27/9/19

Leopoldo Alas Clarín / La regenta / Ferran Aisa


APUNTE BIOGRÁFICO: LEOPOLDO ALAS “CLARÍN”. EN EL CENTENARIO DE LA REGENTA



Leopoldo Enrique García Ureña nació en Zamora (ciudad en la que su padre era gobernador civil) el día 25 de abril de 1852. Durante su infancia vivió en diversas ciudades, entre ellas León. En octubre de 1963 se establece en Oviedo de donde su familia era originaria. Estudió Derecho Civil y Canónico, doctorándose en 1871 en Madrid, donde cursó seguidamente Filosofía y Letras.

Desde bien joven empezó a escribir versos, teatro y relatos. En sus años madrileños frecuentó las tertulias literarias y el Ateneo, por esa época, junto a sus amigos Tomás Tuero, Pío Rubín y Armando Palacios Valdés fundó el periódico Rabagás del que sólo salieron tres números. También de sus años madrileños son sus primeras colaboraciones en la prensa, el 11 de abril de 1875 estrenaba el seudónimo de “Clarín”, en las columnas de El Solfeo. Firma que ya no abandonaría jamás tanto en sus colaboraciones periodísticas como literarias. Tras diversas oposiciones consigue en 1882 la Cátedra de Economía Política y Estadística en la Universidad de Zaragoza, siendo, posteriormente, trasladado a Oviedo.

En 1881 publica su primer libro Solos de Clarín en el que recoge diversos artículos publicados en la prensa. Dos años más tarde se instalará definitivamente en la ciudad asturiana de Oviedo donde había regresado casado con la joven Onofre García.

En 1884 aparece en dos volúmenes su novela La Regenta (ahora las letras españolas conmemoran el centenario de esta gran obra literaria) editada por la Biblioteca “Arte y Letras” de Barcelona. Novela que alcanzó muy pronto un clamoroso y ruidoso éxito agotándose de seguida la primera edición. Otra de sus grandes novelas fue Su único hijo que fue publicada en 1890. Clarín tenía previsto escribir una tetralogía que vendría a ser la continuación de La Regenta, pero su proyecto se vería truncado por su temprana muerte.

Leopoldo Alas militó en el campo republicano siendo seguidor de Emilio Castelar, también fue un gran defensor del natiralismo. Clarín participó en debates y escribió diversos artículos sobre este tema. En 1900, por encargo de la editorial Maucci, tradujo al castellano la novela El trabajo de Zola. Otro de sus escritores más admirados fue Flaubert. Clarín escribió numerosos relatos y novelas cortas, como dramaturgo escribió Teresa, que sería estrenada el 20 de marzo de 1895 en el Teatro Español de Madrid por la Compañía de María Guerrero. Como crítico escribió en diversas publicaciones, tales como: Madrid Cómico, La Ilustración Española y Americana, La Ilustración Ibérica, El Globo, etc.

Leopoldo Alas “Clarín” falleció el 13 de junio de 1901 en Oviedo a la edad de 49 años tras una larga enfermedad diagnosticada de tuberculosis intestinal. Los funerales y el entierro se vieron concurridísimos, un periódico local, El Corbayón, informaba el día 15: <<Muchos obreros habían solicitado permiso para dejar los talleres y acompañar el cadáver y, a pesar de la lluvia que caía a torrentes, llegó compacta la multitud hasta Sanr Roque.>>

“CLARÍN”

Leopoldo Alas “Clarín” fue un escritor vocacional, un literato nato, entregado con fervor a la creación literaria. Ya de adolescente comenzó a escribir versos, relatos, artículos… las páginas manuscritas de Juan Ruiz (1868-1869) son una prueba de ello. El teatro fue también una afición juvenil, escribiendo más de cuarenta dramas (todas perdidas) antes de los veinte años, y se las declamaba a él mismo. En un ateneo estudiantil (según cuenta Armando Palacio Valdés) ovetense estrenó “Clarín” una obra de cariz histórico, El cerco de Zamora. Algunos de sus versos quedaron esparcidos por diversas publicaciones asturianas, pero Clarín no destacaría precisamente como poeta ni como dramaturgo, él mismo en 1887, en su libro Apolo en Pafos, manifestaría haber prescrito sus delitos poéticos. Esa especie de sarampión adolescente y juvenil por los versos y el teatro irían dando paso al creador en prosa ya fuese en el campo periodístico como crítico audaz llena su pluma de sátira e ironía y ya en el campo literario como narrador. “Clarín” se convirtió en un gran cuentista y autor de novelas cortas con categoría suficiente para entrar en la historia de la literatura española, pero, sobre todo, dos novelas, La Regenta (1884) y Su único hijo (1890), le convierten sin duda en uno de los más importantes autores españoles del siglo XIX.

Bibliografía:

Speraindeo (1880)

Solos de Clarín (1881)

La literatura en 1881 (1882)

La Regenta (1884)

Sermón perdido (1995)

Un viaje a Madrid (1886)

Pipá o el Cura de Vericueto (1886)

Cánovas y su tiempo (1887)

Apolo en Pafos (1887)

Mis plagios (1888)

Un discurso de Núñez de Arce (1888)

Rafael Calvo y el teatro español (1890)

Museum (1890)

Su único hijo (1890)

Un discurso (1891)

Ensayos y Revistas I (1892)

Tres novelas cortas: Doña Berta, Cuento y Superchería (1892)

Adiós cordera… (1892)

Ensayos y Revistas II (1892)

Palique (1894)

El señor y lo demás son cuentos (1894)

Teresa (1895)

Cuentos morales (1895)

El gallo de Sócrates (1901)

El siglo pasado (póstumo,1901)

Proudhon (póstumo, 1912)

Doctor Sutilis (póstumo, 1917)

Cuentos (póstumo, 1953)

Ferran Aisa-Pàmpols



(El Vaixell Blanc, n. 24, mayo-junio de 1984)







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