30/11/20

Francesc Layret - Ferran Aisa

LA BARANA DEL VENT

LAYRET, CENTENARI D’UN ASSESSINAT

FERRAN AISA

 

Francesc Layret i Foix, va néixer al carrer Sant Pau, 6,  de Barcelona, el 10 de juliol de 1880 en el si d’una família burgesa decantada cap a les idees republicanes. La bona situació econòmica familiar va propiciar que Layret pogués estudiar les carreres de dret i filosofia i lletres. En plena joventut va ser un dels fundadors de l’Associació Escolar Republicana conjuntament a Lluís Companys i altres estudiants progressistes. El 1902 els components d’aquesta associació van participar en la fundació de l’Ateneu Enciclopèdic Popular. Layret va arribar a ser president d’aquesta prestigiosa entitat cultural. La seva carrera política va estar marcada per la progressia lliberal a través de diversos partits republicans. Layret va participar en el moviment de Solidaritat Catalana. El 1906 fou elegit regidor de l’Ajuntament de Barcelona i, més endavant, Diputat a Corts per Sabadell. La seva trajectòria política i la seva popularitat en els mitjans obrers li van fer crear una imatge de polític honrat. Layret col·laborà en els diaris El Poble Català i La Lucha, on va escriure articles de gran transcendència lligats als conflictes socials i polítics d’aquells moments. Són anys de grans esdeveniments mundials com la Gran Guerra, la revolució soviètica i la força de l’anarcosindicalisme a Catalunya. Temps de moviments vaguístics com el de la Canadenca que aconseguirà la jornada laboral de les vuit hores. La lluita social comporta la detenció de nombrosos sindicalistes. Els comitès pro presos no donaven l’abast a l’hora de fer campanyes solidàries o festivals benèfics als teatres del Paral·lel per recaptar fons. Els socors als detinguts es feia extensible a la seva família i, entre altres coses, cercaven ajuda per la defensa penal. L’advocat escollit per la CNT catalana fou Francesc Layret, el qual acceptava col·laborar en la defensa dels sindicalistes sense cobrar pels seus serveis. A l’oficina de Layret treballaven els advocats Joan Casanovas i Lluís Companys, que assistien regularment als judicis en defensa dels treballadors. Layret acudia diàriament a la Model per assabentar-se de la situació dels presoners, ho feia recolzat en unes crosses, doncs era paralític des de la infància. A la repressió governamental cal afegir-hi l’aparició del Sindicat Lliure i de pistolers a sou de la patronal. El 30 de novembre a les set de la tarda, Layret s’havia citat amb l’alcalde de Barcelona Martínez Domingo perquè intercedís per la llibertat del regidor municipal. Malauradament, aquesta reunió no s’arribaria a produir mai... Els presos van començar a ser distribuïts fora de Barcelona: uns foren enviats a Fernando Poo, a la colònia de la Guinea Espanyola; altres a diversos penals espanyols i encara van quedar sindicalistes tancats a la Model i al castell de Montjuïc. Les cordades de presos eren una realitat en aquella Barcelona grisa i trista de l’any 1920. El general Martínez Anido, veritable virrei de Barcelona, va decidir enviar trenta-quatre destacats cenetistes a la fortalesa-presó de la Mola (Maó), entre els quals hi havia els amics de Layret Salvador Seguí i Lluís Companys. La notícia del trasllat a Maó va córrer com la pólvora per la ciutat... Francesc Layret va sortir de casa seva cap a les sis de la tarda, al carrer Balmes, 26, per anar a protestar davant del governador civil pel trasllat dels detinguts, però al carrer l’estaven esperant uns pistolers a sou de la patronal per matar-lo. L’advocat republicà va caure ferit de mort al mig del carrer, al costat del seu portal, mentre anava a pujar a un taxi. La noticia de la seva mort va causar una gran indignació a Barcelona, sobre tot a les barriades obreres. El seu enterrament fou multitudinari, davant la protesta obrera la policia va carregar contra els assistents. Al dia següent la CNT declarava vaga general a tots els rams de la indústria a Barcelona i a Sabadell. La capital catalana viuria uns terribles anys marcats pel pistolerisme...

 Ferran Aisa-Pàmpols

(Barclona, 30 de novembre de 2020

 

 

 

 


29/11/20

La tradición cultural del anarquismo - Ferran Aisa

 

LA TRADICIÓN CULTURAL DEL ANARQUISMO: LOS CERTÁMENES SOCIALISTAS (1885-1890)

