CONFEREÈNCIA PRONUNCIADA EN LA CASA NATAL JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DE MOGUER (HUELVA) EL 27 DE JULIO DE 2024. Encuentros Poéticos de Voces del Extremo.
JOAN SALVAT-PAPASSEIT DE GORKIANO A LA
VANGUARDIA
Ferran Aisa Pàmpols
Joan Salvat-Papasseit, tras
años de silencio y de ser ninguneado por su condición obrera, autodidacta,
rebelde y libertario, fue recuperado el 1962 con la edición de Ariel de Poesies
con un esbozo biográfico de Tomás Garcés, una introducción de Joan Fuster y
las ilustraciones de Josep Guinovart. El siguiente paso lo hicieron los
componentes de “Els Setze Jutges” y de la Nova Cançó catalana que musicaron sus
poemas: Martí Llauradó. Teresa Rebull, Rafael Subirachs, Ovidi Montllor, Xavier
Ribalta, Joan Manuel Serrat… Fue importante el espectáculo “Nocturno per a
acordió” de Dagoll-Dagom y la edición Humo de fábrica a cargo de Ricard
Salvat. Posteriormente aparecieron otras ediciones de la obra poética en
edición pirata de alumnos de la Universidad de Barcelona y las nuevas ediciones
de Poesies i El Poema de la rosa als llavis con estudios de
Joaquim Molas. El Poema de la rosa als llavis fue durante mucho tiempo
de lectura obligatoria en el bachillerato. Ya en el siglo XXI tuvo lugar la
gran exposición en el Arts Santa Mònica y la biografía Joan
Salvat-Papasseit, 1894-1924 de Ferran Aisa i Mei Vidal. El 2024 ha sido
declarado Año Salvat-Papasseit con motivo del centenario de su muerte,
realizándose actos en Barcelona y en todo el territorio catalán. Este mismo año
han parecido nuevas ediciones de sus poesías completas, de “Mots-propis” y de
“Fum de fábrica”. También ha sido publicada por Cátedra una Antología de poesía
y prosa en edición bilingüe. En la ciudad de Barcelona es recordado con placas
en el edificio que nació y en el que falleció, un monumento en el Moll de la Fusta
(Puerto de Barcelona), un paseo en la Barceloneta y un Instituto que lleva su
nombre.
Joan
Salvat-Papasseit nace en Barcelona el 16 de mayo de 1894 hijo de una familia de
procedencia humilde. A los siete años queda huérfano de padre al morir de
accidente a bordo del Montevideo de la Compañía Trasatlántica en el trayecto
Barcelona-Cádiz. El niño Salvat durante cinco años vivirá internado en el Asilo
Naval Español anclado en la corbeta Tornado. A la salida del Asilo Naval, tras
pasar unos meses por la Escuela Salesiana, empieza a trabajar como aprendiz y
mozo de diversos oficios. Uno de sus trabajos es de aprendiz en un taller de
escultura religiosa, paralelamente se matricula en la Lonja a estudiar
escultura. En la Lonja ara amistad con Josep Obiols que más adelante se
convertirá en el editor de su libro póstumo Ossa menor.
Se
aficiona a la lectura y con sus amigos (Joan Alavedra i Emili Eroles) frecuenta
las paradas de libros del Portal de Santa Madrona y acude a las tertulias
filosóficas de la librería de sus amigos Antoni i Enric Palau de la calle San
Pablo. Todos juntos se hacen socios del Ateneo Enciclopédico Popular y
frecuentan la estupenda biblioteca de dicha asociación cultural. Las
principales lecturas del joven Salvat-Papasseit son Gorki, Nietzsche, Ibsen, Goethe,
Poe, Whitmann, Homero, D’Anunzzio, Ruskin, Nakens, Kropotkin, Reclus, Max
Nordau, Pi i Margall, Joaquín Costa, Joan Maragall, Pérez Galdós, Azorín,
Baroja… Y asisten a las conferencias que se organizan en dicho centro como las
de Francesc Layret, Gabriel Alomar, Felip Cortiella, Josep Comaposada,
Marcelino Domingo, Diego Ruiz, Ángel Pestaña, Salvador Seguí, Eugenio Noel… En
el Ateneo Enciclopédico formará parte de la Junta Directiva como bibliotecario
y como secretario de la Secretario de la Sección de Literatura y Bellas Artes.
Durante esta etapa de ateneísta colabora en los ciclos de poesía catalana y
castellana: Josep Carner, Joan Alcover,
Josep M. López-Picó, Guerau de Liost, Gabriel Alomar, Josep Maria de Segarra i Josep Lleonart,
Rubén Darío, Juan
Ramón Jiménez, Eduardo Marquina, Antonio Machado, Manuel Machado, Miguel de Unamuno,
Macias Picavea, Ramón M. del Valle Inclán i Francisco Villaespesa.
