Memoria libertaria, cultura y anarquismo
(Presentación)
Ferran Aisa
Índice
Jules Vallès, cronista de la Comuna
La tradición cultural del anarquismo. Los Certámenes
Socialistas (1885-1890)
Teatro social y anarquista (1888-1909)
La Escuela Moderna: Una experiencia pedagógica en
libertad
El nacimiento de nuestra fuerza, una novela del
movimiento obrero barcelonés de Víctor Serge
La Canadiense, cien años de la conquista obrera de
las ocho horas
Francesc Layret, abogado de los trabajadores
Salvador Seguí, gigante del anarcosindicalismo
catalán
Literatura popular: La Novela Roja
Cultura y Revolución
El Movimiento libertario y la cultura. La obra
constructiva
Joan Puig Elías y Félix Carrasquer, dos personajes
claves de la cultura y la educación libertaria
La socialización de los espectáculos públicos
Lucía Sánchez Saornil, mujer libre y poeta
Mujeres Libres. Un ejemplo libertario durante la Revolución española
(1936-1939)
Revolución económica de Víctor Alba
75 aniversario
de la muerte de Buenaventura Durruti (1896-1936)
De guerras y revoluciones
Las guerrillas urbanas
Puig Antich, condenado a muerte, fue ejecutado
Recordando a Salvador Puig Antich
Publicaciones de la contracultura en España
Crónica de las Jornadas Libertarias Internacionales
La función del Sindicato en la empresa
Juan Gómez Casas
Albert Camus y el pensamiento del mediodía
Los 26 artículos que recogen esta temática cultural
y libertaria fueron publicados en los periódicos y revistas siguientes: Adarga,
Ajoblanco, Avui (Suplement Cultura), Butlletí de la FELLA, Catalunya-CGT, CNT,
Ideas, El Libertario, El Quince de Público, La Lletra A, La
Vanguardia-Cultura’s, Polémica, Solidaridad Obrera, Vaixellblanc.blogspot.com.
Y las conferencias pronunciadas: F. Ferrer i Guàrdia y la Escuela Moderna”,
Casa de las Culturas de Roma (4-5-1997). “Literatura popular: la Novela Roja”
en Ateneu Barcelonès (7-5-2019). “Cultura y Revolución”, Centro Social Pomar de
Badalona. (7-4-1984). “Mujeres Libres. Un ejemplo libertario durante la
Revolución española (1936-1939), Sala Petrarca, Montpellier (3-12-2021). “De
Guerras y Revoluciones”, Ateneu Llibertari de Gràcia (10-6-2017). “La función
del sindicalismo en la empresa”, Sala de Actos de la ONCE de Barcelona (18-10-1984).
A
través de las páginas de Memoria libertaria. Cultura y Anarquismo
podemos seguir la evolución cultural del movimiento anarquista con sus ideas de
transformar la sociedad y de construir un mundo más digno, donde impere la
justicia social y la libertad no sea una palabra vana sino una realidad. Los
anarquistas tuvieron la genialidad de dedicarse a difundirla Idea mediante un
gran esfuerzo cultural: no solo se trataba de introducir entre el proletariado
las ideas anarquistas, sino que a la vez se pretendía aumentar el nivel humano
y progresista de los obreros y campesinos mediante la cultura. Los anarquistas
primero enseñaron a leer y a escribir al proletariado, luego lo ilustraron, de
aquí apareció el obrero ilustrado. El presente trabajo es una recopilación de
artículos publicados en la prensa y de conferencias que forman en sí la memoria
libertaria que nos habla de la Comuna de París, la tradición cultural del
anarquismo, los Certámenes Socialistas, el teatro anarquista, la pedagogía de
la Escuela Moderna, la energía espiritual de la Rosa de Fuego, el movimiento
anarcosindicalista de los tiempos de Salvador Seguí, la Novela Roja, Durruti,
las Mujeres Libres, Lucía Sánchez Saornil, la autogestión y las
colectivizaciones, de las guerras y revoluciones del siglo XX, las guerrillas
antifranquistas, Salvador Puig Antich, la Contracultura, las Jornadas
Libertarias Internacionales, Juan Gómez Casas, el pensamiento del mediodía de
Albert Camus.
Jules Vallès, cronista de la Comuna
El 26 de marzo de 1871 la primavera ha florecido.
París vibra emocionalmente una nueva etapa de su historia, el pueblo está en la
calle sin miedo, esperanzado…, tras la gran victoria proletaria del 18 de
marzo, acude a las urnas para elegir al nuevo ayuntamiento y a los diputados de
la Comuna. Al día siguiente más de doscientos mil ciudadanos se acercan al
ayuntamiento; las calles y plazas están llenas de banderas rojas, banderas
negras, la multitud canta la Marsellesa. Los miembros del comité central,
portando una gran bandera roja, aparecen en un balcón; el poder ha sido
entregado a la Comuna; Ranvier, en nombre del comité, da el grito de guerra:
<<Queda proclamada la Comuna en nombre del pueblo.>>
Hablar de Jules Vallès es hablar de la Comuna, pues
él, aparte de ser un activo participante de la revolución comunal, desde las
barricadas en la calle y desde la tribuna de su periódico Le Cri du Peuple (El grito del pueblo), es miembro electo en las
elecciones comunales y forma parte del comité central de la Comuna en su
calidad de responsable de Enseñanza y Cultura. Vallès, posteriormente, tras la
debacle a sangre y fuego del 26 de mayo con el triunfo de los reaccionarios
encabezados por Thiers, será condenado a muerte, aunque logrará escapar a
Londres, desde donde continuará colaborando en periódicos y escribirá su famosa
trilogía de Jacques Vingtras, verdadera obra de arte de la narrativa épica
francesa: El Niño, El Bachiller y El Isurrecto, es el enfoque de la vida
vista por un rebelde. En mayo de 1968, casi cien años después de la
insurrección comunal, París arde… El pueblo vuelve a estar en la calle… La
Sorbona ha sido ocupada por los estudiantes… Los obreros de todo el país están
en huelga… El sistema burgués se tambalea… París, otra vez, es una fiesta.
Banderas negras, anarquistas. Banderas rojas, marxistas. Y de nuevo los mitos
revolucionarios y sus frases en las paredes: <<Viva la Comuna>> y
<<La libertad empieza por una prohibición: Prohibido prohibir>>. El
mayo francés vino a recordarnos que mientras la injusticia reine en la tierra,
la Comuna vivirá, que como alguien ha dicho, la Comuna vive en cada uno de
nosotros. Y Jules Vallès, desde su antiguo y heroico periódico Le Cri du Peuple, nos recuerda:
<<Tú recogerás nuestra herencia. Hijo de los desesperados, tú serás el
hombre libre.>>
La tradición cultural del anarquismo
La labor didáctica (casi de epopeya) que llevó a
cabo el anarquismo desde los primeros balbuceos de la Primera Internacional
hasta la victoria franquista de 1939, nos viene a demostrar que la influencia
del anarquismo en el movimiento obrero ibérico no era algo casual, sino el
fruto de una enorme dedicación, de un gran esfuerzo, a pesar de todas las
contradicciones en que se desarrollaron estas actividades culturales.
¿Por qué arraigó el anarquismo en España y no en
otros lugares? Este es un enigma que muchos intelectuales han pretendido
descifrar; unos afirman que este arraigo viene dado por la religiosidad de los
españoles, tesis que sostuvieron historiadores como Brenan y Woodcock, otros
han afirmado que por el ruralismo de la España del siglo XIX, como es el caso
de Joll, el cual sostiene que el anarquismo se afincó en España porque
<<la sociedad anarquista sería aquella en que el hombre, con hábitos de
vida frugales y simples, viviría satisfecho de pasarse sin los triunfos de la
técnica propios de la era industrial.>> También son muchos los
que han creído ver este arraigo en las llamaradas “milenaristas” del anarquismo
español, basado en una remota tradición histórica que se pierde en el tiempo.
Los escritores franceses Bécarud y Lapouge, escribieron sobre estos orígenes
del anarquismo hispano: <<Apenas nos asombra que la doctrina anarquista
haya descubierto en España uno de sus lugares privilegiados. Una España
legendaria y misteriosa obsesiona a cualquiera de nosotros: romántica y
mística, individualista y trágica, ardiente, desesperada, esa España de nuestra
fantasía parece destinada a la fatalidad libertaria.>> Pero, a pesar de
todas las tesis que sobre este interesante particular se han escrito, el
anarquismo fue una realidad viva en España; el historiador James Joll,
escribió: <<El anarquismo fue en España por espacio de casi setenta años
una fuerza revolucionaria cuya intensidad no tuvo precedentes en ningún otro
país del mundo. Por lo tanto, es en España donde puede observarse más
claramente el juego de las afirmaciones y las contradicciones, de la ferocidad
y la nobleza, de la visión apocalíptica y de convicción racionalista de que han
alardeado los anarquistas.>> Este afán cultural del anarquismo
español es descrito por Juan Díaz del Moral, de la manera siguiente: <<No
hay Congreso Obrero en donde no se plantee el problema de la enseñanza, en
algunos se ha intentado la creación de una Escuela Normal de Maestros; en todos
se estimulas a las Asociaciones para que
erijan escuelas; los cruzados de la causa suelen ser grandes lectores de
periódicos, folletos y libros de propaganda (de sociología, como ellos dicen),
y aun de obras elementales de historia, geografía y ciencias físicas y
naturales; en las exaltaciones, hasta las masas muestran un noble afán por
instruirse y educarse.>> La cultura libertaria, basada
principalmente en el pensamiento anarquista, esbozaba su didactismo en temas de
ordinario moralizantes y con un verdadero sentido racional y de acuerdo con la
naturaleza: <<El respeto a la mujer, a la igualdad de los sexos en el
hogar y en la sociedad; el amor a la naturaleza y a la cultura; la lucha contra
el alcoholismo, el tabaco y el juego de azar son motivos constantes de sus
artículos periodísticos y de las peroratas de sus mítines. Finalmente, el
ácrata íbero acoge con fervor y alía estrechamente su credo a todas las
corrientes sociales marcadas con el sello de la novedad. (…) Son muy devotos
del esperanto, del naturismo y son vegetarianos hasta el extremo tal, que no
falta entre ellos quien sostiene que, hasta la depuración de la Humanidad por
estos dos sistemas de vida, no sobrevendrá el reinado de la inefable
anarquía.>>
Los Certámenes Socialistas
El Primer Certamen Socialista se celebró en la
ciudad de Reus (Tarragona), en 1885,
organizado por el Centro de Amigos de Reus. El Certamen fue impulsado por la
citada sociedad con el fin de contribuir al relieve intelectual del movimiento
obrero y de las clases medias (sobre todo artesanos, profesores y pequeños
comerciantes, que se acercaban a las ideas libertarias). En la circular enviada
a periódicos y sociedades obreras, manifestaban: <<Hasta ahora las
corporaciones han venido celebrando certámenes literarios, científicos o
artísticos, que si bien pueden contribuir a la cultura general del país, no
tiene un fin trascendental como el de remover las cuestiones económicas para
tratarlas científica y filosóficamente en concurso públicos.>>
El Centro de Amigos de Reus convocó a las
asociaciones obreras y periódicos a que eligiesen los temas y los premios;
éstos eran más bien simbólicos u honorarios, y los temas tenían que estar
encaminados a desarrollar cualquier tesis que tuviese como finalidad <<la
emancipación social.>>15 También es importante reseñar que no
se excluía a ninguna lengua viva del certamen <<para que éste tenga un
carácter más elevado, cosmopolita y no exclusivista.>>
Entre los distinguidos en el Certamen Socialista de
Reus encontramos a Josep Llunas i Pujals, por su trabajo Organización y
Aspiraciones de la Federación de Trabajadores de la Región Española,
Llunas, en su trabajo, da a conocer su tesis partidaria del colectivismo (hay
que tener presente que en el marco de aquel certamen confluyeron las dos
tendencias principales del anarquismo de aquel tiempo: colectivismo y comunismo
anárquico. Llunas, dirá: <<Diferénciense estas dos escuelas, en que
mientras los comunistas opinan que no ha de haber en el mundo ninguna clase de
propiedad, perteneciendo todo a todos, los colectivistas creen hallar el remedio
a todos los males de la humanidad estableciendo la propiedad colectiva de la
tierra y de los grandes instrumentos de trabajo, siendo usufructuario de ellos
los que la haga producir y consagrando la propiedad individual más completa y
absoluta del fruto del trabajo de cada uno, pudiendo dispones de ella como
mejor le cuadre. Deben constituir propiedad colectiva, según los ideales de la
federación, la tierra, las fábricas, las minas, los buques, ferrocarriles,
telégrafos, edificios, máquinas, instrumentos en general de trabajo; y
propiedad individual lo que representa producto laborado de uno mismo.>>
Otro de los trabajos premiados es de Fernando
Tarrida del Mármol27 por Anarquía, Ateísmo y Colectivismo,
que dice: <<El colectivismo es la aspiración que tiende a reemplazar la
moneda dinero por la moneda utilidad, la explotación por el trabajo, la
injusticia por la justicia, la usura por la equidad, la escasez por la
abundancia, la miseria por el bienestar. (…) El colectivismo difiere
esencialmente del comunismo, por el mero hecho de respetar la propiedad bien
adquirida, el esfuerzo individual y la libertad ilimitada inherente al
hombre.>> Ricardo Mella, uno de los teóricos anarquistas más fecundo,
participó en este Primer Certamen Socialista, con dos trabajos que fueron
también galardonados. Para no ser menos, Mella puso su grano de arena en el
debate comunismo y colectivismo, uno de sus trabajos se tituló: Diferencia
entre el comunismo y el colectivismo, en el cual, expone: <<De
acuerdo, por tanto, con lo que han venido sustentando siempre los apóstoles del
comunismo, digo que: la comunidad es una organización en la que todo es de
todos; todos trabajan para todos y halla cada uno la satisfacción de todas las
necesidades en el fondo común por todos formado; es aquella soñada organización
en que la igualdad más absoluta, la identidad más acabada es el principio, el
medio y el fin de todas las cosas; es, en fin, la preponderancia del Estado por
el sacrificio del individuo.>>32 Y, sobre el colectivismo,
matizará: <<En cambio reconocen al individuo un derecho absoluto a la
percepción, a la apropiación del producto íntegro del trabajo, propiedad las
más sagrada, la más respetada, pero también la más desconocida por comunistas e
individualistas a la par.>>
Teobaldo Nieba, <<que poco después se declaró
comunista libre>>,en su escrito sobre la misión de la mujer en la
sociedad del porvenir, dice: <<Ya sabréis, compañeras, que decir
Revolución social es decir Federación, Anarquía y Colectivismo. Invocar esta
trinidad emancipadora es proclamar la justicia y el derecho, esto es, la
autonomía de todos los seres y la solidaridad económica.>> Otros
trabajos que fueron distinguidos en este primer certamen son: Influencias de
la mujer en las luchas del socialismo revolucionario, de Léonie Rouzade
(Meudon, París); La bandera del socialismo en manos de la mujer, de Luis
Carreras (Reus); y Pensativo de José Serrano y Oteiza (Madrid).
El éxito de este primer Certamen Socialista fue
realmente de gran peso para el movimiento anarquista, realizado en un momento
de crisis organizativa, que fue remediado con un auge cultural sin precedentes.
En enero de 1886 se funda en Barcelona la revista Acracia, siendo su director Rafael Farga Pellicer; colaborando en
ella autores como Anselmo Lorenzo, Ricardo Mella, Eudald Canibell, Fernando
Tarrida del Mármol… Acracia se
declarará colectivista-anárquica… Un año después, o sea en 1887, aparece
también en Barcelona, El Productor,
de carácter similar a Acracia, y en
la que colaboran Pere Esteve, Cels Gomis, Anselmo Lorenzo, Josep Llunas, Juan
Montseny, Antoni Pellicer Peraire, Gaspar Santiñón y Adrián del Valle.
El grupo de Barcelona de la Organización Anarquista
organizó en 1889 el Segundo Certamen Socialista como una continuación del
celebrado cuatro años antes en Reus. Los organizadores hacían saber en su
proclama que el acto sería -también- un homenaje a los obreros y anarquistas de
Chicago asesinados por la represión policiaca. Siguiendo el mismo procedimiento
que el Certamen de Reus, el grupo organizador, denominado Once de Noviembre,
convocó por medio de periódicos y asociaciones obreras a participar en dicho
Certamen. El 10 de noviembre de 1889, en el Palacio de Bellas Artes de
Barcelona (donde años más tarde se fundaría la CNT), se abrió el acto del Segundo
Certamen Socialista, al que concurrieron: Ricardo Mella, Sergio del Cosmo,
Teobaldo Nieva, Anselmo Lorenzo, Soledad Gustavo, Josep Llunas, Garriga Abatas,
Fernando Tarrida del Mármol y otros. Max Nettlau, más adelante, reseñará la
importancia de que Tarrida del Mármol, en su escrito, La teoría
revolucionaria culmine en la <<anarquía sin adjetivos>>, que
venía a representar la evolución del anarquismo español.