 FERRAN AISA

La labor didáctica (casi de epopeya) que llevó a cabo el anarquismo desde los primeros balbuceos de la Primera Internacional hasta la victoria franquista de 1939, nos viene a demostrar que la influencia del anarquismo en el movimiento obrero ibérico no era algo casual, sino el fruto de una enorme dedicación, de un gran esfuerzo, a pesar de todas las contradicciones en que se desarrollaron estas actividades culturales. La lucha didáctica de los anarquistas en todos los campos de la esfera humana permitió su profundo arraigo en las capas sociales más bajas, con lo que el anarquismo español pasó a ser de una teoría utópica a una práctica dinámica y real que posibilitó el auge de una organización de cariz anarquista mayoritaria en la sociedad española, cosa que no sucedió (salvo por algún tiempo en Italia) en ningún otro lugar del mundo. ¿Por qué arraigó el anarquismo en España y no en otros lugares? Este es un enigma que muchos intelectuales han pretendido descifrar; unos afirman que este arraigo viene dado por la religiosidad de los españoles, tesis que sostuvieron historiadores como Brenan, Woodcock y otros han afirmado que por el ruralismo de la España del siglo XIX, como es el caso de Joll, el cual sostiene que el anarquismo se afincó en España porque <<la sociedad anarquista sería aquella en que el hombre, con hábitos de vida frugales y simples, viviría satisfecho de pasarse sin los triunfos de la técnica propios de la era industrial.>>1 También son muchos los que han creído ver este arraigo en las llamaradas “milenaristas” del anarquismo español, basado en una remota tradición histórica que se pierde en el tiempo. Los escritores franceses Bécarud y Lapouge, escribieron sobre estos orígenes del anarquismo hispano: <<Apenas nos asombra que la doctrina anarquista haya descubierto en España uno de sus lugares privilegiados. Una España legendaria y misteriosa obsesiona a cualquiera de nosotros: romántica y mística, individualista y trágica, ardiente, desesperada, esa España de nuestra fantasía parece destinada a la fatalidad libertaria.>>2 Pero, a pesar de todas las tesis que sobre este interesante particular se han escrito, el anarquismo fue una realidad viva en España; el historiador James Joll, escribió: <<El anarquismo fue en España por espacio de casi setenta años una fuerza revolucionaria cuya intensidad no tuvo precedentes en ningún otro país del mundo. Por lo tanto, es en España donde puede observarse más claramente el juego de las afirmaciones y las contradicciones, de la ferocidad y la nobleza, de la visión apocalíptica y de convicción racionalista de que han alardeado los anarquistas.>>3

Los anarquistas (organizados o no) tuvieron la genialidad de dedicarse a difundir la Idea mediante un gran esfuerzo cultural; no sólo se trataba de introducir entre el proletariado las ideas anarquistas, sino que a la vez se pretendía aumentar el nivel humano y progresista de los obreros y campesinos mediante la cultura. Este afán cultural del anarquismo español es descrito por Juan Díaz del Moral, de la manera siguiente: <<No hay Congreso Obrero en donde no se plantee el problema de la enseñanza, en algunos se ha intentado la creación de una Escuela Normal de Maestros; en todos se estimulas a las Asociaciones  para que erijan escuelas; los cruzados de la causa suelen ser grandes lectores de periódicos, folletos y libros de propaganda (de sociología, como ellos dicen), y aun de obras elementales de historia, geografía y ciencias físicas y naturales; en las exaltaciones, hasta las masas muestran un noble afán por instruirse y educarse.>>4 El desarrollo del anarquismo ibérico viene dado, como puede comprobarse, por este afán de superación de sus militantes y la proyección de éstos y sus ideas hacia la sociedad entera, y todo <<con el fin de elevar la cultura del pueblo hasta el nivel necesario para que se convierta en la clase directora de las sociedades humanas.>>5

La cultura libertaria, basada principalmente en el pensamiento anarquista, esbozaba su didactismo en temas de ordinario moralizantes y con un verdadero sentido racional y de acuerdo con la naturaleza: <<El respeto a la mujer, a la igualdad de los sexos en el hogar y en la sociedad; el amor a la naturaleza y a la cultura; la lucha contra el alcoholismo, el tabaco y el juego de azar son motivos constantes de sus artículos periodísticos y de las peroratas de sus mítines. Finalmente, el ácrata íbero acoge con fervor y alía estrechamente su credo a todas las corrientes sociales marcadas con el sello de la novedad. (…) Son muy devotos del esperanto, del naturismo y son vegetarianos hasta el extremo tal, que no falta entre ellos quien sostiene que, hasta la depuración de la Humanidad por estos dos sistemas de vida, no sobrevendrá el reinado de la inefable anarquía.>>6 Esta tradición cultural anarquista, que tuvo sus inicios a mitad del siglo XIX y se extendió durante las tres primeras décadas del siglo XX, fueron las que propiciaron un verdadero movimiento revolucionario de “masas” (aunque no me guste este aforismo), que se tradujo literalmente en la Confederación Nacional del Trabajo.

El campo cultural en que desarrolló su labor el anarquismo es extenso, y va desde las charlas y asambleas obreras hasta las conferencias y mítines públicos; desde las publicaciones, libros y periódicos hasta el teatro; desde las escuelas racionalistas hasta los Ateneos. Como puede verse, el anarquismo, a pesar de todas las persecuciones y procesos que sufrió, se vuelca a difundir el pensamiento y la filosofía ácrata con el fin de inculcar las ansias de superación y de emancipación en los medios sociales en que se desenvuelve. Para comprender la situación en que se encontraba el anarquismo entre los años 1885-1889, en que se desarrollan los dos únicos Certámenes Socialistas celebrados en España, habría que analizar cuál fue el desarrollo de la Internacional  y su decantación hacia el anarquismo, no dejando nunca de existir, pública o clandestinamente, bajo distintos nombres, como: Federación Regional Española (declarada fuera de la ley en 1872); Federación de los Trabajadores de la Región Española (desde 1881 hasta 1889). La Internacional fue sometida a duras pruebas por parte de los distintos gobiernos; la represión fue constante, lo que obligó a núcleos internacionalistas a organizarse clandestinamente. Mientras tanto el Estado montó contra los anarquistas el “Proceso de la Mano Negra”. La brutal represión contra los internacionalistas <<hizo huir a América a muchos obreros, que llevaron a aquellas tierras las nuevas ideas. Fundaron allí núcleos y periódicos ácratas que eran leídos en España.>>7

Los anarquistas, grandes propagandistas, supieron hacer frente a todas las embestidas que sufrieron del poder y de los secesionistas (adictos a la política de Carlos Marx), los cuales, no lograron impedir que este arraigo bakuninista fuese una realidad: <<Los anarquistas, perseguidos sin parar, adquirieron la práctica de actuar a la sombra, en la clandestinidad, mientras que los socialistas procuraban no infringir las leyes establecidas.>>

A partir de los años ochenta y con motivo de la vuelta a la luz de la Internacional, bajo las siglas de FTRE, se enfrentaron dos corrientes en su seno: la ilegalista, mayoritaria sobre todo en Andalucía, y la orgánica, que representaba Catalunya, con Farga Pellicer, Josep Llunas, Pellicer Peraire, etc. Llunas, en el Congreso de Sevilla (1882) había declarado: <<Con las armas de la razón y de la inteligencia, instruyéndonos e ilustrándonos; en una palabra, por medio de la revolución científica, no en motines y asonadas, buscaremos la realidad de nuestros ideales.>>9

Tras el Congreso de Barcelona, celebrado el 20 de marzo de 1881, en el Teatro Odeón, el grupo anarcosindicalista barcelonés impulsó la nueva organización (FTRE), en contra del grupo clandestinista, cuyos exponentes máximos eran García Viñas, Trinidad Soriano, Balasch y Anselmo Lorenzo. Un año después de su fundación la FTRE contaba ya con 218 federaciones y ocho mil afiliados superando la cota más alta que había alcanzado la AIR hispánica a mediados de 1873.10

El nuevo proceso asociativo trajo consigo todo el peso y todas las variantes del anarquismo al campo obrero, desde el insurreccionalismo y la propaganda por el hecho, hasta el florecimiento cultural: <<Desde 1880 a fines de aquel siglo se produjo cierto renacimiento intelectual en los medios anarquistas: fundación del periódico satírico La Tramontana, por Josep Llunas i Pujals (Barcelona, 1881); Primer Certamen Socialista, por el Centro de Amigos de Reus (Tarragona), en 1885; fundación de la revista Acracia en Barcelona, 1886; publicación del periódico El Productor, Barcelona, 1887; Segundo Certamen Socialista, Barcelona, 1889. A estos certámenes concurrieron los mejores escritores del anarquismo español y el más grande de sus pensadores, Ricardo Mella.11 Y como dice Juan Gómez Casas, en su libro La Primera Internacional en España: <<Toda esta tradición dispersa se transmuta en una formidable realidad: la del anarcosindicalismo moderno, 1910-1939.>>12

Con el resurgimiento de la Internacional en los años ochenta, el espíritu de la Alianza de la Democracia Socialista (organización anarquista de carácter clandestino fundada por Bakunin y trasladada a España por Fanelli) floreció nuevamente, pero no como organización, sino de los modos más diversos: <<El programa de la Alianza, es decir, su contenido, era el anarquismo, y éste afloró en la nueva Federación de Trabajadores de la Región Española, que duró hasta 1888. Luego, avanzando en la linde misma del insurreccionalismo y de la propaganda por el hecho, tendencias ya preexistentes, sobre todo en la Andalucía agraria, a las que hizo detonar la represión sistemática  y el clandestinismo y cuya muestra más clara es el interesante y misteriosos asunto de la Mano Negra y de los grupos insurreccionalistas de la Baja Andalucía, aparece el espíritu vivificador de la Alianza en el periodo de florecimiento teórico, que coincide con la decadencia en el plano organizativo. Aquel va unido a los certámenes socialistas de las dos últimas décadas del siglo.>>13

Primer Certamen Socialista

El Primer Certamen Socialista se celebró en la ciudad de Reus (Tarragona), en 185, organizado por el Centro de Amigos de Reus. El Certamen fue impulsado por la citada sociedad con el fin de contribuir al relieve intelectual del movimiento obrero y de las clases medias (sobre todo artesanos, profesores y pequeños comerciantes, que se acercaban a las ideas libertarias). En la circular enviada a periódicos y sociedades obreras, manifestaban: <<Hasta ahora las corporaciones han venido celebrando certámenes literarios, científicos o artísticos, que si bien pueden contribuir a la cultura general del país, no tiene un fin trascendental como el de remover las cuestiones económicas para tratarlas científica y filosóficamente en concurso públicos.>>14 El Centro de Amigos de Reus convocó a las asociaciones obreras y periódicos a que eligiesen los temas y los premios; éstos eran más bien simbólicos u honorarios, y los temas tenían que estar encaminados a desarrollar cualquier tesis que tuviese como finalidad <<la emancipación social.>>15 También es importante reseñar que no se excluía a ninguna lengua viva del certamen <<para que éste tenga un carácter más elevado, cosmopolita y no exclusivista.>>16