Entre
sus principales amigos del Ateneo están Josep Maria de Sucre y Andreu Nin y en
la Barceloneta hará amistad con el poeta Tomás Garcés y con el ilustrados Emili
Ferrer,
Con
sus compañeros Alavedra, Eroles y otros participa en las campañas antitaurinas
siguiendo las teorías de Eugenio Noel. Salvat escribe proclamas contra las corridas
de toros y las reparte en las plazas los domingos de corrida.
El año 1914 Salvat
tiene veinte años y es el momento en que se siente dispuesto a emprender una
misión redentora viviendo una etapa de bohemia revolucionaria. Siente la
necesidad de luchar para transformar la vida y transformar la sociedad. Su arma
será la palabra, incendiará el mundo con su pluma mojada en su propio corazón e
iniciará su lucha poética. Salvat-Papasseit,
autodidacta, escribe: <<Soy, como hombre de letras, de imaginación escas,
más pronto elemental: todo lo he visto o lo he vivido. Pero me sé una
aristocracia de espíritu, que se levanta por encima de la Universidad que no me
dio cobijo. También de los primeros pasos,>>
Joan
Salvat-Papasseit convierte Máximo Gorki en su maestro y en su honor firma sus
escritos en la prensa obrera con el pseudónimo de Gorkiano. Gorki es una
palabra rusa que significa “destino amargo”. Salvat, autodidacta igual que
Gorki, lo aprenderá todo en la Universidad de la vida. Gorkiano aspira a ser
como Gorki un escritor proletario, Gourfinkel, lo define así: <<Para Gorki, el
escritor es proletario si odia todo cuanto oprime al hombre desde el exterior y
desde el interior, todo lo que impide al hombre el libre desarrollo de sus
aptitudes.>> El escritor proletario tiene la
misión de despertar
en
los otros la conciencia crítica, es decir, hacer de cada lector un activo
militante para la causa de la libertad. De esta manera inicia su etapa de
periodista proletario, a la vez que participa en las tertulias del Bar del Centro en la
Rambla del Centro, allí se encuentran los redactores de Los Miserables,
subtitulado como “Eco de lo que sufren hambre y sed de justicia”, periódico
dirigido por Fernando Pintado bajo la égida ideológica de Ángel Samblancat, que clama: “Iremos a
la conquista del pan bajo las banderas de San Pedro Kropotkin.” Entre los que
frecuentan el Bar del Centro está el dramaturgo Lluís Capdevila, el poeta
anarquista Plató Peig, el futuro cineasta libertario Mateo Santos, el redactor
de la Soli Diego Ramón, el librero Emili Eroles… En el Bar del Centro se baila
el tango, corre la cocaína y en su subterráneo existe el cabaret al estilo
parisién Au fond du mer donde actúan las artistas Mary y Margot. Los
poetas revolucionarios les escriben versos como el propio Salvat en el poema
“Epigrama”:
<<Un perfume de colores ha invadido
a Margot / Se ha vestido de prisa: / para que nadie advirtiera de su pecho el
olor / se ha puesto una flor / sobre la ropa puesta>> Y también en su poema de
vanguardia “Marcha Nupcial”:
Margot con el MALLOT y el pelo pintado
de rojo parece un cirio ardiendo
Solo arde para mí:
Ante los cien centauros que ciñen la pista
DORADA EMOCIÓN
Margot
me mira de arriba abajo y cayendo del
Trapecio
he leído un anuncio en la pantalla
ECUPID
EN LA CABEZA PELADA
DE
LOS CRETINOS
El ideario de Salvat se
radicaliza, se internacionaliza, se convierte
en una mezcla de socialismo con un anarquismo visceral, primitivo, casi cristiano.
El joven revolucionario se cree con ánimos de aportar alguna cosa nueva en la
lucha contra la opresión capitalista. El cristianismo libertario de Salvat no
tiene nada que ver con el catolicismo de la Iglesia oficia, si no con su
aptitud rebelde frente a la vida. Salvat y Alavedra
cada vez que pasan por la calle del Pino se detienen delante del escaparate de
una tienda de imágenes religiosas donde destaca la figura del Cristo de Styca:
<<Para
explicar el cristianismo de Salvat -dice Alavedra- tendríamos que comprender
bien la especial veneración que el sentía hacia una imagen concreta de Cristo:
“El Cristo de Styca”. Un Cristo enérgico que expulsa a los mercaderes del
templo.
El
cristianismo de Salvat era muy personal. Religiosamente, no era practicante. Y
si era anticlerical -que lo era-, lo era en tanto que acusaba a los clérigos de
poco cristianos, tal como él entendía el cristianismo.>>
El
cristianismo de Salvat no está alejado
del pensamiento crítico de muchos obreros de entonces, que consideran Jesucristo
un revolucionario que fue condenado a muerte por haberse enfrentado a los poderes
políticos y religiosos de su tiempo. Tolstoi es un ejemplo de este cristianismo
libertario. También desde el campo progresista y republicano se presenta la
figura de Cristo separada del poder del Estado y de la Iglesia. Algunos artistas
lo saben interpretar perfectamente como Juan Gris que, en una ilustración en la
portada de la revista francesa L’Assiette
du Beurre (1908), hace el paralelismo-metafórico entre el hombre
rebelde que es crucificado por el poder y como este mismo poder después de
muerto lo convierte en Dios para adorarlo.
Salvat
en su escrito “Humo de
fàbrica”, dice: <<Porque no era justicia que la guardia civil
celebrara excursiones por los alrededores de la fábrica, para llevarse hermanos
que luchaban por un poco de pan con dignidad, para su hogar más frío cuanto más
producían. Obreros que volvían de la cárcel con el pulmón deshecho por la tisis.
Y siempre era el más bueno, entre la masa enorme de desdichados buenos, aquel
que se llevaban. Siempre era aquel hermano que se había parado a meditar ante
el Cristo de Styka, el formidable Ecce Homo de severa mirada plantado ante
Pilatos el mal juez. Porque todos los buenos llevaban en su alma otro Cristo de
Styka.>>
Las
lecturas de Salvat han sido fundamentales para llegar a su concepción cristiana,
social y libertaria. Él ha buscado la autoridad intelectual de Renan, Nakens,
Ruiz y Samblancat, autores ateos que habían escrito, respectivamente, los
libros: Vida de Jesús,
La vuelta de Cristo, Jesús como
voluntad i Jesús atado a la columna. También de su mentor Diego
Ruiz lee su obra Diálogos y Máximas del
Super-Christ, donde el escritor andaluz recrea
su discurso teológico del entusiasmo, que marcará especialmente el pensamiento
filosófico y poético de Salvat-Papasseit. La obra de Ruiz
con sus máximas y sentencias le acerca a la filosofía de Nietzsche expuestas
tanto en Así habló Zaratrusta como en El Anticristo.
Salvat, en otro de sus escritos, cita Lamartine: <<De
haber vivido entre nosotros Cristo, le habría un polizonte profanado con su
inmundo contacto, y un juez le habría hecho encerrar por vagabundo, porque el
Hijo del Hombre nunca tuvo una piedra donde reclinar su cabeza.>>
Salvat-Papasseit
eleva a Samblancat a la categoría de Mesías. Para
Salvat, Samblacat es Prometeo encadenado: <<Ángel Samblancat,
esposado como un asesino, ha sido conducido a la brava ciudad de Zaragoza.
Gracias; más aún. Sin los utopistas de antes, los hombres aún vivirían en las
cavernas. Son los utopistas quienes han trazado las líneas de la primera
ciudad. Hay que compadecer al partido político que no tenga utopistas. Gracias,
señor fiscal. Porque es el templo suyo de los que no se rinden ante las
cobardías de un régimen de eunucos. Gracias, inmensamente gracias. Si nuestro
compañero es despreciado, nos queda erudición a bien o a mal: Dante, Petrarca,
Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Maquiavelo, Cristóbal Colón, expulsados o
rechazados de su país, se dan por patria el mundo.>>
Gorkiano también elevará a
esta misma condición a otro mártir de la inquisición española: Ferrer y
Guardia: «Otra altísima víctima de nuestra sociedad de cobardes morales para el
sostenimiento del embrutecimiento religioso. El nombre de Jesús de Galilea no pesará más alto en
el vivir humano que ese otro libertario de igual mentalidad y sentimiento.
Tendrán los dos, acaso, un templo juntos, en unión de Sócrates, en tiempos muy
lejanos de paz y más amor entre los hombres. Y al recordar las luchas en que
fueron y sus persecuciones, quizás digan que son los redentores de aquella
Humanidad en que un Mesías moría a la cicuta, en cruz o fusilado. Y es manada de
lobos hambrientos la pobre Humanidad. Ferrer nació en un pueblo que otra cosa
pudo dar de sí. Igual que los hebreos con el Cristo, ama el pueblo español más
al tirano que al gesto de Espartaco o el puñal de Bruto. Y siempre pudo
parecerle bajo Europa un pueblo que da Séneca y Cervantes con el mismo detritus
en el más hediondo estercolero. Que cuando tenga España más intensa cultura, sabrá reconocerlos con Ferrer, por el bien que les debe».
El
periodista proletario, tocado por un aliento romántico e influido por su ideal
regeneracionista siguiendo a Joaquín Costa escribe “Nuestros
eunucos”, se trata de una crítica feroz contra la ignorancia del pueblo español: <<La escuela es el
problema más capital de España y el que menos se siente, como ha dicho
Altamira. En todos los países es algo más que un lema, una veneración. Pero es
una pocilga para ese pobre pueblo que consume energías para los vividores, políticos
caciques a quienes no interesa que se eleve la masa, políticos pastores a quienes interesa que se pudra
la masa envileciéndose.>> El espíritu “costista” hierve en el
pensamiento de Salvat que así lo escribe en el “Sagrario costista”: <<He
de hablaros mucho de la Escuela, que la necesitáis como un maná bendito que aún
desconocéis. Costa la puso antes que todas las despensas y todas las harturas,
porque España es perdida y miserable de no tener cerebros, de pasar su
existencia soñando una grandeza por la que no ha luchado, porque ni hizo sabía,
que tal grandeza era que soñaba...>> En el artículo “Juventudes canallas”
arremete contra títires y titiriteros: <<¿No conocéis Un enemigo del
Pueblo, de Ibsen? Debiérais conocerle, pues yo también lo soy, a la usanza
de aquél, cuando os insulte y os maltrate, no os caerá en extrañesa. Los
jóvenes de España sois un hato de eunucos y de imbéciles, un hato de cobardes.
Hay que hablaros así para que reaccionéis. Esta es una nación que vegeta en el
fango y que se duerme en él, vosotros sois el fango. Un incesto monstruoso, del
cual sólo saldrá -como del parto vil de una infame aristócrata- un pingajo de
pus, que eso es lo que os corroe las entrañas.>>
La
pluma de Gorkiano se pone al lado de los obreros que luchan y combaten la
explotación. En el escrito “La táctica enemiga y nuestra táctica” habla de sus
prisiones la que intentó robarle el pensamiento con el catolicismo o cuando el
Estado encierra a los más rebeldes en la cárcel: <<Yo no podré olvidar
este tiempo en que estuve prisionero. Prisionero de ellos, los que como las
sierpes atraen a los pájaros, con sonoros silbidos seduciéndolos para así
devorarlos, supieron atraerme y seducirme. Yo ansiaba la muerte, la pedía, por
el Cristo que antes por mí muriera. Pero muchos perdieron su fe y su devoción
queriendo escudriñar de las cosas sublimes, -eso lo he leído en Kempis- y así
la perdí yo. (…) Esta realidad, ha conseguido serlo porque una Humanidad
atrofiada no puede producir otra realidad. Han atado el cerebro para mejor atar
el cuerpo, en tanto que nosotros hemos luchado siempre por libertar el cuerpo,
y aún al cerebro propio lo hemos mantenido en su atrofia. Y para conseguir la
libertad, hay que sentirse libre antes que serlo, igual que para estar con
nuestros enemigos hay que sentirse esclavo.>>
Salvat-Papasseit,
paralelamente a su etapa de redactor de Los Miserables entra a formar
parte de la Federación Catalana del PSOE y escribe artículos en La Justicia
Social de Reus. Reflexiona sobre
la Gran Guerra que acaba de empezar en Europa y lo enfoca
desde su visión internacionalista: <<He aquí que nosotros somos socialistas; he aquí que nosotros amamos la
Revolución como un medio eficaz contra las opresiones de toda tiranía; he aquí que nosotros
somos los libertarios
por toda causa justa y contra los desmanes de los que entenebrecen el cerebro
proletario: contra los religiosos, contra los oligarcas, contra el
imperialismo de los patrioteros. Mas he aquí que nosotros decimos que la Revolución nunca más
debe ser una sangría inútil; que “el mal, aún a
favor del bien —decía Víctor Hugo—, siempre es el mal”.>>
Por
un artículo sobre Portugal publicado en Los Miserables es procesado y
condenado a dos meses y un día de cárcel que sufrirá en La Modelo de Barcelona.
El
año1916 empieza sus colaboraciones en Sabadell Federal donde escribe los
artículos coleccionables de Glosa de un Socialista. En el primer escrito titulado “Exordio”, escribe: <<Vi
la hórrida fachada y vi sus mártires. Y vi que poco a poco iban saliendo todos,
con los semblantes tristes y cansados,
y la cara arrugada y los ojos velados como por una lágrima muy honda
que tarda a decidirse pero que siempre ahoga.
El rictus de los labios de aquellos infelices ahora se iba ensanchando y
curvándose más como un rostro simiesco. Y eran degenerados también, por la
blasfemia, que les iba comiendo como el hambre asesina y el tosco trabajar.
Eran desheredados entre los demás hombres, o entre los demás tigres, que así
puede decirse... Las largas y las altas chimeneas humeaban aún; todos
los que salían tenían el color de aquel humo
bendito, de aquel humo maldito.>> Y Salvat-Papasseit narra el horror de las fábricas donde entran a
trabajar de buena mañana y salen al anochecer los condenados del trabajo: <<Salían
lentamente de la fábrica y yo leí sus odios y sus buenos amores, su hambre y su
miseria. Y así leí también que eran los productores, aquellos desdichados. Y me
junté con ellos, porque su aspecto era de bondad y dulzura y porque son el
símbolo, por este padecer, de la evolución firme y creadora. Mientras
las chimeneas humeantes dibujaban cabezas de rabias comprimidas y de
angustias y muertes: Eran la gran visión de
la terrible nube que traerá la lluvia, la tempestuosa lluvia que les liberará.