La evolución del anarquismo español des de la
tendencia colectivista que tanto fue defendida en Reus, se vería menguada por
los escritos de sus propios defensores que ya se acercaban hacia el
comunismo-anárquico predominante entre los círculos anarquistas europeos y de
los que eran verdaderos propagandistas Kropotkin, Reclus, Malato, Malatesta y
Graves. El anarquismo español había tenido una gran influencia de Proudhon y
Bakunin, pero también del republicano-federalista Francisco Pi y Margall. No
hay que olvidar que la mayoría de los fundadores de la Internacional en España
eran federalistas; esta influencia queda bien reflejada en el Laberinto español de Gerald Brenan. El
anarquismo tuvo incidencia desde el primer momento en los lugares en que
predominaban los federalistas. El Segundo Certamen Socialista (último de los
celebrados en España, posteriormente se celebraron otros dos en Argentina),
supuso la gran madurez del anarquismo español. Los trabajos presentados fueron
de gran calidad y no se centraban solo en el campo ideológico, sino que
abarcaban todos los temas interesantes a tener en cuenta de la sociedad. Además
(como en el de Reus), también hubo espacio para la creación literaria. Entre
los trabajos premiados destacan: El amor
libre, de Soledad Gustavo; Capacidad revolucionaria del proletariado,
de Anselmo Lorenzo; Del trabajo,
considerado como vehículo social y fuente de libertad, de Sergio del Cosmo;
Las pasiones humana, de Teobaldo
Nieva; Bases científicas en que se funda
el colectivismo, de Josep Llunas i Pujals; y como colofón de este Segundo
Certamen Socialista, el himno anarquista Hijos del Pueblo, con letra y
música de un maestro que firmaba con las siglas R. C. R., que resultó ser el
músico de una banda militar Rafael Carratalá Ramos. El estribillo dice:
<<Rojo pendón / no más sufrir / la explotación / ha de sucumbir. /
Levántate, pueblo leal / al grito de revolución social.>>
Teatro anarquista
En la última década del siglo XIX aparece con una singular fuerza, sobre todo en las poblaciones
catalanas y más concretamente en Barcelona, el teatro social y anarquista. Y lo
hace dentro de las numerosas actividades culturales que los libertarios llevan
a cabo para propagar la Idea y defenderla del acoso en que se encuentra
sometida por el poder establecido. Precisamente en un periodo de grave
represión para el movimiento libertario y obrero en general, con los procesos
de la Mano Negra en Andalucía, las ejecuciones de Montjuïc, los atentados y la
espiral violenta de las bombas. En un momento de crisis organizativa del
movimiento obrero, debido en su mayor parte a las consecuencias arriba
mencionadas, vemos como los anarquistas se lanzan a la propagación de sus altos
ideales, encontrando en el teatro un móvil adecuado para crear un clima de
agitación cultural y de instrucción libertaria en las capas populares y
trabajadoras.
En un marco social como el arriba descrito, los
centros anarquistas iniciaron de una manera disimulada la propaganda ideológica
por medio de la acción teatral y fue hacia 1896 cuando mayor actividad
desarrollaron; poco después sería promulgada la ley de represión contra el
anarquismo. Aun así, continuaron celebrándose las veladas teatrales de
inspiración libertaria en los Centros Obreros que no habían sido clausurados
por el gobierno y en las salas teatrales comerciales. En un principio la velada
teatral consistía en tres facetas: 1) Edición de un programa que contenía un
escrito doctrinal. 2) Conferencia o discurso preliminar sobre el contenido de
la obra escogida. 3) Representación teatral. Al finalizar la obra se abría un
debate entre los asistentes. La agrupación teatral que adquirió mayor
notoriedad fue Vetllades Avenir promovida por el dramaturgo anarquista Felip
Cortiella. Esta agrupación apareció en el cambio de siglo y se mantuvo con
éxito hasta la Semana Trágica de 1909. Su máximo animador fue Felip Cortiella i
Ferrer (Barcelona, 1871-1937), tipógrafo de oficio, escritor, militante
libertario e ideólogo del arte dramático de tendencia anarquista. Cortiella
llevó a cabo una gran actividad cultural escribiendo teatro, narración,
artículos y poesía. Uno de sus más célebres libros poéticos Anarquines (1898) se inspiraba en las
ideas ácratas de la vida y, a la vez, defendía la lengua catalana como medio de
expresión en el movimiento obrero. Otra de sus facetas fue la traducción de
textos, sobre todo del francés, al catalán, destacando la obra de Mirbeau i de
Ibsen, entre otros autores de la época. El teatro de Ibsen que tenía un
contenido más ético que social arraigó con inusitada fuerza entre los
anarquistas. Un enemigo del pueblo se
convirtió en la pieza fundamental del teatro ácrata, la obra más mimada, con
mayor número de representaciones y editada cientos de veces. Un enemigo del pueblo se estrenó en
Barcelona por primera vez el 14 de abril de 1896 en el Teatro Novedades, el
éxito fue clamoroso y se mantuvo durante mucho tiempo en cartel.30 Pero
los anarquistas no se contentan en que solamente los grupos profesionales
monten ésta y otras obras, los elencos de teatro de orientación libertaria
pasearán el teatro de Ibsen por toda Catalunya y se coordinarán con otros
grupos teatrales de Madrid, Valencia, etc., e, incluso, de otros países como
Italia.
La Escuela Moderna
La Escuela Moderna es fundada por Ferrer gracias al
dinero que recibe como legado de la señorita Meunié, instalándose en la calle
Bailén, número 56, de Barcelona, en pleno Ensanche de la ciudad todavía rodeada
de campos donde Gaudí y compañía levantarán la Barcelona modernista. Será la
primera directora de la escuela Clemencia Jacquinet.
La idea de Ferrer nace con la intención de poner el
alumno en el centro de la educación para que el ser humano aprenda a ser libre,
solidario y respetuoso con su prójimo. En 1901, con la Escuela Moderna, se pone
en práctica por primera vez una experiencia pedagógica en libertad. Para llegar
a cabo su propósito la Escuela Moderna se basará en los puntos siguientes: 1.-
Coeducación de sexos. 2.- Coeducación de clases sociales. 3.- Higiene tanto de
la escuela como del alumno. 4.- Contacto habitual con la naturaleza. 5.- El
juego como esparcimiento y educación. 6.- Trabajos manuales y cuidado de
huertos y jardines. 7.- Laicismo y pacifismo. 8.- Estudio de las ciencias, de
la astronomía, de la historia, de las artes. 9.- Responsabilidad compartida.
10.- Ni premios ni castigos.
Con la Escuela Moderna, por primera vez los niños y
las niñas no son separados por sexo, ni tienen por asignatura el catecismo
católico, ni aprenden listas de reyes, ni estudian las numerosas guerras, ni
memorizan absurdidades y rompen definitivamente con el lema de que la letra con
sangre entra. Otro de los puntos importantes de la Escuela Moderna es el
contacto de alumnos y alumnas con la naturaleza, pues las clases no sólo se
realizan en aulas cerradas, sino en el campo, en la montaña o en la playa. Los
alumnos y alumnas de la Escuela Moderna realizan frecuentes excursiones,
practican juegos al aire libre, se les enseña a ser responsables de sus actos y
a tomar decisiones con respeto a la libertad de los demás.
La Escuela Moderna recoge todas las tradiciones
anteriores de educación racional, integral, mixta y libertaria; y como el
propio Ferrer dice: <<La enseñanza racional es ante todo un método de
defensa contra el error y la ignorancia,>> La Escuela Moderna que nace
con afán de libertad y de inculcar la libertad a niños y niñas desde la
infancia, choca, naturalmente, con el mayor antagonista de la libertad, el
poder, y su cara más significativa, el Estado. Una escuela que inculca unos
valores nuevos de paz y de libertad, y que se manifiesta antimilitarista,
antipatriótica y anticlerical, no puede tener lugar en una sociedad dominada
por unos intereses egoístas e insolidarios; y por eso el poder, ya sea través
del Estado o de la Iglesia, se empeñará en acabar con la libertad de enseñanza
que representa una escuela tan significativa como la Escuela Moderna que
empieza a distribuirse por toda la geografía. En 1908, Ferrer y Guardia fundará
la Liga Internacional para la Educación Racionalista de la Infancia, publicando
el boletín L’École Renovée, que viene
a ser el órgano de extensión de la Escuela Moderna de Barcelona, la cual pronto
se extenderá por diversos lugares de Europa y América. En el primer número de esta
publicación colaboran Piotr Kropotkin, Francisco Ferrer y Guardia, Domela
Neiuwenshuis, Paul Robin, Weizenbaum D’Arsac, J. F. Elslander, Roonda Van
Eysinga. El sueño de la nueva escuela no durará mucho y la reapertura no será
posible siendo cerrará definitivamente en julio de 1909 tras los sucesos de la
Semana Trágica de Barcelona. Esta vez, Ferrer y Guardia, no encontrará el
perdón de sus enemigos, haciéndole responsable del levantamiento popular y de
la quema de conventos e iglesias. Esta vez, ni las campañas internacionales le
salvarán del piquete de fusilamiento.
El Nacimiento de nuestra fuerza de Víctor Serge
Víctor Serge es el pseudónimo del militante obrero
belga de familia rusa que viajó a Barcelona en pleno año 1917 cuando la CNT y
la UGT preparaban la huelga general. En la ciudad condal conoció a Salvador
Seguí y asistió al nacimiento de la gran fuerza obrera que representó la
Confederación Nacional del Trabajo. Víctor Serge se inspiró en el movimiento
anarcosindicalista barcelonés y en Salvador Seguí para presentar el personaje
central de la novela, el sindicalista Darío. La novela glosa el nacimiento del
movimiento obrero anarcosindicalista de Barcelona y centra la narración en los
días anteriores a la huelga general: <<-¿Tomaréis el poder o no? Era
necesario que Darío se explicase. Ellos no eran hombres de poder. Eran
libertarios. (…) El Comité sería un órgano revolucionario provisional que
expresaría la voluntad de la Confederación y no un Gobierno.>>
El diálogo entre el joven profesor extranjero
(Serge) y el sindicalista Darío (Seguí)
están llenos de pensamientos filosóficos sobre la
lucha que llevan a cabo los obreros contra el Capital y la burguesía con el fin
inmediato del triunfo de la revolución social.
La presencia de Barcelona es constante en la novela
de Serge: sus calles, la Rambla, el Barrio Chino, los cafés del Paralelo,
Montjuïc… Víctor Serge describe el inminente auge del anarcosindicalismo y
vaticina el futuro de este movimiento social. En uno de los parajes de la
novela, Darío y el profesor exiliado pasean por Montjuïc, y el primero
contemplando la ciudad dice: <<Esta ciudad la hemos hecho los
trabajadores, la burguesía nos la ha arrebatado, pero un día la conquistaremos
y será nuestra.>> La huelga se perdió, la batalla también, pero tanto
Darío como el profesor sabían que habría más batalla y que alguna vez vencerían
los obreros.
La huelga de la Canadiense
La conquista de la jornada laboral de las ocho horas
fue el resultado de una lucha titánica del movimiento obrero organizado que,
desde los lejanos años de la Primera Internacional, se reivindicaba. Los tres
ochos formaban parte de la mitología de la clase obrera: ocho horas de trabajo,
ocho horas de estudio y esparcimiento y ocho horas de descanso. A partir de
1889, tras el Congreso Socialista de París, se había establecido una fecha
anual el Primero de Mayo para reivindicar la jornada de las ocho horas. La
lucha obrera fue constante, treinta años después se conseguía dicha jornada
laboral en España, primer lugar del mundo en decretarla no gratuitamente sino
tras una dura huelga local que gracias a los principios anarcosindicalistas de
solidaridad se convirtió en general. En 1919 el proletariado catalán afiliado
masivamente a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llevó a cabo dicha
huelga conocida con el nombre de la Canadiense. El 21 de febrero los
trabajadores de la central del Paralelo cortan la luz dejando Barcelona sin
energía. La ciudad queda completamente sin alumbrado público y privado que
afecta a oficinas, talleres, comercios, almacenes, espectáculos, prensa… La
huelga afecta al 70 % de la industria catalana. Paralelamente el capitán
general de Catalunya Joaquín Milans del Boch decreta el Estado de Guerra y
militariza a unos 3.000 trabajadores, que se niegan a trabajar siendo detenidos
y conducidos al Castillo de Montjuïc. El Sindicato Único de Artes Gráficas
aplica la censura roja tanto en las imprentas como en las rotativas de los
periódicos negándose a publicar ningún bando en contra de la huelga de los trabajadores.
El 17 de marzo se inician las negociaciones entre los representantes de la
empresa, el delegado del gobierno y el Comité de Huelga que ha sido excarcelado
para que pueda asistir a las reuniones donde se aprobarán las bases de trabajo
donde entre otras cuestiones laborales se establece la jornada de ocho horas
diarias y se pide la libertad de todos los presos, cosa que conceden
exceptuando unos cuantos obreros que tienen causas pendientes.
Las bases serán ratificadas por los trabajadores en
la Asamblea de la plaza de toros de Las Arenas donde destaca la oratoria de
Salvador Seguí “El Noi del Sucre”, los cuales dan un plazo de 72 horas al
gobierno para que deje libres a todos los trabajadores. El 24 de marzo estalla
la huelga general que durará 15 días, en este intervalo de tiempo, el 3 de
abril el gobierno presidido por el Conde de Romanones firma el Real Decreto
Laboral de las horas o cuarenta y ocho semanales. El 8 de abril termina la
huelga general con la victoria de los trabajadores.
Asesinato de Francesc Layret, abogado de los
trabajadores
A partir de diciembre de 1919 aparece el Sindicato
Libre, las batidas terroristas y la ley de fugas que se dedican a exterminar
trabajadores. Esta situación sería denunciada en las Cortes por Layret,
Posteriormente, Severiano Martínez Anido se haría cargo del gobierno civil y el
general Miguel Arlegui de la Jefatura de Policía, para poner fin a los
atentados y contra atentados hace detener a sesenta y cuatro sindicalistas y
disuelve a la CNT, enviándola a la clandestinidad. Al tener noticia Layret de
que habían sido embarcados hacia Mahón importantes miembros de la CNT y del
Partit Republicà Català, entre los que se encontraban Salvador Seguí, Camilo
Piñón, Josep Viadiu, Martí Barrera, Francesc Comas, Emilio Rueda, Dionisio
Arolas, Ramón Recasens, Francisco Arín i Lluís Companys, entre otros. Cuando
Layret pretendía dirigirse a la Jefatura de Policía junto a la esposa de
Companys para interesarse por los detenidos, a la salida de su domicilio en la
calle Balmes, 26, y cuando iba a subir a un coche, fue abatido por los
pistoleros que le estaban esperando en la calle para matarlo. Layret que debido
a una enfermedad usaba muletas para andar, no tuvo tiempo de reaccionar cayendo
mortalmente herido, a pesar de ser atendido rápidamente en el dispensario de la
calle Sepúlveda, fallecería pocas horas después del fatal tiroteo cruzado
contra su persona. La noticia de su muerte causó un gran estupor en Barcelona y
sobre todo en los barrios obreros, su entierro celebrado el dos de diciembre
fue multitudinario, la policía cargó contra los asistentes. Al día siguiente
una huelga general se extendió entre todos los ramos de la industria de
Barcelona y de Sabadell,
La misma noche del asesinato de Layret, una nota
gubernativa decía que la autoridad se había visto obligada a detener y a
deportar a los dirigentes de las izquierdas proletarias para asegurar sus vidas
contra el odio popular. Más cinismo no se podía esperar del propio
general Martínez Anido, el cual manifestó que si hubiesen deportado también a
Layret no le hubieran matado.
Salvador Seguí “El Noi del Sucre”
Salvador Seguí. de oficio pintor de paredes, será
presidente del Sindicato de la Construcción y poco después secretario del
Comité Regional de la CNT. El militante anarcosindicalista ya era un verdadero
líder el año 1917 cuando participará en los preparativos de la Huelga General
de agosto de aquel mismo año. A su vez vivirá con entusiasmo los hechos
revolucionarios de 1917 en Rusia con el triunfo de la Revolución y la toma del
poder de los bolcheviques. Seguí, además, será el gran promotor del Congreso de
Sants donde la CNT modernizaría su organización con los Sindicatos Únicos. A
pesar de la constante represión gubernamentales, la CNT se convertirá en una
organización fuerte capaz de enfrentarse a la poderosa patronal catalana. La
Organización Confederal pronto pasaría de los setecientos mil afiliados, de los
cuales cuatrocientos mil en Cataluña. Era el año 1919, época de la Huelga de la
Canadiense, cuando el “Noi del Sucre” se convirtió en el elemento principal a
la hora de girar la balanza a favor de la clase obrera que salió victoriosa de
esta dura lucha que, finalmente, será recompensada con la conquista histórica
de las ocho horas de jornada laboral para los trabajadores de toda España. Una
victoria obrera que no será aceptada por la patronal que iniciará, entonces, el
tiempo de la persecución y asesinato de sindicalistas, como fue el caso del
republicano y abogado de la CNT Francesc Layret o la del propio “Noi del
Sucre”, como elementos valiosos entre centenares de otros cenetistas abatidos
por las balas de los pistoleros del Sindicato Libre, de los sicarios de la
patronal o de la misma policía.
Literatura popular: la Novela Roja
La literatura popular nace con el afán de llevar
textos literarios de ficción o de divulgación histórica al gran público de una
manera económica, de extensión reducida y sin grandes pretensiones
intelectuales. Distribuido masivamente en los kioscos, su principal objetivo es
el entretenimiento de los lectores. Este podría ser uno de los conceptos de la
literatura popular que se inició en el siglo XIX y tuvo su máxima aceptación
durante las décadas veinte y treinta. Siguiendo este mismo objetivo de difusión
cultural aparece otro tipo de literatura marcada por la concienciación, la
moral y la ideología. Por tanto, haciendo la competencia a una literatura banal
aparecerá la literatura proletaria. Los
anarquistas se dedicarán a publicar a través de sus periódicos o crearán
editoriales: Biblioteca El Productor, Casa Editorial Prometeo, Publicaciones de
la Escuela Moderna, Editorial Cénit, Biblioteca Ideal, Biblioteca de Estudios
Sociales, Publicaciones de Solidaridad Obrera, Los Pequeños Grandes Libros,
etc. Las ediciones de libros alcanzan un número elevado de ediciones, por
ejemplo, de La conquista del pan de
Kropotkin se llegan a editar 40.000 ejemplares. Lo mismo pasa con novelas
morales como Justo Vives de Federico
Urales. El éxito de la literatura popular abre las puertas a la edición de
libros en formato pequeño (17 x 12,5) y precio reducido asequible a los
bolsillos de los asalariados. La literatura obrerista (ya sea anarquista, socialista o comunista), con
mayor proliferación las de signo libertario, se desparrama por numerosas
colecciones de novelas cortas: Biblioteca Acracia, La Novela Ideal, La Novela
Libre, La Novela Social, La Novela del Pueblo, La Novela Proletaria, Siluetas,
Vidas Revolucionarias, Rojo y Negro, La Novela Obrera, La Novela Nueva, Renovación
Proletaria, Los Nuestros, El Libro Popular, La Novela Roja…
Cultura y Revolución
¿Qué entendemos por cultura?