Reus conoció en esta década de los ochenta un florecimiento cultural, cuyo foco de irradiación era el Centro de Amigos; el Certamen Socialista fue la cumbre de una intensa labor que llevaron a cabo los anarquistas reusenses. Reus fue -también- la cuna de grandes anarquistas como Josep Llunas, Federico Urales (seudónimo de Juan Montseny), Joan García Oliver… Este último, en su libro de memorias, afirma: <<Reus fue siempre una ciudad liberal. Hasta rebelde. En su Centro de Amigos (un bello eufemismo para encubrir que se trataba de un punto de reunión de los anarquistas) se celebró el Primer Certamen Socialista, otro bello eufemismo que encubría la ideología anarquista de los que participaron.>>17

La convocatoria del Certamen fue distribuida por toda España y por diversos países de Europa, en la misma hacían constar: <<El elemento obrero se agita y piensa. El trabajador en España, como en otras regiones, no es ya el hombre inconsciente que se creía inferior a los demás entes sociales. (…) En consecuencia, hoy la clase obrera se asocia y razona; es decir, a la fuerza del principio de asociación, agrega la fuerza del pensamiento; echa los cimientos de una ciencia social libre de preocupaciones de clase y de escuela. (…) Es, pues, lógico que el trabajador se asocie, se ilustre y se preocupe de la cosa pública, para igualarse a los actuales directores de la sociedad y en su día poder prescindir de ellos. Teniendo, pues, en cuenta estas razones, es por lo que el Centro de Amigos, libre de compromisos de escuela, acordó convocar el primer Certamen Socialista, a los obreros todos y a cuantos por su emancipación trabajan, al objeto de dar una muestra que permita apreciar su valer, sus conocimientos y la razón en que se apoyan.>>18 Se escogieron 16 temas con sus correspondientes premios que iban desde <<una esfera de plata al autor de la mejor memoria sobre la “organización y aspiraciones de la FTRE”>>19 hasta <<una hoja litografiada al autor que mejor interprete el sentido de “Ateísmo, Anarquía y Colectivismo”.>>20

El éxito alcanzado por la convocatoria hizo llover sobre la organización multitud de cartas adhiriéndose al acto y pidiendo el aplazamiento del mismo; en posterior comunicado del Centro de Amigos se daba a conocer que la distribución de los premios se realizaría el día 14 de julio, <<fecha en que se conmemora la toma de la Bastilla por el pueblo de París, primera etapa de las revoluciones modernas.>>21 Para conceder dichos premios se nombró un jurado calificador que estuvo compuesto por: un redactor de La Tramontana, de Barcelona; un redactor de la Federación Igualadina, de Igualada; un redactor de Los Desheredados, de Sabadell; y dos representaciones del Centro de Amigos de Reus. El Jurado no solamente distinguió los 16 temas aludidos, sino que premió diversos accésit y trabajos libres. En la Memoria de la Comisión Organizadora, ante la eminencia del Certamen, se afirmaba: <<Es la primera vez que los obreros socialistas han organizado un certamen, y por esta causa es posible, seguro, que se resiente este acto de las dificultades y del titubear de todo cuanto se efectúa por primera vez.>>22 En este mismo Manifiesto, el Centro de Amigos animaba a otras corporaciones a seguir el camino emprendido <<recogiendo la semilla sembrada por nosotros esta primera vez.>>23 Con el fin de que en segundo certamen se continuara en la propagación regeneradora de las ideas…

El 14 de julio de 1885 se dieron a conocer los nombres de los galardonados y se pasó a la lectura de los trabajos premiados. Un representante del Centro de Amigos hizo el discurso de apertura, habló en catalán, manifestando: <<Per lo tant la classe obrera, que resulta la més perjudicada en l’actual organització de la societat, és la més interessada en què aquests problemes se tractin (…) per adoptar los medis que la ciència i la filosofia aconsellin, a fi de combatre lo injusts i establir los principis de la justícia, la fraternitat i la llibertat.>>24

Entre los distinguidos en el Certamen Socialista de Reus encontramos a Josep Llunas i Pujals,25 por su trabajo “Organización y Aspiraciones de la Federación de Trabajadores de la Región Española.>> Llunas, en su trabajo, da a conocer su tesis partidaria del colectivismo (hay que tener presente que en el marco de aquel certamen confluyeron las dos tendencias principales del anarquismo de aquel tiempo: colectivismo y comunismo anárquico. Llunas, dirá: <<Diferénciense estas dos escuelas, en que mientras los comunistas opinan que no ha de haber en el mundo ninguna clase de propiedad, perteneciendo todo a todos, los colectivistas creen hallar el remedio a todos los males de la humanidad estableciendo la propiedad colectiva de la tierra y de los grandes instrumentos de trabajo, siendo usufructuario de ellos los que la haga producir y consagrando la propiedad individual más completa y absoluta del fruto del trabajo de cada uno, pudiendo dispones de ella como mejor le cuadre. Deben constituir propiedad colectiva, según los ideales de la federación, la tierra, las fábricas, las minas, los buques, ferrocarriles, telégrafos, edificios, máquinas, instrumentos en general de trabajo; y propiedad individual lo que representa producto laborado de uno mismo.>>26