La lluvia que es la masa que lo produce todo y carece de todo. Aún me
fui bendiciéndoles por aquella tragedia de sus
vidas, porque les hará dueños de todos los destinos de la tierra: Cada
uno que muera en la lucha sublime por un mejor mañana, producirá en su tumba a ras de tierra una rosa de fuego que consumirá
un mundo de injusticias sociales. Así sea>>.
Joan
Salvat-Papasseit, con su nombre de Gorkiano,
recopilará sus artículos en la prensa obrera en el libro Humo de Fábrica, que consta de 48 artículos
entre los que hay títulos como “Juventudes
canallas”, “Lo que conviene a España”, “Quijotería y Flamenquismo”, “Nuestros
eunucos”, “La huelga”, “La batalla perdida”, “La Universidad, los estudiantes y
la masa”, “Un pueblo, Portugal”, “Cartas absurdas de otra Europa”, “Víctor
Hugo”, “Razas”, “Ferrer”, “Palabras del poeta”, “La cuestión religiosa y el
espíritu nuevo”, “Germania socialista”, “Hermanos oprimidos, salud”, “Bella mañana de mayo”, “La nueva aurora”, “Nuestro
hijo mañana” y “Ladrillo a ladrillo”.
En estos escritos analiza las luchas obreras, las huelgas
sociales, la miseria de los trabajadores, la explotación, su indignación…, en “La
batalla perdida”, manifiesta: <<Cual condenado a muerte camina el
proletariado por la vida, dibuja el horizonte cien Gólgotas horribles a su
paso. El pueblo avanza… y cae eternamente, y avanza eternamente. Siempre así.
(…) Se ha perdido la huelga: porque no nos amamos y no nos conocemos.>>
Salvat
escribe el manifiesto socialista “Hermanos oprimidos,
salud” que termina con la arenga siguiente: <<¡Arriba los hambrientos!
¡Abajo el capital de las manos burguesas! ¡Abajo los Estados opresores!>>
En Sabadell
Federal publica sus primeros artículos en catalán con fecha de 1
de julio de 1916 que, con el título de «La Nacionalitat i el Socialisme», firmará por primera
vez con su nombre J. Salvat Papasseit. Los cinco artículos de esta serie son en castellano: 1. “La Nacionalidad y el
Socialismo”. 2. “El caso de Cataluña”. 3. “Los sin-patria”. 4. “Un sentimiento
que muere”. 5. “Pueblos-Robinsones”. Los escritos de Salvat están marcados aún
por el internacionalismo socialista y por la lucha social. En el
primero de los artículos, dice: <<Lo del Nacionalismo es
como la religión, decía yo hace pocos días a un joven biskaitarra. Si buscásemos veinte hombres de sectas opuestas -y no
sería difícil de encontrarlos-, ninguno de ellos sabría decirnos la verdad de
Dios. Y no obstante, son fanáticos de aquello que se imaginan, y ensucian los
pueblos para conquistar el Estado a su propia creencia. (...) El problema
principal para la humanidad, encima de cualquier problema, es el del productor.
(...) Si una nación está formada por hombres libertarios no existe fuerza en el
mundo para dominarla...>>
Salvat,
en este trabajo, analiza el caso de Cataluña y el País Vasco como naciones
pequeñas dentro de España y habla del sentimiento que forman las patrias,
también compara los que hacen bandera desde el campo socialista o desde el
campo católico y afirma: <<Los que ponen la patria encima de la Humanidad
y los que ponen a un Dios encima de los hombres nunca serán socialistas. Mas
alto que las banderes y los altares, cómplices de crímenes y
pillajes, están los que trabajan y no pueden comer.>>
En
el artículo “Los sin patria”, defiende el individuo frente al Estado. Y en “Pueblos Robinsones”,
dice: <<El día que los obreros de todo el mundo piensen más en sus penas
que en cumplir el deseo del Capital, ya no existirán pueblos: habrá el Pueblo.
El Pueblo, entiéndase bien, sin fronteras; porqué los amos no las tienen, i
esto que se engordan como puercos en el país que viven. (...) Desconozco el concepto de la etimología
de la palabra “patria”, pero no desconozco que en la realidad quiere decir
límite de todo, incluso de la dignidad de los hombres libres.
Cada nacionalista piensa hacer de su pueblo un pueblo-Robinson.>>
Estos
escritos de Salvat-Papasseit aún están marcados por el internacionalismo y por
la lucha social, pronto abandonará esta línea iniciada como Gorkiano para pasar
a defender el individualismo, sobre todo ibseniano, pues en 1917 publicará Un
enemic del poble donde se declarará glosador de la divina acracia: <<Yo no quiero alistarme
bajo ninguna bandera. Son
el verdadero distintivo de las grandes opresiones. Incluso el Socialismo es una
nueva forma de opresión, porque es un estado nuevo seguidor del Estado. Seré
ahora el glosador de la divina Acracia, de la Acracia imposible en la vida de
los hombres, que no siente deseo de una Era mejor.>>
Salvat-Papasseit,
en un escrito autobiográfico publicado póstumamente, dice: «Nací el 16 de mayo de
1894, pocos días después era bautizado en la parroquia de Santa Madrona, una
tarde tempestuosa de agua como una obstinación. Aquel día, en Montjuïc ponían
en capilla unos condenados a muerte, la ciudad recogida y miedosa no tenía respiro.
