18/11/19

Ficción / Realidad / Ferran Aisa


FICCIÓN Y REALIDAD 
Ferran Aisa



Todo artista se halla en el deber de descifrar, día tras día, el misterio de la vida y del mundo que le ha tocado vivir. El hombre a veces vive en el silencio y de repente, como la raíz de su pasado, suelta su primer grito, este primer grito fue la primera rebelión del ser humano. Miles de trabas e inconvenientes han creado en el hombre un subconsciente de ser reprimido, de ser dominado, de ser frustrado, pero como los ángeles los hombres también han aprendido a rebelarse. La rebelión ha sido siempre síntoma de humanidad y de progreso. Afirmo, también. que las rebeliones no han de ser siempre violentas, bien claro tenemos los ejemplos de los primeros cristianos o de los indios de Ghandi o de los negros de Luther King o de los hippies y sus florecillas en San Francisco. Todas estas rebeliones humanas no creo que hayan sido en vano, pues por lo menos han servido para mentalizar en el hombre que con el pacifismo también se consiguen victorias, aunque en nuestro tiempo triunfe con gran apoteosis la violencia.

Ahora, dejando aparte la violencia y el pacifismo, tareas humanas ambas, me adentraré en la ficción y en la realidad de las cosas. Como artista y como todo artista que se precie he de intentar descifrar los cometidos de la ficción y de la realidad, he llegado al punto de creer que hay ficciones que son reales y hay realidades que son ficciones. El mundo es una gran mentira y la vida una tragicomedia. En este mundo lleno de problemas y de confusiones, el hombre se ve rodeado diariamente de ficciones que son reales y de realidades que son ficticias. Hay quien prefiere vivir con la ficción a cuestas cosa muy fácil por otro lado con cerrar los ojos a la verdad (o a la realidad, mejor dicho) basta, y hay gente que se aferra con fuerza a la realidad, pero su aferramiento es tal que viven toda la vida agarrados a esa realidad que ellos mismos creen que es absoluta, cuando todas las cosas son relativas, bien que lo afirmó Einstein en sus revolucionarias teorías científicas. Este hombre sumido en su realidad cotidiana no hace ni un mínimo esfuerzo para salir de ella, a veces las realidades se deforman por esto o por aquello, la vida está llena de trampas, y el hombre confuso ante las cosas que le sucede no sabe que creer. Algo de esto pasa actualmente en nuestro mundo cuando reina la confusión y la violencia, todo se puede esperar menos la paz… Quizá cualquier día de los nuestros estalle la tercera guerra mundial y entonces no quede piedra sobre piedra o bien el hombre (quien quede vivo) tenga que volver a empezar desde el principio. No hay porque olvidar que la vida es una rueda que gira y gira. ¿La vida se repite? ¿La historia se repite? Quién sabe, vamos, digo yo. Así afirmo que el hombre vive entre la ficción y la realidad en su cotidiana lucha de cada instante vital. El artista, por otro lado, tiene el agradable (o penoso) deber de descifrar los misterios que les rodean. El artista tiene la obligación de ser ficticio y real a la vez.

El arte no está marcado por unos cánones igualitarios, sino que es cambiante y pluriestilista, no hay una línea fija para el arte. Los artistas modelan sus obras con más o menos ficción, pero siempre basándose en una realidad, aunque esta pueda ser irreal, sin dejar de ser ficticia. He querido encontrar en todas las artes el apoyo humano que me permita vivir consecuentemente en consciencia con las cosas de este mundo. Cada arte tiene sus misterios y sus salidas, ficción y realidad se dan cita en todas las artes. Bien mirado el arte no es más que una ficción imitando a la realidad o a la irrealidad. El mundo del arte se mueve, el movimiento crea, crear es lo importante. Cuando vivimos en un mundo divido en el cual se dan cita diversas sociedades que organizan y administran nuestras vidas, todo depende del lugar de nacimiento, creo necesario afirmar que tan penoso es la sociedad de consumo como la sociedad de productores, la primera intenta hallar el bienestar y el lujo, mientras la segunda intenta alcanza lo suficientemente necesario, pero los resultados me parecen negativo, tanto en un sistema como en el otro, pues para alcanzar estas metas el hombre es explotado hasta el máximo. La creación tiene como principio la reivindicación humana, el hombre es un artista en potencia, hay que potenciar el ingenio del ser humano, ya sea en el arte o en el trabajo. Sí, ficción y realidad, de repente nos encontramos en los bajos fondos de Gorki, pero al traspasar una puerta vemos el espejo que Lewis Carrol construyo ficticiamente para Alicia, y, como ella, lo atravesamos. La vida es esto, nada más que un sueño que nos muestra la ficción y la realidad.
Ferran Aisa-Pàmpols (Artículo inédito)



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