Otro de los trabajos premiados es de Fernando Tarrida del Mármol,27 por “Anarquía, Ateísmo y Colectivismo”, que dice: <<El colectivismo es la aspiración que tiende a reemplazar la moneda dinero por la moneda utilidad, la explotación por el trabajo, la injusticia por la justicia, la usura por la equidad, la escasez por la abundancia, la miseria por el bienestar. (…) El colectivismo difiere esencialmente del comunismo, por el mero hecho de respetar la propiedad bien adquirida, el esfuerzo individual y la libertad ilimitada inherente al hombre.>>28 En lo referente a la Anarquía, manifestaba: <<Siempre ha pesado la autoridad sobre los pueblos, abrumándoles, cual pesada losa de plomo, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días.>>29 Tras analizar la situación social y la importancia que ha tenido siempre la autoridad contra el progreso y las nobles aspiraciones de libertad, afirma que <<la antítesis de tan mortífero veneno, la enemiga de esa serpiente enroscada al cuerpo social, es la anarquía. (…) El derrumbamiento completo de la autoridad y su reemplazo por la administración, he aquí la anarquía.>>30 En lo referente al Ateísmo, Tarrida escribió: <<El ateísmo es la negación de la divinidad. El materialismo, sinónimo de ateísmo, es la ciencia que trata de demostrar y explicar todos los fenómenos naturales y aun los llamados sobrenaturales, por medio de la razón y la verdad, rechazando los subterfugios de la fe y de la teología.>>31

Ricardo Mella, uno de los teóricos anarquistas más fecundo, participó en este Primer Certamen Socialista, con dos trabajos que fueron también galardonados. Para no ser menos, Mella puso su grano de arena en el debate comunismo y colectivismo, uno de sus trabajos se tituló: “Diferencia entre el comunismo y el colectivismo”, en el cual, expone: <<De acuerdo, por tanto, con lo que han venido sustentando siempre los apóstoles del comunismo, digo que: la comunidad es una organización en la que todo es de todos; todos trabajan para todos y halla cada uno la satisfacción de todas las necesidades en el fondo común por todos formado; es aquella soñada organización en que la igualdad más absoluta, la identidad más acabada es el principio, el medio y el fin de todas las cosas; es, en fin, la preponderancia del Estado por el sacrificio del individuo.>>32 Y, sobre el colectivismo, matizará: <<En cambio reconocen al individuo un derecho absoluto a la percepción, a la apropiación del producto íntegro del trabajo, propiedad las más sagrada, la más respetada, pero también la más desconocida por comunistas e individualistas a la par.>>33 El otro trabajo de Ricardo Mella, era un estudio muy detallado de los problemas fundamentales de la emigración en Galicia.

Teobaldo Nieba, <<que poco después se declaró comunista libre>>,34 en su escrito sobre la misión de la mujer en la sociedad del porvenir, dice: <<Ya sabréis, compañeras, que decir Revolución social es decir Federación, Anarquía y Colectivismo. Invocar esta trinidad emancipadora es proclamar la justicia y el derecho, esto es, la autonomía de todos los seres y la solidaridad económica.>>35 Otros trabajos que fueron distinguidos en este primer certamen son: “Influencias de la mujer en las luchas del socialismo revolucionario”, de Léonie Rouzade (Meudon, París); “La bandera del socialismo en manos de la mujer”, de Luis Carreras (Reus); y “Pensativo” de José Serrano y Oteiza (Madrid).36

El éxito de este primer Certamen Socialista fue realmente de gran peso para el movimiento anarquista, realizado en un momento de crisis organizativa, que fue remediado con un auge cultural sin precedentes. En enero de 1886 se funda en Barcelona la revista Acracia, siendo su director Rafael Farga Pellicer; colaborando en ella autores como Anselmo Lorenzo, Ricardo Mella, Eudald Canibell, Fernando Tarrida del Mármol… Acracia se declarará colectivista-anárquica… Un año después, o sea en 1887, aparece también en Barcelona, El Productor, de carácter similar a Acracia, y en la que colaboran Pere Esteve, Cels Gomis, Anselmo Lorenzo, Josep Llunas, Juan Montseny, Antoni Pellicer Peraire, Gaspar Santiñón y Adrián del Valle.37