El cura, al hacerme cristiano, dijo a los presentes: -Nacido con agua
obstinada, morirá en fuego, tal vez… Esta predicción no ha tenido tranquila a
mi pobre madre. A los doce años yo era puro como no puede repetirse; y mi
destino la iglesia. A los veinte, dolorido, cristiano y socialista, yo veía
Montjuïc como una maldición que había de pasar. Un
libro en español, “Humo de fábrica”, “Un
enemic del poble”, son
mis últimas llamas. -Aún no he escrito nunca sin mojar la pluma en el corazón,
asustado. (..) Amo el arte y los artistas
y las obras inútiles de los artistas.
Aspiro a una obra inútil que se de
consuelo a los hombres ricos, sin la
democracia que confunde el hombre rico con el hombre de dinero, el artista con
el caballo. Nunca he tenido fortuna y nunca
la tendré, pero la alegría es mía, porqué la
siento, profesión de Poeta que soy. Según la predicción la muerte me tomará con fuego,
porque un fuego interior me consume. Me sabe mal que la gloria
no sea una doncella que uno pueda abrazar
con sus brazos. J.S.P.>>
El
Salvat socialista irá pintando su bandera con pinceladas individualistas
primero y luego nacionalistas, pero, para él, la Nación no se puede entender sin
la cuestión social, ni sin la libertad, y sabe <<que la libertad no es
cara por escasa, si no escasa porque se ha de ganar.>>
En
1916 trabajará durante seis meses de vigilante nocturno en el muelle de la
madera de Barcelona. De aquí nacerá su poema “Nocturno para acordeón”:
He aquí; yo he guardado madera en el
muelle
(Vosotros no sabéis
que es
guardar madera en el muelle;
pero yo he visto llover
a mares
sobre los botes,
y bajo los tablones agacharse el
destajo de la angustia;
debajo de los Flandes
y los melis,
debajo de los cedros sagrados.
Cuando la policía espiaba la noche
y era un túnel la comba del cielo
sin luz en los vagones
hice un fuego de astillas en la boca
del lobo.
Vosotros no sabéis
que es
guardar madera en el muelle:
pero todas las manos de todos los granujas
como una farándula
se conjuraban en torno a mi fuego,
Y era como un milagro
que desentumecía las manos heladas.
Vosotros no sabéis
que es
guardar madera en el muelle,
Ni sabéis la oración de los faroles
de los barcos
-que son de tantos colores
Como el mar bajo el sol:
que no precisa velas.
Después
de trabajar de vigilante nocturno en el muelle de la madera gracia a Eugeni
D’Ors que le presenta al industrial y mecenas Santiago Segura entrará a
trabajar en las Galerías Layetanas donde muy pronto hará de encargado de la
sección de librería. En las Galerías entra en contacto con la intelectualidad
catalana novecentista (Xavier Nogués, Manuel Sunyer, Josep Pla, Carles Riba,
Josep M. López-Picó, Marià Manent, Josep M. de Sagarra), pero, sobre todo con
artistas de vanguardia como Torres-García, Rafael Barradas y Joan Miró. Por
esta época (julio de 1918) se casa con Carmen Eleuterio Ferrer, modista y
vecina de la Barceloneta. La pareja tendrá dos hijas, Salomé (1919) y Núria
(1922). El mismo año 1918 contraerá la terrible enfermedad pulmonar que le
llevará a la tumba. Pero el joven escritor no se hunde e intentará, gracias a
la ayuda de sus amigos filántropos (Emili Badiella i Lluís Planduria), curar su
enfermedad acudiendo a sanatorios tanto en el Guadarrama como en los Pirineos
franceses. Salvat-Papasseit es un hombre que se muestra siempre optimista y que
lo describirá en versos como en “Tot l’enyor de demà” (Toda la añoranza de
mañana), que dice:
Ahora que estoy en cama,
enfermo
estoy muy contento.
-Me levantaré mañana
y he aquí lo que me
espera:
Unas plazas radiantes de
luz,
Y unos setos con flores
bajo el sol
bajo la luna cuando anochece;
y la joven que trae la
leche
que es un poco alocada
y lleva un delantal
con las orillas de encaje.
Y una sonrisa fresca.
Y aquel chaval que vocea
el periódico,
que sube a los tranvías
y los baja
corriendo.
Y el cartero
que me angustia si pasa
sin dejarme una carta,
porque no sé el secreto
de las otras que lleva.
También el aeroplano
que me hace levantar la
cabeza
como si me llamara una
voz desde el tejado.
Y las mujeres del barrio
Madrugadoras
que cruzan deprisa hacia
el mercado
con cestas amarilla,
y vuelven
rebosantes de coles,
y a veces de carne,
y otras de rojas
cerezas.
