo escribe: <<Hay que aprender a vivir y a morir y para ser hombre hay que negarse a ser Dios.>> Y Albert Camus prosigue mostrándonos el camino hacia su pensamiento del mediodía: <<En el mediodía del pensamiento, el rebelde rechaza la divinidad para compartir las luchas y el destino común. Elegimos Ítaca, la tierra fértil, el pensamiento audaz y frugal, la acción lúcida, la generosidad del hombre que sabe. Es la luz, el mundo sigue nuestro primer y nuestro último amor. Nuestros hermanos respiran bajo el mismo cielo que nosotros; la justicia vive. Entonces nace la extraña alegría que ayuda a vivir y a morir y que en adelante nos negaremos a dejar para más tarde.>> No hay nada cerrado para este pensamiento de la luz, no hay nada finito, ni fronteras, solamente los límites de quién reclama para todos, la libertad que quiere para sí mismo, y prohíbe a todos los que rechaza. Y Camus acaba diciéndonos: <<No es solamente un esclavo contra el amo, sino también un hombre contra el mundo del amo y del esclavo.>>

 

Ferran Aisa-Pàmpols

Barcelona, julio de 2022

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario