27/1/14

Barcelona ocupada pel franquisme / gener de 1939

 75È ANIVERSARI DE L'OCUPACIÓ DE BARCELONA


(La Vanguardia del 27 de gener de 1939)


























BARCELONA SOTA L'ÈGIDA FRANQUSITA

FERRAN AISA

El divendres 27 de gener només van sortir dos diaris a Barcelona, La Vanguardia i El Día Gráfico. La Vanguardia, ràpidament, havia retornat al seu antic propietari:

<<Automáticamente, con la sola presencia en nuestras calles de la heroicas fuerzas Nacionales mandadas por el glorioso general Yagüe, ha quedado restaurada como tantas otras cosas la propiedad de LA VANGUARDIA, de la que immediatamente se han hecho cargo los representantes auténticos autorizados del señor Conde de Godó>>.
 

El diari barceloní rebatejat com La Vanguardia Española
saludava l’entrada apoteòsica de l’Exèrcit “Nacional” a Barcelona: 
<<Barcelona para la España invicta de Franco. En este momento La Vanguardia dice ¡Presente!>>.
 

La crònica recollia la facilitat en què les tropes de l’Exèrcit “Nacional” havien entrat a Barcelona i feia balanç del primer dia d’ocupació, sota el titular “Nuestra ciudad no ha sido conquistada ha sido ganada por la fuerza irrebatible de la razón de la nueva España”, el redactor del diari barceloní, deia: 

<<Los soldados del Ejército Nacional entraron cantando por las vías principales, aceptando los abrazos del pueblo que no creía lo que veía. Un grupo de navarros irrumpió en la plaza Cataluña a las cinco menos cuarto, de cuantos allí les esperábamos les creimos conversos. Gente “nuestra”, que enarbolando una bandera española se adelantaba a los “invasores”, y bajando por las Ramblas tomaba la Radio Asociación y... Porque desde luego no eran espantables italianos, ni feroces sanguinarios. Y no se ponían en el centro de la plaza Cataluña y nos mataban a todos, como oíamos y leíamos. ¡Cuanta realidad podían beber los ingenuos! ¡Cuánta verdad en aquella entrada sobria, modesta, de un Ejército poderoso, en victoria constante, que conquistaba de modo incontenible una de la mayores capitales de Europa! Esos eran los nuestros. ¡Era España puesta en pie por un milagro de inteligencia de Franco y un esfuerzo intenso, pero sencillo, de cuántos en él creyeron! Y nuestros también los otros, pero engañados, empujados al error por los vividores de la política>>. 

El reportatge de La Vanguardia també refà les darreres hores dels republicans que abandonaren la ciutat: 

<<Los fugitivos se dedicaron al fuego con avidez. El magnífico edificio del Fomento del Trabajo Nacional fue abanadonado por la CNT-FAI después de prenderle fuego, pero sin conseguir quemarlo. A fin de borrar huellas y sintiendo las naturales prisas de huir, procedieron brillantemente a quemar los depachos tal y com se hallaban. Lo mismo intentaron los marxistas del Colón, cuyas habitaciones y despachos fueron quemados sin preocuparse por si debido al viento que reinaba podía propagarse el fuego a las casas de aquella manzana, muchos de cuyos pisos se hallan habitados por refugiados. Igual ocurrió en el llamado Carlos Marx, el Círculo Ecuestre del Paseo de Gracia, pero el fuego una vez consumido los papeles y la mugre, se apagó. El edificio del Colón es el que más fuertemente sufrió las consecuencias, pero pudiendo dominar los bomberos el incendio, tras breves esfuerzos. Mientras tanto los soldados de España iban completando el cerco a la ciudad, e iniciaban la entrada entre las cuatro y las cinco de la tarde. Al primer grupo de valientes que con toda despreocupación bajaron por Pelayo y subieron a la Radio a decirle al mundo que ya estaban aquí las tropas de Franco, siguieron las demás fuerzas. Y el pueblo, que al principio creyó que aquello podía ser una añagaza de los huídos, empezó a bajar de los pisos y a subir de los refugios, y sintiendo que la sangre circulaba más a prisa, que el corazón iba a saltar, corría a ellos y los besaba, los apretujaba, llenando el espacio de vivas y el ambiente de entusiasmo, el más franco, el más generoso, el más verdadero que hemos presenciado en nuestra vida, que se ha enriquecido y se ha fortalecido con este momento único, grabado para siempre en nuestra memoria>>. 

El redactor de La Vanguardia també fa la crònica de l’ocupació militar de la Generalitat i de l’Ajuntament: 

<<A medida que las tropas liberadoras adentrábanse en la ciudad, se iba procediendo a la entrada en los centros oficiales de la misma. Las fuerzas, rodeadas del pueblo, llegaron a la antigua Plaza de San Jaime confraternizando y tratando los jefes y oficialidad con la clásica llaneza española –con auténtica democracia, podríamos añadir- a sus subordinados y a la infinidad de entusiastas que salían de las casas para saludarles, abrazarles y vitorearles. Ni por asomo ninguno de estos jefes y oficiales, ni mucho menos los soldados hicieron el menor gesto de desconfianza. Respondían a un abrazo con otro, y un oficial daba un pitillo a un paisano –que s’havia passat (escriu el redactor en català) dos anys fumant herbes- y aquel soldado chocolate a la niña que tenía una mujer en los brazos... Como decíamos antes, la recuperación de la ciudad se hizo con llana sencillez... Al tomar poseción del Ayuntamiento por el Capitán de la Legión, Víctor Felipe Martínez se redactó una nota. (...) El entusiasmo estaba al rojo vivo. Se leyó la nota precedente al público, que iba invadiendo ya la Plaza de San Jaime, y los aplausos y vítores se sudecían ininterrumpidamente. Para acallar las voces del público que demandaba les fuera dirigida la palabra, pronunció un vibrante discurso desde el balcón central del Ayuntamiento, el culto periodista y abogado don José María Junyent, quien puso de manifiesto la trascendencia de aquellos momentos históricos, dedicando un emocionado canto a la bandera roja y gualda que vuelve a ondear majestuosamente al público para no plegarse jamás>>.
 

En aquell mateix número de La Vanguardia es publicaven les lletres dels himnes de l’“Espanya Imperial”, la falangista “Cara al sol” i la requetè “Oriamendi” i també reproduïa el “Bando del Generalísmo”: 

<<La ocupación de la gran ciudad de Barcelona, punto culminante de la vigorosa ofensiva del Ejército Nacional sobre Cataluña, plantea problemas cuya complicidad aconseja la coordinación de los distintos servicios en el mando único de un jefe de alto grado militar que se haga cargo de la dirección de aquéllos. En su virtud dispongo: Artículo primero.- Se hace cargo de todas las fuerzas y servicios, tanto de orden militar como de orden civil en Barcelona, el general de Brigada y subdirector de Orden Público del Gobierno Nacional, don Eliseo Álvarez Arenas, que desempeñará este cargo hasta que el Gobierno determine la substitución de este régimen transitorio. 
Artículo segundo.-Para el cumplimiento de su misión tendrá a sus órdenes inmediatas: 
Primero.- Los jefes de la Columnas de Orden y Policía de ocupación. 
Segundo.- Los jefes de Servicios nacionales de Seguridad, Prensa, Propaganda y sus delegados. 
Tercero.-Los jefes de Sevicios de información y Policia militar del Ejército que opere en la provincia de Barcelona. 
Cuarto.- Los jefes provinciales y locales de la FET y de la JONS, delegados de Auxilio Social y Frente y Hospitales. 
Quinto.- Los jefes delegados de los Servicios de recuperación de documentos, agrupaciones industriales, etc. 
Sexto.- Los jefes y delegados de los Servicios Técnicos de todas clases. 
Séptimo.- Las representaciones de la Banca. 
Artículo Tercero: En el ejercicio de su cometido, el general jefe de todos los servicios de ocupación será la única autoridad competente para dictar bandos de policia. Servicios de Gobierno y organización de vida social. En mi Cuartel General del Frente de Cataluña, a 26 de enero de 1939. Tercer Año Triunfal, Francisco Franco Bahamonde>>


El Ban del “Generalísimo” era prou explícit sobre la política repressiva d’ocupació que anaven a aplicar els vencedors tant a Barcelona com a Catalunya i, naturalment, a tot Espanya. A partir d’aquell dia la repressió seria la tònica general del règim franquista, milers de persones tancades a presons i camps de treball, afusellaments, milers i milers d’exiliats. Desaparició de les llibertats polítiques i dels drets ciutadans. Prohibició pública de la llengua catalana i persecució de la cultura “no oficial”. Repressió sexual. Aplicació d’una moral carca i regressiva marcada per el nacionalcatolicisme. El record constant dels màrtirs de la croada nacional. La memòria eterna de José Antonio Primo de Rivera i de l’invicte Caudillo Francisco Franco. El nou règim s’imposava als espanyols amb l’espasa i la creu, era el nacionalcatolicisme..., que clamava:  <<Por el Imperio hacia Dios>> i no parava de recordar las víctimas del 18 de juliol <<Caídos por Dios y por España>>
La repressió va ésser, des del primer moment, molt dura... A Barcelona tant la presó d’homes de la Model com la de dones a Les Corts eren plenes de gom a gom, i se n’hagueren d’habilitar d’altres. Els afusellaments eren el pa nostre de cada dia... Milers de persones van ésser passades per les armes.També es van habilitar diversos camps de treball on els presos esdevingueren esclaus. 

FERRAN AISA-PÀMPOLS
(Fragment del capítol "La Caiguda de Barcelona" del llibre de Ferran Aisa, República, guerra i revolució. L'Ajuntament de Bacelona, 1931-1939, Base i Ajuntament de Barcelona, 2009)

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