Y después el tendero,
que saca el tostador de
café
y empieza a girar la manivela,
y llama a las muchachas
y
les dice: -¿No queréis nada más?
y las chicas sonríen
con su sonrisa clara,
como el aroma que sale
de la esfera que él rueda.
Y todos los chiquillos
del barrio
que armarán tanto ruido
porque ya será jueves
y no irán a la escuela.
Y los juiciosos caballos
y los carreteros dormidos
bajo el toldo en punta
que baila al compás de las
roderas.
Y el vino que hace días
que no bebeo.
Y el pan,
ya en la mesa.
Y la sopa dorada,
humeante.
Y vosotros, amigos,
porque vendréis a verme
y nos miraremos felices.
Todo esto me espera
si
me levanto
mañana.
Y si no puedo hacerlo
nunca más,
he
aquí lo que me espera:
-Vosotros
os quedaréis,
viendo
lo bueno que es todo:
y
la Vida
y
la Muerte.
Salvat,
más cerca del modernismo de Maragall que del novecentismo de Carner, se sentirá
vanguardista y, desde su posición ideológica, promoverá las publicaciones Un enemic
del poble, Arc Voltaic y Proa.
La primera publicación se subtitulará “Fulla de
subversió espiritual”, en esta hoja de la que salieron 18
números (1917-1919) publicará sus primeros caligramas, diversos artículos y sus
aforismos nietzschianos bajo el título de “Mots-propis”. Uno de estos
pensamientos dice lo siguiente: <<Hay que ser el eterno insurgente, el
eterno maximalista. El elogio de la quimera es el salmo del héroe. La Utopía es
la luz. -¿Qué es lo que hace que los que avanzan se quemen?, si los que no se
mueven no ven la claror… Pero no vale confundir la Utopía con el absurdo, el
absurdo vive hoy.>>
Entre
los colaboradores de Un enemic del poble encontramos a Josep María de
Sucre, Joaquín Folguera, Diego Ruíz, Ángel Samblancat, Francesc Pujols, Joaquín
Torres-García, Rafael Barradas, Valentín de Pedro, Antonio de Ignacios, Cels
Lagar, Hortensia Bagué, Luis Bagaria, Pau Gargallo, etc.
El
poeta vanguardista no se recrea con la ciudad de marfil novecentista, si no que
busca el absurdo bohemio del azar en los dados de marfil:
El
dado de marfil
niño de la suerte
y gafe
y la manzana
al horno que resopla
como más
corre el abanico.
Los ojos
miran los ojos
Y la
palabra está muerta:
El pecado de
las cifras hablará
(Encima
de la mesa el vaso
y
la pálida imagen de la absenta)
Y
mi compañero y yo
Desde
ahora perjurados a jugarnos la vida con el misterio:
LOS
2 EN EL MISMO NÚMERO DEL DADO
Salvat-Papasseit vive
inmerso en la creación, entonces de signo vanguardista: versos libres, caligramas,
palabras en libertad, saltos de línea, frases sin puntuación, imágenes futuristas,
vibraciones… Pero, a pesar de su talante vanguardia, no se olvida de su compromiso
social ni de su temperamento de poeta puro.
Sí en la
Bodega de las Galerías Layetanas se habla de arte clásico, en el mostrador de
la librería de los hermanos Salvat triunfa el arte de vanguardia. Joan
Salvat-Papasseit ha dejado de ser Gorkiano y, poco a poco, construye un nuevo
imaginario. Había nacido el poetavantguardistacatalà... El poema “Linòleum”,
publicado en su primer libro Poemes en ondes hertzianes, dice:
Ahora
estoy embarcado
En
la piragua hindú
(Escríbeme
al Far-West
Me aprovecho
de todo
Para conocer
la memoria que los dioses tienen de mí.
Ahora que mi
mujer duerme confiada
Y el hijito
que vendrá
Y no estamos
en la cola
como otros
de la
panadería
Y
aun un cometa brilla
Y llevo el
tomahawk bajo el brazo
Un
librero de viejo
pasea
braceando mis
Poemas
cada uno de
Ellos inédito
-Es que no
puedo marchar
si antes no
estrangulo al librero.
El poetavantguardistacatalà, a la Mar Vella publica su manifiesto Concepte del poeta: <<I El ritmo de la Vida –una meditadora soledad,
una acción de profeta, un sacrificio así- puede ser solamente una danza. La eurítmica
está en la danza, diversa y curativa de inmutables destinos. Y una filosofía
puede ser establecida gracias a la danza.
Inventar un sistema filosófico contra los ya
preestablecidos, unos sobre otros, dentro de las metafísicas es una solución.
No dentro de la vida. La reflexión severa del filósofo que ama raramente porque
conoce el fondo del fondo del hombre contradice la verdad, que no puede existir
si no es hermosa: pero el Poeta vive, y no hay ningún sistema que valga una
conjura del Poeta.