Realmente resulta muy difícil ponerse a definir o a
conceptuar el significado de la palabra cultura y el marco en que se mueve. Puede que la cultura no sea una ciencia
exacta. En cierta ocasión le preguntaron al novelista norteamericano Mark
Twain, <<¿qué es la cultura?>>, a lo que el escritor escuetamente
contestó: <<lo ignoro>>. También es verdad que el militar
franquista español, Millán Astray, manifestó que cuando oía hablar de cultura
<<desenfundaba su pistola.>> En todo caso podríamos intentar
definir la cultura como una acción que péndula desde la ignorancia hasta la
permisibilidad. Aunque sinceramente la cultura es otra cosa, quizá sea única y
no mil, pero ¿de qué cultura hablamos?
Podría afirmar que de cultura sólo hay una
(naturalmente con las diferencias o matices propios de cada singularidad
marcada por los pueblos respectivos) aunque en la vida cotidiana se nos
presenta de diversas formas, así podemos hablar de una cultura del poder, de
una cultura de masas, de una cultura de la inteligencia o de una cultura del
pueblo. Incluso esas mismas maneras de enfocar la cultura se puede subdividir
en otras tantas maneras de entenderla. Por ejemplo, la cultura del poder se
manifiesta a través del control de la enseñanza, de los medios de comunicación,
de la estética general que cada régimen o gobierno impone a los ciudadanos (o
súbditos) de su propio país a través del dirigismo de las instituciones y
organismos públicos (e incluso privados), la cultura de masas, la publicidad y
el imperialismo cultural. La cultura del poder es completamente alienante y
amorfa (a veces teñida de religiosidad, otras de patriotismo y otras de
populismo), su misión es educar al pueblo en la sumisión, hacer del individuo
un ser anónimo dentro de la masa. Antonio Machado afirmaba que la masa no
existe, la masa tan sólo es un invento de los políticos y los demagogos para
manipularla. Hablar en nombre de la masa es hablar en nombre de nadie.
<<Cuando disparan contra la masa -decía Machado- caen individuos.>>
El fin principal de la cultura del poder es incorporar e integrar a los
individuos o a las llamadas “masas” a la sociedad establecida. También a través
del imperialismo cultural, los estados más poderosos y dominantes van
imponiendo su cultura a otros pueblos. En nuestro ámbito (y en nuestros días)
podríamos hablar de la gran introducción que los Estados Unidos hacen en la
Europa Occidental, no sólo a través del dólar, si no por medio de la difusión
“cultural”, a base de telefilms, cine, hamburgueserías, moda, publicidad, etc.
Con esa “cultura” (ajena a nuestra realidad) van trastocando paulatinamente
nuestra propia raíz cultural, hay gente en Europa (o en el mundo) que ya
conocen mejor la manera de ser de Nueva York o las costumbres de Dallas que las
de su propio pueblo.
¿De qué revolución hablamos?
El tema de este acto Cultura y Revolución, al igual
que he planteado mis dudas sobre el significado exacto de la palabra cultura,
lo mismo podría decir de la palabra revolución; además, ¿de qué revolución
hablamos? Hoy el uso de la palabra revolución ha estado integrada por el
sistema capitalista y todo es revolucionario desde un coche a una nueva moda en
el vestir. Cuando uno a través de la historia ve que se han hecho tantas
revoluciones (se habla de la revolución burguesa, la industrial, la de los
soviets, la de los nacionalsocialistas, la de los castristas, la surrealista,
la de las modas, la de la juventud, la de mayo-68, la libertaria del 36, la
sandinista, la de los claveles, etc.), cualquiera se atreve a definir ¿qué es
la revolución? En todo caso cuando se habla de cultura revolucionaria podría
decirse que es aquella que tiene un claro exponente transformador de la
sociedad y de emancipación del individuo.
La obra constructiva del movimiento libertario
La cultura libertaria centró su discurso en la
solidaridad, la autonomía individual, el federalismo y el apoyo mutuo; y
desarrolló su pedagogía didáctica a través de temas de ordinario moral y
regeneracionista, siempre de acuerdo con las bases de la educación racional y
las leyes de la naturaleza. El anarquismo cultural, que buscaba el
perfeccionamiento humano, predicaba contra los vicios de la sociedad y se
mostraba contraria al alcohol, el tabaco, la prostitución… Desarrolló la idea
de una vida sana e higiénica a través del vegetarianismo, del naturismo y del
ejercicio al aire libre. Sus postulados defendían la libertad del ser humano,
la igualdad de sexos, la liberación de la mujer, el respeto a la tierra, el
laicismo, la abolición de la explotación salarial…
El movimiento libertario organizado se preocupó
primero de enseñar a leer y escribir a los obreros y campesinos, y luego a
ilustrarlos. Las ideas de acción directa, de apoyo mutuo y de solidaridad están
presentes en tota forma de educación libertaria, y en los congresos obreros,
desde la Primera Internacional, se discutió sobre la forma de crear escuelas,
publicaciones, cooperativas, mutuas, ateneos y centros sociales. La meta del pensamiento anarquista era la consecución
de una sociedad de hombres y mujeres libres, que cooperasen juntos en la
administración de las cosas y de la vida, unidos por un pacto de armonía, sin
propiedad privada, dirigentes ni clases sociales.
La pedagogía fue otro de los elementos constructivos
de los anarquistas, que colaboraron en la constitución del CENU (Consejo de la
Escuela Nueva Unificada), que recogía las experiencias de las grandes líneas
renovadoras de la enseñanza y las corrientes pedagógicas libertarias, desde las
técnicas Freinet o Montessori a la Escuela Moderna i la racionalista. Los
anarquistas estuvieron presentes también en los comités locales y en los
Ayuntamientos populares donde cumplieron una importante función organizativa
colaborando con las demás fuerzas antifascista a resolver los problemas inmediatos
de los ciudadanos: abastos, sanidad, comunicación, escuelas, cultura, refugios
antiaéreos, soporte a las milicias, ayuda a refugiados, campañas de
solidaridad, etc.
Joan Puig Elías y Félix Carrasquer, maestros
racionalistas
Siguiendo los cánones de la Escuela Moderna de
Ferrer y Guardia destacan los maestros racionalistas Joan Puig Elías y
Francisco Carrasquer Launed. Los dos dirigieron escuelas racionalistas y
durante la etapa revolucionaria de 1936, Puig Elías presidió el CENU (Consell
Escola Nova Unificada) y Carrasquer fundó la Escuela de Militantes de Aragón.
En 1938 cuando la CNT volvió a entrar en el gobierno de la República, Puig
Elías fue nombrado subsecretario de Instrucción Pública, Félix Carrasquer, por
su parte, continuó creando espacios de educación para los más jóvenes. Puig
Elías y Carrasquer fueron anarquistas íntegros que han sido olvidados en la
vorágine de la desmemoria histórica. De estos dos personajes clave de la
cultura y la educación libertaria hablaremos a continuación.
La socialización de los Espectáculos Públicos
El Sindicato Único de Espectáculos Públicos (SUEP)
de la CNT barcelonesa, una vez vencidos los militares rebeldes en julio de
1936, colectivizó las salas de cine, teatro, frontones, centros deportivos,
estudios de cine, cabaret, music-hall y baile. Tan sólo se libró de la
colectivización el Gran Teatro del Liceo, que quedó nacionalizado bajo los
auspicios de la Generalitat de Cataluña, como Teatro Nacional de Catalunya,
siendo destinado a la ópera, el ballet y la zarzuela. La colectivización se
generalizó en todo el ámbito económico de la sociedad: transporte, servicios
públicos, industria, distribución, comercio y espectáculos públicos.
