FICCIÓN
Y REALIDAD
Ferran Aisa
Todo artista se halla
en el deber de descifrar, día tras día, el misterio de la vida y del mundo que
le ha tocado vivir. El hombre a veces vive en el silencio y de repente, como la
raíz de su pasado, suelta su primer grito, este primer grito fue la primera
rebelión del ser humano. Miles de trabas e inconvenientes han creado en el
hombre un subconsciente de ser reprimido, de ser dominado, de ser frustrado,
pero como los ángeles los hombres también han aprendido a rebelarse. La
rebelión ha sido siempre síntoma de humanidad y de progreso. Afirmo, también.
que las rebeliones no han de ser siempre violentas, bien claro tenemos los
ejemplos de los primeros cristianos o de los indios de Ghandi o de los negros
de Luther King o de los hippies y sus florecillas en San Francisco. Todas estas
rebeliones humanas no creo que hayan sido en vano, pues por lo menos han
servido para mentalizar en el hombre que con el pacifismo también se consiguen
victorias, aunque en nuestro tiempo triunfe con gran apoteosis la violencia.
Ahora, dejando aparte
la violencia y el pacifismo, tareas humanas ambas, me adentraré en la ficción y
en la realidad de las cosas. Como artista y como todo artista que se precie he
de intentar descifrar los cometidos de la ficción y de la realidad, he llegado
al punto de creer que hay ficciones que son reales y hay realidades que son
ficciones. El mundo es una gran mentira y la vida una tragicomedia. En este
mundo lleno de problemas y de confusiones, el hombre se ve rodeado diariamente
de ficciones que son reales y de realidades que son ficticias. Hay quien
prefiere vivir con la ficción a cuestas cosa muy fácil por otro lado con cerrar
los ojos a la verdad (o a la realidad, mejor dicho) basta, y hay gente que se
aferra con fuerza a la realidad, pero su aferramiento es tal que viven toda la
vida agarrados a esa realidad que ellos mismos creen que es absoluta, cuando
todas las cosas son relativas, bien que lo afirmó Einstein en sus
revolucionarias teorías científicas. Este hombre sumido en su realidad
cotidiana no hace ni un mínimo esfuerzo para salir de ella, a veces las
realidades se deforman por esto o por aquello, la vida está llena de trampas, y
el hombre confuso ante las cosas que le sucede no sabe que creer. Algo de esto
pasa actualmente en nuestro mundo cuando reina la confusión y la violencia,
todo se puede esperar menos la paz… Quizá cualquier día de los nuestros estalle
la tercera guerra mundial y entonces no quede piedra sobre piedra o bien el
hombre (quien quede vivo) tenga que volver a empezar desde el principio. No hay
porque olvidar que la vida es una rueda que gira y gira. ¿La vida se repite?
¿La historia se repite? Quién sabe, vamos, digo yo. Así afirmo que el hombre
vive entre la ficción y la realidad en su cotidiana lucha de cada instante
vital. El artista, por otro lado, tiene el agradable (o penoso) deber de
descifrar los misterios que les rodean. El artista tiene la obligación de ser
ficticio y real a la vez.
El arte no está marcado
por unos cánones igualitarios, sino que es cambiante y pluriestilista, no hay
una línea fija para el arte. Los artistas modelan sus obras con más o menos
ficción, pero siempre basándose en una realidad, aunque esta pueda ser irreal,
sin dejar de ser ficticia. He querido encontrar en todas las artes el apoyo
humano que me permita vivir consecuentemente en consciencia con las cosas de
este mundo. Cada arte tiene sus misterios y sus salidas, ficción y realidad se
dan cita en todas las artes. Bien mirado el arte no es más que una ficción
imitando a la realidad o a la irrealidad. El mundo del arte se mueve, el
movimiento crea, crear es lo importante. Cuando vivimos en un mundo divido en
el cual se dan cita diversas sociedades que organizan y administran nuestras
vidas, todo depende del lugar de nacimiento, creo necesario afirmar que tan
penoso es la sociedad de consumo como la sociedad de productores, la primera
intenta hallar el bienestar y el lujo, mientras la segunda intenta alcanza lo
suficientemente necesario, pero los resultados me parecen negativo, tanto en un
sistema como en el otro, pues para alcanzar estas metas el hombre es explotado
hasta el máximo. La creación tiene como principio la reivindicación humana, el
hombre es un artista en potencia, hay que potenciar el ingenio del ser humano,
ya sea en el arte o en el trabajo. Sí, ficción y realidad, de repente nos
encontramos en los bajos fondos de Gorki, pero al traspasar una puerta vemos el
espejo que Lewis Carrol construyo ficticiamente para Alicia, y, como ella, lo
atravesamos. La vida es esto, nada más que un sueño que nos muestra la ficción
y la realidad.
Ferran Aisa-Pàmpols (Artículo inédito)
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