II Para ser Poeta será necesario primeramente
el deseo de luchar, ALGO MÁS QUE ESTO: la vocación misma, Nosotros, por
ejemplo, tenemos cinceladores maravillosos, pero inútilmente hemos buscado al Poeta; este que esta abajo
creen en Dios y no es místico, rechaza un plebiscito porque no se acompaña de
los viles treinta dineros; este otro no cree, ni en dioses ni en plebiscitos
-ya se acerca al Poeta-, pero no es guerrero y teme el juicio de los hombres
porque son prudentes. El Poeta será, pues, el hombre entusiasta.>>
Los versos de Poema en
ondes hertzianes son la expresión más alta del vanguardismo que
Salvat regala a la literatura catalana. Influenciado por Mallarmé, Apollinaire,
Marinetti, Reverdy, Birot. el poeta sigue las teorías futuristas y cubistas, y, como si fuese un pintor delante la tela blanca, nos
propone su discurso desarticulado y alejada
de la estructura tradicional: <<En general —dice Joaquim Molas—, Salvat utiliza las llamadas “palabras libres” —descubiertas Mallarmé y programadas por
Marinetti—:
uso
de distintos tipos o cuerpos de letra, sustituciones de las palabras por signos
aritméticos, uno de palabras que, en apariencia, flotan caprichosamente,
etc.>>
Salvat-Papasseit
mantendrá relación epistolar con los principales poetas de la vanguardia
europea como el italiano Marinetti, el holandés Theo Van Doesburg, el suizo
Arthur Petronio, el madrileño Guillermo de Torre, etc. Salvat-Papasseit
colaborará en las principales revistas de vanguardia europeas y en las
ultraístas españolas.
Salvat-Papasseit,
en pocos años, desarrollará su obra poética combinándola con su terrible
enfermedad de tuberculosis que lo llevará a la tumba el siete de agosto de 1924
a los treinta años. En estos años publicará L’irradiador
del port i les gavines. Poemes d’avantguarda; Les
conspiracions, La gesta dels estels, El poema de la rosa als llavis y, póstumamente, aparecerá Ossa menor. Fi dels poemes d’avantguarda. También
aparece posteriormente a su muerte el libro de cuentos Els
nens de la meva escala.
Salvat-Papasseit
se convertirá en un Poeta en mayúscula capaz de escribir versos costumbristas,
populares, rebeldes, amorosos, eróticos. Joan Fuster, en el prólogo de la
primera edición de sus Poesies de 1962, afirma: <<Se ha dicho que La
rosa als llavis es el mejor poema erótico de la lengua catalana. La
ponderación podría entenderse, sin riesgo, más allá de la frontera idiomática,
y afirmar que es uno de los mejores poemas de toda la literatura
europea.>> Salvat eleva su poesía erótica a la condición de canto al
amor:
¡Viva el
amor que me ha dado la amiga
fresca y
pulida como un mayo alegre!
Viva el amor
la llamé y ya venía
-tan blanca
es como un sorbo de leche.
Viva el amor
que también Ella ansía:
Viva el
amor:
la
quería y la tomé.
Joan
Salvat-Papasseit publica el 1920 el manifiesto “Contra els poetes en minúscula.
Primer Manifest futurista català”, en donde solo reconoce a Maragall como
verdadero poeta en Catalunya. Salvat, con su Manifiesto, se encara a todo el
canon poético novecentista para decirles: <<Yo os invito poetes, a que seáis
futuros es decir, inmortales, que cantéis hoy como el día de hoy, que no
midáis los versos, ni los contéis con los dedos, ni los cobréis con dinero.
Vivimos siempre de nuevo. El mañana es más bello que el pasado, y si queréis
rimar, podéis rimar pero sed Poetas, Poetas en mayúscula, altivos, valientes,
heroicos y sobre todo sinceros.>>
Frases
Salvat-Papasseit
--Sed,
al menos, cada uno de vosotros, una luciérnaga.
-Sólo
son poetes aquellos que cantan en la lucha y claman en sus canciones.
-Aquel
de vosotros, y por la Libertad, no haya puesto alguna vez su libertad en
peligro, aquel no es joven; que que por la Vida no esté dispuesto a morir,
aquel tampoco es joven. -Ni ser libre ni vivir no se le ha dado a todo el
mundo.
-No pongáis nunca límites a vuestra nobleza;
quiere decir: no haced el mal aunque comporte el bien. -Odiad el tirano aunque
os haya caído inteligente, odiad al ignorante a pesar de que sea esclavo.
(de
“Soy yo, que hablo a los jóvenes”. Un enemic del poble
núm. 15, enero de 1919).
Hagamos
cosas. A aquellos que no hacen nunca nada no los tengáis en cuenta, si no es
para decirles: HACED COSAS O CALLAD. NO SEÁIS EL ESTERCOLERO QUE MOLESTA AL
CAMINANTE. Y si queréis hablar, no les admitamos disputa. Hagamos cosas.
(de Un
enemic del poble, núm. 7, novembre de 1917)
Ferran Aisa Pàmpols,
Barcelona, julio de 2024