En los años posteriores al Primer Certamen Socialista y hasta el segundo celebrado en Barcelona, continuará en su apogeo la disyuntiva semántica sobre el comunismo y el colectivismo, tanto en Acracia como en El Productor se convertirán en verdaderas tribunas de debate sobre cuales tiene que ser las posiciones económicas del anarquismo después de la revolución. Federico Urales, en su Evolución de la Filosofía en España, manifiesta: <<Conviene repetir que, tanto los comunistas como los colectivistas, pretendían dotar a los hombres de la más completa libertad y de la más completa igualdad; sólo que los unos veían esta libertad y esta igualdad en el comunismo y los otros en el colectivismo. Así la división no consistía en el propósito sino en el sistema. Por eso los colectivistas, diciendo colectivismo y anarquía, querían decir exactamente los mismo que los comunistas al exclamar comunismo y anarquía.>>38 Mientras tanto el conjunto del anarquismo europeo se había decantado por el comunismo-anárquico, en España, solamente la región de Andalucía había adoptado el comunismo sobre el colectivismo. El resto de la península permanecía fiel al colectivismo, a pesar de ello, numerosos grupos se atrincheraban en sus respectivos periódicos para defender sus posiciones, como La Justicia y La Protesta Humana, ambos editados en Barcelona, y el cariz comunista-anarquista. Tanto Acracia como El Productor abrieron sus páginas a los defensores del comunismo-anárquico, tales como Teobaldo Nieva y Sergio de Cosmos. La influencia del periódico editado en París por Kropotkin, Le Révolté, sería cada vez más decisiva entre los anarquistas españoles. Así, la divergencia entre las dos tendencias se iría atenuando, Urales afirma: <<En todo libro, artículo o colección de periódicos anarquistas de aquel tiempo, vemos marcada la huella de la evolución. Sólo han pasado cuatro años desde 1885, en que se celebró el Primer Certamen Socialista, hasta 1889 en que se celebró el segundo y, sin embargo, es tal la diferencia del uno al otro, no sólo en la significación, tendencia y tolerancia de la doctrina. Sino en la riqueza de argumentos y recursos científicos que para defender ideas exponen los concursantes a aquella fiesta literaria, que no hay manera de establecer punto de comparación, aun siendo casi las mismas personas que concurrieron a ambos certámenes.>>39

El Centro de Amigos de Reus, un año después del Primer Certamen Socialista, organizó una velada literaria socialista, que fue comentada por la revista Acracia de Barcelona: <<Mientras en las demás clases de la sociedad impera el escepticismo más desolador, la clase obrera estudia y espera; cuando la clase imperante ha gastado ya sus ideales, y no posee soluciones para acallar la sed de justicia y progreso de la sociedad presente, los obreros preparan su porvenir con las ciencias y las necesidades humanas. (…) Actos como los celebrados últimamente en Reus, Certamen Socialista, Velada Literaria del Centro de Amigos, y aun improvisada cena o fiesta nocturna en el campo, son indicios, son datos que, acumulados con otros, pueden producir conclusiones luminosas.>>40

Un año antes del Segundo Certamen Socialista, en el Congreso de Valencia se reemplaza la FTRE por la Organización Anarquista de la Región Española; aquel mismo año la tendencia política que se había escindido de la Internacional, siguiendo las consignas de Marx, fundaba en Barcelona la Unión General de Trabajadores, y poco después en Madrid el Partido Socialista Obrero Español, del que sería su principal líder Pablo Iglesias. A nivel ácrata en 1888 se crea en Gracia (Barcelona) el quincenario anarquista-comunista, Tierra y Libertad, siendo director Martí Borrás y colaboradores Juan Montseny, Antonio Apolo y Soledad Gustavo (seudónimo de Teresa Mañé). Este periódico se convertirá en verdadero defensor de la tendencia comunista-anárquica en España. Max Nettlau, en su libro El anarquismo a través de los tiempos, analiza la situación del anarquismo español durante el Segundo Certamen Socialista: <<Al mismo tiempo que se elevaban voces contra la división de los anarquistas en concepciones económicas (v. El Productor,11 y 18 de enero, 8 de marzo, 14 de junio de 1889) y el grupo “Benevento” declaró el 31 de mayo que ningún régimen económico especial deberá ser impuesto a la sociedad nueva; todo trabajo en este dominio económico no es considerado más que como estudio, y como tal, por el perfeccionamiento en economía científica, está en su puesto.>>41 Max Nettlau, más adelante, reseñará la importancia de que Tarrida del Mármol, en su escrito, “La teoría revolucionaria” culmine en la <<anarquía sin adjetivos>>, que venía a representar la evolución del anarquismo español.

Segundo Certamen Socialista

El grupo de Barcelona de la Organización Anarquista organizó en 1889 el Segundo Certamen Socialista como una continuación del celebrado cuatro años antes en Reus. Los organizadores hacían saber en su proclama que el acto sería -también- un homenaje a los obreros y anarquistas de Chicago asesinados por la represión policiaca. Siguiendo el mismo procedimiento que el Certamen de Reus, el grupo organizador, denominado Once de Noviembre, convocó por medio de periódicos y asociaciones obreras a participar en dicho Certamen. El 10 de noviembre de 1889, en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona (donde años más tarde se fundaría la CNT), se abrió el acto del Segundo Certamen Socialista, al que concurrieron: Ricardo Mella, Sergio del Cosmo, Teobaldo Nieva, Anselmo Lorenzo, Soledad Gustavo, Josep Llunas, Garriga Abatas, Fernando Tarrida del Mármol y otros. Los trabajos de este Segundo Certamen Socialista fueron recopilados y publicados en 1890.42