La colectivización o sindicación afectó a todos los
trabajadores del espectáculo ya fuesen artistas o simples empleados. La
distribución económica se efectuaba a través del Comité Económico que
controlaba los ingresos y regulaba los sueldos de los empleados. La sindicación
se hizo por decreto obligatoria a todos los trabajadores. El Sindicato Único de
Espectáculos Públicos no solo controlaba las salas de cine de Barcelona, sino
también los estudios cinematográficos. Los trabajadores del cine habían
colectivizado los estudios Orphea de Montjuïc, que incluso disponía de una
Orquesta Sinfónica propia. La SUEP puso en marcha el Sindicato de la Industria
del Espectáculo (SIE Films) para promover la creación de películas tanto
documentales de los frentes y de aspectos creativos de la revolución, como de
ficción marcados por una moral anarquista. La cinematografía se convertía en un
arma de propaganda al servicio de la causa revolucionaria. Durante el periodo
revolucionario la industria colectivizada del cine realizó films como Barrios Bajos, Aurora de esperanza, Así
venceremos, Nosotros somos así, Nuestro culpable, En la brecha, Carne de
fieras, Paquete, el fotógrafo público número, etc. En el campo de la
dirección cinematográfica hay que hablar de los realizadores Pedro Puche, Mateo
Santos, Valentín R. Pedro, Antonio Sau, Juan Mariné, Armand Guerra, etc. Entre
los noticiarios y documentales propagandísticos destacan títulos como Reportaje
del movimiento revolucionario de Barcelona,
Aguiluchos de la FAI, Barcelona trabaja para el frente, Un pueblo en armas,
Expedición Antifascista a las Baleares, Ayuda Madrid, Toma de Siétamo, Teruel,
Forjando la victoria…
LUCÍA
SÁNCHEZ SAORNIL, MUJER LIBRE Y POETA
La poeta madrileña Lucía Sánchez Saornil (1895-1970)
había formado parte del movimiento ultraísta, y con el nombre de Luciano de
San-Saor escribió numerosos poemas en las revistas de vanguardia de las
primeras décadas del siglo XX: Cervantes,
Utra, Tableros, Plural, etc. Muy joven, a la edad de 17 año, publicó sus
primeros poemas en Los Quijotes.
Lucía Sánchez Saornil, de familia humilde y obrera, se formó con las buenas
lecturas de los poetas modernistas y simbolistas, sobre todo Antonio Machado y
Juan Ramón Jiménez. Sus anhelos literarios tuvieron que convivir con su trabajo
en la centralita de la Compañía Telefónica y con sus estudios de pintura en la
Academia de Bellas Artes de San Fernando. El ultraísmo era una vanguardia
literaria (y artística) como tantas otras que aparecieron aquellos momentos en
Europa. Una de las pocas mujeres que formará parte de este movimiento será
Sánchez Saornil. Uno de los poemas de su época vanguardista lo publicó en Ultra:
Al final
todos queremos cabalgar
los caballos de bronce de
las glorietas.
Lucía Sánchez Saornil a finales de 1935,
conjuntamente, con Mercedes Comaposada, Amparo Poch y otras mujeres,
participará en la fundación de la revista Mujeres
Libres, Que será el aglutinador del importante movimiento femenino
libertario. Los escritos literarios de Sánchez Saornil se encuentran dispersos
en publicaciones como Mujeres Libres,
Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad y CNT.
Los primeros tiempos de la Revolución de 1936 los vive en Barcelona donde
colabora en las tareas sociales y culturales de la agrupación Mujeres Libres.
En 1937 se traslada de nuevo a Valencia donde pasa a ser redactora del
semanario Umbral. Sánchez Saornil fue
autora de Horas de Revolución y
colaboró en la elaboración del Romancero
de Mujeres Libres. Uno de sus poemas más populares lo escribió tras la
muerte de Durruti. Su Testamento de Durruti fue divulgado por toda la
prensa confederal y libertaria. Un fragmento de dicho poema dice:
¿Qué bala te cortó el paso
-¡maldición de aquella
hora!-,
atardecer de noviembre
camino de la Victoria?
(...) Buenaventura Durruti,
¿quién conoció otra congoja
más amarga que tu muerte
sobre la tierra española?
¡Durruti ha muerto,
soldados;
que nadie mengüe su obra!
(...) Rugen los pechos
hermanos,
las armas al aire chocan;
sobre las rudas cabezas
sólo una enseña tremola.
¡Durruti ha muerto! ¡Malhaya
aquél que mengüe su obra!
Mujeres Libres
La Agrupación Mujeres Libres tuvo dos focos
principales en su fundación situados en Madrid y en Barcelona, respectivamente.
La fundación de Mujeres Libres, realizada por militantes libertarias, tuvo
lugar unos meses antes del 19 de julio, por un lado, en Madrid, Lucía Sánchez
Saornil propuso crear una revista que tuviera la mujer como centro de la
información y el debate. De esta propuesta apareció en abril de 1936 la revista
Mujeres Libres, ejemplar publicación dedicada a la mujer. En Barcelona,
otro grupo de féminas libertarias, organizada con el nombre de Grupo Cultural
Femenino, que realizaba toda clase de actividades relacionadas con la mujer,
fue el otro núcleo de fundadoras. De estos dos grupos femeninos nació la
Agrupación Mujeres Libres, que, junto a la Confederación Nacional del Trabajo,
la Federación Anarquista Ibérica y las Juventudes Libertarias formaría el
Movimiento Libertario Español. En un folleto de la Agrupación presentaban sus
finalidades: I. Emancipar a la mujer de
la triple esclavitud a que, generalmente, ha estado y sigue estando sometida:
esclavitud de ignorancia, esclavitud de mujer y esclavitud de productora. II.
Hacer de nuestra Organización una fuerza femenina consciente y responsable que
actúe como vanguardia en el movimiento revolucionario. III Combatir la
ignorancia capacitando a las compañeras cultural y socialmente, por medio de
clases elementales, conferencias, charlas, lecturas comentadas, proyecciones
cinematográficas, etc. IV. Establecer un intercambio con Sindicatos, Ateneos y
Juventudes Libertarias, a fin de llegar a un engranaje que vigorice nuestro
movimiento revolucionario. V. Llegar a una auténtica coincidencia entre
compañeros y compañeras: convivir, colaborar y no excluirse; sumar energías en
la obra común. VI. Preparar una poderosa aportación femenina a la tarea
revolucionaria constructiva, ofreciendo a las mismas enfermeras, profesoras,
médicas, artistas, puericultoras, químicas, obreras inteligentes: algo más
efectivo que la sola buena voluntad llena de ignorancia. La Agrupación Mujeres
Libres creo en Barcelona, además del Instituto de la Mujer, el Casal de la
Mujer Trabajadora, que dirigía la doctora Amparo Poch Gascón. En el Casal de la
Mujer se impartían cursos de alfabetización, de idiomas, de humanidades y de puericultura.
La revista Mujeres Libres trató temas relacionados con la idiosincrasia
de la mujer. La cuestión femenina, la educación de los niños, la maternidad
consciente, el trabajo intelectual y manual de la mujer, las reivindicaciones
de salario igualitario, la abolición de la prostitución, las cuestiones
sexuales, la enseñanza, la cultura, la poesía, etc. La Agrupación Mujeres
colaboró con el Comité de Propaganda de la CNT-FAI participando tanto en
mítines o charlas en diversos pueblos y ciudades de la retaguardia, como
creando programas de radio de la emisora ECN 1 Radio CNT-FAI hablando de temas
dedicados a la mujer ya fuese de sexualidad, de cultura general o lecturas
poéticas. Siendo las principales interlocutoras Ada Martí, Nita Nahuel, Lucia
Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada. Desde la emisora de radio la doctora
Amparo Poch recita un poema dedicado a los Hogares infantiles:
<<¿La escuela?, espera compañero; / abre en la pared una larga ventana. /
Mejor que la ventana: una ancha puerta. / Mejor que la puerta: tira el tabique.
/ ¡En las praderas, en los bosques, en los llanos, / en los ríos, en los
montes, no hay muros! /Allí la escuela.>>
Mujeres
Libres participó el 8 de marzo de 1937 en el llamado Mitin-Monstruo
Pro-Emancipación de la Mujer” en que intervinieron Federica Montseny, Victoria
Kent, Anna Murià, Félix Martí Ibáñez y Lucía Sánchez Saornil, autora del Himno
de Mujeres Libres. El acto termina con todas las mujeres puestas en pie
cantando su himno: <<Puño en alto mujeres de Iberia / hacia horizontes
preñados de luz / por rutas ardientes, / los pies en la tierra, / la frente en
lo azul. / Afirmando promesas de vida / desafiemos la tradición; / modelemos la
arcilla caliente / de un mundo nacido / del dolor. / Que el pasado se hunda en
la nada. / ¡Qué nos importa del ayer! / Queremos escribir de nuevo / la palabra
mujer. / Adelante, mujeres del mundo, / con el puño elevado al azul. / Por
rutas ardientes. / ¡Adelante, / de cara a luz!>>
Revolución económica
Las
colectivizaciones fueron la obra más importante y original de la Revolución
española. El hecho revolucionario se hizo posible, sobre todo en Cataluña,
Aragón y Levante, gracias al empuje revolucionario de anarquistas y poumistas.
