28/4/12

La Internacional/El Primer de Maig de 1890

(Coberta: Giuseppe Pellizza da Valpedo "Il Quarto Stato (1901). Edita: Base. Pàg 263. Barcelona, 2007)


 EL PRIMER "PRIMER DE MAIG" A BARCELONA 1890






El Grup Onze de Novembre, en al·lusió a la data de l'execució dels anarquistes de Chicago, va voler-ne commemorar el tercer aniversari amb la celebració de l'acte magne del Segon Certamen Socialista. Sobre els anomenats "Màrtirs de Chicago", Ricardo Mella va escriure un memorable treball en què narrava tots els detalls de la tragèdia dels sindicalistes nord-americans. L'estudi del gallec aprofundia, amb dades biogràfiques i cronològiques dels fets, en els procesos contra Schawb, Neebe, Fischer, Lingt, Engel, Fielden, Spies i Parsons. Mella hi sentenciava: <<Vamos a empezar año nuevo. Podía haberse previsto. Las señales de los tiempos son claras y precisas. Pero hay ojos que no ven y oídos que no oyen. Todavía ahora habrá quien no quiera ver ni oir. Todavía ahora habrá, hay, quien está dispuesto a nuevos crimenes. La tragedia de Chicago es un episodio repetido constantemente, que todavía se repite>>.
Els socialistes, per la seva banda, en el Congrés Obrer Internacional celebrat el 1889 a París, van decidir organitzar una diada anual arreu del món per reivindicar la jornada de vuit hores en una mateixa data, el primer de maig, en honor dels màrtirs de Chicago. A Barcelona, la primera convocatòria va ser el dia 1 de maig de 1890 i consistí en un míting al teatre Tívoli i una concentració obrera a la plaça de Catalunya. 
L'Organització Anarquista va convocar paral·lelament una vaga indefinida, que fou contestada per les autoritats amb la declaració de l'estat de guerra. El Ban militar signat pel governador civil Luis Antunez proclamava: <<Hago saber que durante el accidentado período de tiempo que llevo al frente de esta provincia he podido adquirir la certidumbre de que el desorden, el vicio, ni muchos menos el crimen, han tenido ni tendrán jamás cabida en la conciencia honrada del obrero catalán. Pero como al amparo del acto que mañana 1º de Mayo tratan de realizar podrían mezclarse elementos extraños dispuestos a incurrir en extravíos o a perpetrar delitos que resueltamente y con todo rigor habría de reprimir, apoyando en la ley, disponiendo, caso necesario, de la fuerza pública, y contando con el concurso oral de este noble país, en el cual confío por creer que unánimante y sin reserva alguna de estar al lado de mi autoridad, para que no se arroje una mancha vergonzosa sobre la justa fama que Barcelona con su cultura ha adquirido en el mundo civilizado, he debido adoptar precauciones encaminadas a impedir todo desmán y castigar todo delito>>.
Els manifest dels treballadors convocant la vaga del Primer de Maig, entre altres coses, deia: <<Trabajadores Compañeros: ¡Salud! Hemos llegado al límite del sufrimiento. El implacable capitalismo, apoderado de todos los medios de civilización, nos ha sumergido en un mar de miserias. Todos cuantos elementos el progreso nos ha proporcionado, para mayor bienestar nuestro, en poder de los señores del dinero se hallan. Industria, comercio, medios de comunicación, instrumentos de trabajo, la pequeña y la gran maquinaria, la escuela, el taller, la ciencia y el arte, todo se halla monopolizado por los dueños del oro. (...)
Tantos siglos de esclavitud, tanta barbarie sufrida, tanta humillación impuesta, que nos ha hecho seres despreciables, cosa explotable, deben tener su fin. (...) Por fin los trabajadores hemos abierto los ojos a la luz, hemos contemplado con repugnancia el crimen social y nos hemos decidido a dejar de ser cosa para ser hombres libres. (...) En el estado actual del mundo, que ningún trabajador pueda asegurarse siquiera el empleo de sus fuerzas productoras, lo que quiere decir que nadie tiene asegurado el pan de cada día, no hay otro remedio, por ahora, que la rebaja de las horas de trabajo. (...) Proletarios: vienen momentos de prueba, de energía; la misma clase privilegiada os muestra su temor profundo; nosotros tenemos en nuestra defensa la justicia; y no necesitamos para la victoria más que una cosa: querer. ¿Queréis, compañeros, el triunfo? Pues no necesitamos más que cruzarnos de brazos el dia 1º de Mayo. Declararnos en huelga voluntaria, no ir al taller ni a la fábrica ese día, y no querer trabajar más si no es con la condición de trabajar sólo ocho horas. (...) ¡Obreros, cumplamos con nuestro deber! Para el 1º de Mayo, pues, contamos que no acudiréis al trabajo y todos juntos enarbolaremos LA BANDERA DE LAS OCHO HORAS. Si queréis ser libres y dignos, exclamad con nosotros: ¡Viva la jornada de trabajo de ocho horas! ¡Viva el 1º de Mayo de 1890! Los Trabajadores Asociados. España, 20 de abril de 1890>>.

Ferran Aisa (La Internacional, el naixement de la cultura obrera, Base, Barcelona, 2007, pp. 213-215.

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