La evolución del anarquismo español des de la tendencia colectivista que tanto fue defendida en Reus, se vería menguada por los escritos de sus propios defensores que ya se acercaban hacia el comunismo-anárquico predominante entre los círculos anarquistas europeos y de los que eran verdaderos propagandistas Kropotkin, Reclus, Malato, Malatesta y Graves. El anarquismo español había tenido una gran influencia de Proudhon y Bakunin, pero también del republicano-federalista Francisco Pi y Margall. No hay que olvidar que la mayoría de los fundadores de la Internacional en España eran federalistas; esta influencia queda bien reflejada en el Laberinto español de Gerald Brenan. El anarquismo tuvo incidencia desde el primer momento en los lugares en que predominaban los federalistas (sobre este particular es interesante ver los mapas de incidencia política en el referido libro de Brenan.43

Ricardo Mella, que en 1889 continuaba siendo colectivista, presentó diversos trabajos que fueron premiados: La Nueva Utopía; La Anarquía; Breves apuntes de las pasiones humanas; El colectivismo, sus fundamentos científicos y El crimen de Chicago (reseña histórica de los sucesos de Chicago en 1886-1887). Como puede comprobarse, la pluma de Mella era muy prolífica, y sus escritos poseían (y poseen) una gran calidad. En el escrito La Nueva Utopía, Mella hace un estudio del funcionamiento económico del porvenir: <<El sistema social de la Nueva Utopía es de una sencillez admirable. Sus dos principios fundamentales son: la libertad y la igualdad. Por la primera, el hombre usa de sus naturales disposiciones, emplea su actividad, aplica sus fuerzas sin estorbo, sin razonamientos perniciosos. La Naturaleza es su único límite. Por la segunda, dispone de cuantos medios necesita para la traducción real de la primera, medios de producción, de estudio y de recreo que le colocan en identidad de condiciones con sus conciudadanos. El contrato o pacto es el único medio de relación, de transacciones, de acuerdos entre los diversos miembros de la sociedad. No hay un pacto único, general y permanente. Hay diversidad de contratos o menos generales y variables, rescindibles y anulables. Todos los elementos naturales, más los producidos por la labor continua de las generaciones, pertenecen al patrimonio universal. La propiedad privada de esos elementos ha sido desterrada de la Nueva Utopía. El productor aislado o asociado cuenta siempre con la posesión usufructuaria de estos medios generales del trabajo.>>44

En los cuatro años que van del certamen de Reus al de Barcelona, la situación ha cambiado. Ricardo Mella, sin abandonar el colectivismo, en este trabajo ya no le preocupa la tendencia económica; su estudio de la sociedad del porvenir podría estar firmada por un comunista, tanto como por un colectivista. Lo mismo ocurre con Tarrida del Mármol y su <<anarquismo sin adjetivos.>> En su escrito La teoría revolucionaria, manifiesta: <<En cualquier caso que nos coloquemos, tanto la forma comunista como la colectivista son perfectamente compatibles con la Ciencia y con la Naturaleza.>>45 Tarrida del Mármol , con su trabajo, preparaba el terreno para una tolerancia y estudio del comunismo; pronto él mismo, como la mayoría de los antiguos colectivistas, reconocería al comunismo-anárquico como una solución tan respetable como el colectivismo. En los Breves apuntes de las pasiones humanas, Mella, concluirá su extenso trabajo, diciendo: <<En una palabra, nosotros rechazamos toda legislación, toda autoridad y toda influencia privilegiada, oficial y legal, aun cuando provenga del sufragio, convencidos de que nunca podrá aprovechar más que a una minoría dominante y explotadora, en detrimento de los intereses de la inmensa mayoría a ella sujeta. Tal es el sentido en que nosotros somos realmente anarquistas.>>46 Como ya he escrito más arriba, el grupo organizador Once de Noviembre (fecha de la ejecución de los anarquistas de Chicago), había escogido esta misma fecha para celebrar el acto del Segundo Certamen Socialista. Sobre este tema, Ricardo Mella realizó un extenso trabajo en el cual narraba todos los pormenores de la tragedia de Chicago, con datos biográficos y los procesos contra Schawb, Neebe, Fischer, Ling, Engel, Fielden, Spies y Parson. Mella, terminó su estudio sobre los acontecimientos de Chicago, afirmando: <<Vamos a empezar de nuevo. Podía haberse previsto. Las señales de los tiempos eran claras y precisas. Pero hay ojos que no ven y oídos que no oyen. Todavía ahora habrá, hay, quien está dispuesto a nuevos crímenes. La tragedia de Chicago es un episodio repetido contantemente, que todavía se repetirás.>>47

El Segundo Certamen Socialista (último de los celebrados en España, posteriormente se celebraron otros dos en Argentina), supuso la gran madure del anarquismo español. Los trabajos presentados fueron de gran calidad y no se centraban solo en el campo ideológico, sino que abarcaban todos los temas interesantes a tener en cuenta de la sociedad. Además (como en el de Reus), también hubo espacio para la creación literaria. Entre los trabajos premiados destacan: El amor libre, de Soledad Gustavo; Capacidad revolucionaria del proletariado, de Anselmo Lorenzo; Del trabajo, considerado como vehículo social y fuente de libertad, de Sergio del Cosmo; Las pasiones humana, de Teobaldo Nieva; Bases científicas en que se funda el colectivismo, de Josep Llunas i Pujals; y como colofón de este Segundo Certamen Socialista, el himno anarquista “Hijos del Pueblo”, con letra y música de un maestro que firmaba con las siglas R. C. R., que resultó ser el músico de una banda militar Rafael Carratalá Ramos. El estribillo dice: <<Rojo pendón / no más sufrir / la explotación / ha de sucumbir. / Levántate, pueblo leal / al grito de revolución social.>>48