La revolución permitió que los trabajadores realizaran un cambio global en el
sistema productivo y económico. Los obreros, por primera vez de una manera
espontánea, se anticiparon a las decisiones de sus organizaciones, tomando el
control de fábricas, talleres, transportes, servicios, el mundo del espectáculo
y la agricultura. Las colectivizaciones encontraron el soporte de las
organizaciones sindicales CNT y UGT, y también de la Generalitat de Catalunya
que legisló del Decreto de Colectivizaciones y de Control Obrero. Víctor Alba
expone la necesidad de que las nuevas generaciones, ahora que nadie habla de
autogestión, sepan lo que fueron las colectivizaciones obreras y campesinas de
1936-1939. Para dar a conocer esta fructífera época revolucionaria lo hace a
través de testimonios directos. Los militantes obreros entrevistados expresan
su opinión de aquella práctica revolucionaria de la que fueron protagonistas y
manifiestan que, a pesar de los contratiempos de todo tipo, solamente fue la
perdida de la guerra quien acabó definitivamente con las colectivizaciones.
Los
colectivizadores vivieron la plenitud de una época de lucha solidaria
antifascista, pero a la vez de gran creatividad. Y en palabras de una de las
personas entrevistadas: <<Fue lo mejor de mi vida.>>
Durruti
La filosofía de Marx proponía el principio del orden
y de la creación, mientras que Bakunin era partidario del caos y la rebelión.
Rimbaud, por su parte, consideraba que para transformar el mundo primero había
que cambiar la vida. El mundo de las vanguardias y de los movimientos obreros
revolucionarios, que siguieron estos parámetros filosóficos, iniciaron el
camino hacia la emancipación social.
Buenaventura Durruti era un hombre de acción, su
lucha era emancipadora, su carisma anarquista imponía respeto… Durruti hacía de
su acción y de su lucha poesía pura, como quedó patente en la entrevista que le
hizo el periodista Van Passen para el periódico canadiense Toronto Star, donde sus palabras se alzan con una gran sensibilidad
poética: <<Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar
nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la
última fase de su historia. Pero –le repito- a nosotros no nos dan miedo las
ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones –dijo murmurando,
ásperamente-. Y luego agregó: -Ese mundo está creciendo en este
instante.>>
Las palabras de Durruti eran poesía revolucionaria
en acción, una poesía destinada a cambiar la vida y a transformar el mundo.
Pero el 20 de noviembre de 1936 Durruti topó con la parca en la Ciudad
Universitaria de Madrid, por tanto, ahora se cumple 75 años de su muerte.
Durruti murió de un disparo en el pecho. Un disparo que todavía hoy se
desconoce el fusil de donde salió la bala... Se ha hablado mucho de las siete muertes
de Durruti..., pero tal vez la muerte se produjo accidentalmente por la bala
que salió de su propio naranjero. La
muerte de Durruti, como el Aquiles de la tragedia griega, amplió aún más su
condición de héroe. Durruti se convirtió en el héroe libertario por excelencia.
Durruti fue ensalzado y convertido en leyenda por los milicianos de las
columnas confederales que luchaban en el frente contra el fascismo y por los
militantes anarcosindicalistas que, en la retaguardia, habían comenzado a
construir la nueva sociedad bajo el prisma de la autogestión libertaria. El
cuerpo sin vida de Durruti fue trasladado de Madrid a Barcelona y expuesto en
el vestíbulo de la Casa CNT-FAI, en la Vía Layetana que, aquel mismo día, se
llamó Durruti. Su féretro fue cubierto con una bandera roja y negra… Su muerte
generó muchas alabanzas, pero una gran parte de ellas eran falsas, pues muy
pronto traicionaron las aspiraciones revolucionarias de Durruti.
De guerras y revoluciones
Fernando Barbero ha escrito 21 relatos que hacen el
papel del cuentacuentos familiar o amigo que tenía la tradición de explicar a
los más jóvenes historias heroicas o humildes pero llenas de coraje de hechos
reales. El libro ha estado publicado por la editorial Queimada (Madrid, 2016).
Entre los 21 relatos encontramos historias de la
Patagonia con el epicentro de Osvaldo Bayer y del vengador y justiciero el
anarquista alemán Kurt Wilkens que lanzó una bomba contra el militar represor
Horacio Varela y, por ello, conoció el presidio y fue asesinado por la
organización fascista Liga Patriótica Argentina. En otro relato Barbero nos
habla de los túneles construidos en el Vietnam (iniciados durante la guerra por
la liberación contra Francia) que eran verdaderas obras de ingeniería con todo
lo necesario para sobrevivir, relacionarse o escapar bajo tierra. Verdaderos
laberintos con dormitorios, cocinas, salas de reunión, polvorines, etc. Otra
narración titulada Grandola, vila morena tiene como base explicar los
hechos sucedidos en Portugal después que Radio Renascença emitiese la canción
de José Afonso, Grandola, vila morena, inicio de la Revolución de los
claveles del 25 de abril de 1974: <<Cuando el sol brillaba sobre Lisboa,
los portugueses -escribe Barbero- habían recuperado la libertad política y la
felicidad respiraba aires lusos.>>
Siguen relatos dedicados a los guerrilleros urbanos
de los años cuarenta y cincuenta como Facerías, el Maño y Ramón Vila
“Caracremada”. Maquis que no solo
llevaban armas al hombro, si no macutos repletos de libros: <<Son la madre
de Gorki y La bestia
humana de Zola. Vienen de Francia porque traen los
sellos de la CNT.>> Historias de anarquistas a final de los años veinte
por América del Sur bajo el signo de Durruti o anarquistas en bicicleta por
Francia con la figura quijotesca de Cipriano Mera. Historias de la revolución
francesa con baño incluido de Jean-Paul Marat asesinado en la bañera por Marie
Anne Charlotte Corday d’Armont. Interesante es el relato del conocido jefe
cabileño del Rif, Abd-el-Krim, levantado contra las fuerzas coloniales
españolas. Y algunas historias más que hacen de este libro una delicia
inhabitual en los manuales de historia. Matías Escaleras, que ha escrito el
prólogo, dice: <<A veces, no se sabe quién es Goliat y quien es David,
pero hay ocasiones en la Historia en que se sabe bien quien es uno y quien es
otro, ocasiones en que, en efecto, David se enfrenta y vence, al menos,
moralmente, al gigante; ocasiones en las que ambos representan verdaderamente
lo que nosotros creemos que significan esas figuras, el débil venciendo al
fuerte, o la razón inteligente sometiendo a la brutalidad.>>
Las guerrillas urbanas
Las guerrillas urbanas, después de la derrota
republicana de 1939, fueron uno de los máximos exponentes de la lucha
antifranquista. Numerosos guerrilleros libertarios, entre los cuales destacaron
Josep Lluís Facerías, Quico Sabaté, Marcel·lí Massana y Ramon Vila
Capdevila “Caracremada”, murieron combatiendo después de un largo acoso a las
fuerzas de la dictadura franquista.
Las acciones de los guerrilleros se ralentizan,
algún artefacto explosivo o algunas octavillas dan noticia de su existencia.
Facerías muere el 30 de agosto de 1957 en una emboscada en el Paseo de Verdum
de Barcelona. Tres años después, el 5 de enero de 1960, Quico Sabaté, a su
regreso a España, tras un laborioso cerco de la Guardia Civil y el Somatén, cae
en Sant Celoni; y, finalmente, el 6 de agosto de 1963 en Castellnou de Bages,
muere el último de los guerrilleros, Ramón Vila “Caracremada” en un
enfrentamiento con la Guardia Civil, cuando iba a colocar un explosivo en un
tendido eléctrico. Pancho Massana es el único guerrillero superviviente…
Salvador Puig Antich
Salvador Puig Antich había nacido el 30 de mayo de
1948 en Barcelona, muy cerca de la plaza de Sant Jaume, en la calle Paso de la
Enseñanza. Su familia formaba parte del amplio abanico de clase media catalana,
su padre poseía un pequeño negocio de productos químicos y su madre era
maestra. Salvador era el tercero de seis hermanos, dos chicos, Joaquín y él, y
cuatro chicas, Inma, Montse, Carme i Marçona. Su padre había combatido al lado
de la República durante la guerra civil y posteriormente cursó cautiverio tras
la derrota republicana. Puig Antich comenzó a estudiar el bachillerato en la
Salle Bonanova, pero a los doce años fue expulsado por rebelarse contra un
profesor que reprimía a un compañero de clase. Aquel curso lo terminó en un
colegio para niños pobres regentado por los padres Capuchinos. En este colegio
tenían un orfeón infantil y el trato era excelente. Salvador se siente más
libre que en la Salle. Por esta época, como muchos chicos de su época, se hace
“escolta” (versión catalana de los boy-scouts). El contacto con la naturaleza y
con sus compañeros hacen de él un muchacho altruista, generoso con los demás y
siempre dispuesto a lo que haga falta. El curso siguiente pasa a estudiar en
los Salesianos de Mataró, en calidad de internado, hasta terminar el
bachillerato en su rama de letras. En este colegio conocerá y trabará amistad
con el padre Manero, que será diez años después, quien le acompañe en sus
últimos momentos de vida. A partir de los dieciséis años comienza a trabajar
como administrativo (lo hará en tres empresas) y dando clases particulares.