A partir del Segundo Certamen Socialista, la evolución del anarquismo español se hizo patente. La evolución seguida en Catalunya Pasó pronto a otras regiones: la atenuación del concepto comunista (rechazado el concepto de comunismo autoritario) fue ganando adeptos, hasta que el movimiento anarquista español se adhirió definitivamente a la postura comunista-anarquista. La última década del siglo XIX estuvo dominada por los procesos, los atentados y la represión contra el movimiento obrero y en particular del anarquista. Las bombas y la propaganda por el hecho fueron duramente castigadas con leyes antianarquistas y con encarcelamientos de miles de obreros y entre ellos de la mayoría de los intelectuales-militantes del anarquismo. Pero, a pesar de tanta represión, el arraigo del anarquismo en el movimiento obrero español fue una realidad que ningún gobierno logró atajar, y así, vemos que tras cada etapa represiva reaparecía el anarquismo con la misma vigencia de siempre: en 1901 se reconstruye en Madrid la FTRE (aunque fracasará); en 1907, en Barcelona, nacerá la Federación de Solidaridad Obrera, que será el germen (tras la famosa Semana Trágica de julio de 1909) de la Confederación Nacional del Trabajo.

Notas bibliográficas:

1.- J. Gómez Casas, prólogo del Proletariado Militante de A. Lorenzo, Zero, Madrid, 1974.

2.- G. Lapouge y J. Bécaraud, Los anarquistas españoles, Laia, Barcelona, 1977.

3.- J. Joll, Los anarquistas, Grijalbo, Barcelona, 1976.

4.- J. Díaz del Moral, Las agitaciones campesinas en Andalucía, Alianza Ed., Madrid, 1979.

5.- Ibíd.

6.- Ibíd.

7.-. J. Gómez Casas, Historia del anarquismo español, Zero, Madrid, 1971.

8.- F. Mintz, La autogestión en la España revolucionaria, La Piqueta, Madrid, 1977.

9.- J. Peirats, La CNT en la revolución española, V. I, Ruedo Ibérico, París, 1971.

10.- J. Termes, Anarquismo y sindicalismo en España (La Primera Internacional, 1864-1881), Grijalbo, Barcelona, 1977.

11.- J. Peirats, Los anarquistas en la crisis política española, Júcar, Madrid, 1976.

12.- J. Gómez Casas, La Primera Internacional, Zero, Madrid, 1974.

13.- J. Gómez Casas, Historia de la FAI, Zero, Madrid, 1977.

14.- Primer Certamen Socialista, Centro de Amigos de Reus, 1885.

15.- Ibíd.

16.- Ibíd.

17.- J. García Oliver, El eco de los pasos, Ruedo Ibérico, Barcelona, 1978.

18.- O. cit., Primer Certamen Socialista

19.- Ibíd.

20.- Ibíd.

21.- Ibid.

22.- Ibíd.

23.- Ibíd.

24.- Ibíd.

25.- Para mayor conocimiento de la figura de J. Llunas, ver Los anarquistas a través de los tiempos de Max Nettlau.

26.- Op. cit., El Primer Certamen Socialista.

27.- Sobre Tarrida del Mármol ver La evolución de la filosofía en España de F. Urales.

28.- Op. cit., Primer Certamen Socialista

29.- Ibíd.

30.- Ibíd.

31.- Ibíd.

32.- Ibíd.

33.- Ibíd.

34.- F. Urales, La evolución de la filosofía en España, Ed. Cultura Popular, Barcelona, 1968.

35.- Op. cit., Primer Certamen Socialista.

36.- Luis Carreras publicó en 1871 París a sangre y fuego, hay una reedición en facsímil de 1979, Calamus Sciptorium, Palma de Mallorca. Sobre Serrano y Oteiza, ver El anarquismo a través de los tiempos de Max Nettlau.

37.- René Lamberet, Mouvements ouvriers et socialistes. L’Espagne, 1750-1939, Les éditions ouvrières, Paris, 1953.

38.- Op. cit. F. Urales, La evolución de la filosofía en España.

39.- Ibíd.

40.- Acracia, edición facsímil, Leteradura, Barcelona 1978.

41.- Max Nettlau, La anarquía a través de los tiempos, Vértice, México, 1978.

42.- Segundo Certamen Socialista, Tipografía de la Academia, Barcelona. 1890.

43.- G. Brenan, El laberinto español, Ruedo Ibérico, París, 1977.

44.- R. Mella, La Nueva Utopía en La evolución de la filosofía en España de F. Urales.

45.- F. Urales, La teoría revolucionaria, en La evolución de la filosofía en España de F. Urales.

46.- R. Mella, Breves apuntes de las pasiones humanas, Tusquets, Barcelona, 1977.

47.- R. Mella, La tragedia de Chicago, Fichas Libertarias, Barcelona, 1977.

48.- Comunismo libertario, CNT, Barcelona, 1978.

Ferran Aisa-Pàmpols

(Adarga, n. 3, Madrid, 1980)