También en estos años se matrícula en el Instituto Maragall para estudiar unas
asignaturas de la rama de ciencias ya que pretende hacer Económicas. En el
Instituto conoce a Xavier Garriga Paituvi y a los hermanos Oriol e Ignasi Solé
Sugranyes. Al terminar el bachillerato cursará Económicas en la Universidad de
Barcelona durante tres años. Es precisamente en esta época, y más concretamente
a partir de mayo de 1968, y de las influencias del mayo francés que muchos
jóvenes se lanzan a la lucha. Puig Antich militará en las Comisiones Obreras de
Barrio y en la Comisión de Estudiantes del Instituto, Son sus primeros
compromisos serios y clandestinos, pero en aquel momento todavía no está de
todo definido y su cabeza es un hervidero de ideas. Lee a los clásicos
marxistas, pero también Bakunin y Kropotkin. Es un apasionado de la lectura,
lee toda clase de literatura, se siente atraído por Proust, pero sobre todo por
la psicología de Freud i Reich. Como los jóvenes de su época queda marcado por
el mayo de 1968 y por los movimientos contraculturales. Le gusta la música pop
(Beatles, Doors, etc.), pero sobre todo tiene predilección por los cantautores
franceses Léo Ferré, George Brassens y George Moustaki. Él mismo escribe poemas
que después canta acompañándose de la guitarra. Hace el servicio militar en
Mallorca y luego pasa al cuartel Blanca Dorita de Ibiza donde es destinado a la
enfermería, de ahí le vendrá el sobrenombre de “El Metge”. Cuando termina la
mili vive una temporada en casa de su hermana Inma. Esta época de reflexión le
llevará definitivamente a asumir su compromiso vital y revolucionario,
integrándose definitivamente en el MIL. El MIL no es un partido, ni un
sindicato, ni tan siquiera un movimiento, sino un lugar común de análisis, de
acción y de propaganda. El MIL nace del movimiento obrero revolucionario de los
años sesenta, de las crisis internas de Comisiones Obreras y de los grupos
autónomos. El verano de 1973, Puig Antich vivirá entre Barcelona y Toulouse. A
su regreso a Barcelona se instala en un piso del paseo de Nuestra Señora del
Coll, junto a los franceses Jean-Claude Torres y Jean-Marc Rouillan. Cinco días
después, el día 15 de septiembre, Oriol Solé Sugranyes, Josep Lluís Pons Llobet
y Jordi Solé Sugranyes atracan la Caja de Ahorros de Bellver de la Cerdanya, al
cabo de dos días de estar sitiados por la Guardia Civil, Oriol y Pons Llobet
son detenidos, mientras que Jordi Solé Sugranyes logra escapar a Francia. A
partir de aquí irán siendo detenidos la mayoría de los militantes del MIL,
entre ellos Sant Soler Amigó, que servirá de cebo para la policía para detener
el día 25 de septiembre en la calle de Girona a Salvador Puig Antich y a Xavier
Garriga Paituvi. En la detención son introducidos en el portal número 70 de
esta calle, en el forcejeo y posterior tiroteo Puig Antich resulta herido y el
policía Anguas Barragán muerto. A partir de esta fecha (tras pasar por el
Hospital Clínico para ser operado), Puig Antich será internado en la cárcel Modelo,
juzgado en Consejo de Guerra y condenado a pena de muerte y a 30 años de
cárcel. En el espacio de tiempo que va de su detención a su juicos, ETA hace
volar por los aires en Madrid, al presidente del gobierno almirante Luis
Carrero Blanco. El régimen franquista clama venganza y Franco sáca la sed de
venganza de los suyos, negándose a indultar a este joven de veinticinco años
que pretendía luchar por la emancipación humana, A pesar de la solidaridad, las
acciones, los telegramas y las presiones internacionales, el gobierno
franquista da el “Enterado” y el día dos de marzos de 1974, Salvador Puig
Antich es agarrotado en la prisión Modelo de Barcelona. El mismo día daban
garrote al polaco Heinz Chez en Tarragona.
Contracultura
Después del mayo de París de 1968, gradualmente,
fueron apareciendo tanto en España
como en otros países occidentales publicaciones
realizadas por grupos marginales,
contraculturales, situacionistas, libertarios,
neoanarquistas o de extrema izquierda. El
fenómeno underground era una herencia de la
contracultura vivida en los años sesenta
en Estados Unidos y en otras naciones occidentales,
por una banda hemos de mencionar
el movimiento hippie, el flower power, las comunas,
los black panthers, el LSD, los
yippies, la filosofía de los hermanos Marx con el
mismo Karl, la música pop y la
protesta contra la guerra del Vietnam; por el otro
la contestación estudiantil, el
situacionismo, los nuevos movimientos artísticos
como fluxus y el mayo de 1968 en
París con la irradiación de intelectuales como
Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Herbert Marcuse o líderes estudiantiles como
Dany Cohn-Bendit. Por otro lado, también juegan un papel importante los
situacionistas con Guy Debord i Raoul Vaneigen o jóvenes filósofos como Bernard
Henry-Lévy. La contracultura beberá de todas estas aguas para intentar crear
una alternativa de cultura antiautoritaria desde la calle en contra de la
cultura oficial, ya sea la de la Universidad o de las élites creadoras. La
contracultura tuvo, más o menos, efectos universales. Me centraré especialmente
en los movimientos contraculturales españoles, y sobre todo catalanes que
mostraron una gran creatividad, sobre todo, en los años setenta y ochenta del
siglo XX. Esta fijación creadora se materializa tanto en la elaboración de
cómics y revistas underground como en
la edición de publicaciones de toda clase. La mayoría tenían en común que son
de vida breve y que se realizaban de una manera voluntaria y amateur, porque,
incluso la venta y la distribución la hacían los mismos autores o redactores de
las publicaciones. Otro de los puntos comunes de estas revistas era la
transgresión del orden establecido, pero no
únicamente contra el franquismo, sino contra el
capital, la moral decadente impuesta
por la iglesia católica y la burguesía nacional y el
politicismo pactista de la mayoría de
partidos políticos y organizaciones sindicales. La
contracultura vive cercana a la divina
acracia del poeta barcelonés Joan Salvat-Papasseit,
que en su tiempo fue también un
creador de hojas literarias de vanguardia. La lucha
creativa de estos grupos
undergrounds ligaba perfectamente con la idea
revolucionaria de las vanguardias
artístico-literarias anteriores a la Segunda Guerra
Mundial. La muerte del dictador
significará un aire de esperanza para el pueblo
español. La tradición libertaria reaparece
en el ambiente festivo de la sociedad. Con un
espíritu cívico cultural y reivindicativo los
actores autogestionan el Cine Diana y convierten el
Born (antigua mercado central de
Barcelona) en un Ateneo Popular. Teatro
experimental, anticine, radios libres,
enseñanza libertaria, happenings, grafitis, poesía
viva, tebeos, revistas y fanzines son
formas habituales de la creación contracultural. Es
decir, cultura para todos y hecha
por todos realizada en la calle en libertad.
Numerosos artistas, poetas y creadores en
general participaran en la vanguardia contracultural
española. Este espejismo
contracultural y libertario recorrió los últimos
años del franquismo y los primeros años
de la transición y duró, más o menos, hasta la
culminación por parte de los grupos
políticos de la firma de los Pactos de la Moncloa,
los cuales condujeron, por un lado
hacia la estabilización del orden democrático
burgués, y por otro a la desmovilización
obrera y política de base que afectará también a la
cultural transgresora.
Crónica de la Jornadas Libertarias Internacionales
Las Jornadas Libertarias Internacionales se celebraron
pues en Barcelona entre el 22 y el 25 de julio de 1977. Antes de empezar el
comité organizador ya había recibido el apoyo de numerosas adhesiones de
intelectuales y artistas de todo el mundo: Jean Paul Sartre, Daniel Guerin,
Gaston Leval, Federica Montseny, José Peirats, Fernando Savater, Georges
Moustaki, Léo Ferré, Agustín García Calvo, José Luis García Rúa, Daniel
Cohn-Bendit, Joan Baez, Fernando Arrabal, Jean-Luc Godard, Costa- Gavras,
Ionesco, Noam Chomsky, Hans Magnus Enzensberger, Abel Paz y mucha gente del
cine: Emma Cohen, Fernando Fernán Gómez, Vicente Aranda, Luis García Berlanga,
José María Nunes, Antonio López Campillo, Antonio Artero, Rafael Azcona, Jordi
Grau, Francesc Bellmunt, Maria Espinosa, Basilio Martín Patino, Ramon Font...
Durante cuatro días el empuje libertaria entroncaba la ciudad de Barcelona con
su historia más rebeldes, volvía a convertirse en la Rosa de Fuego, la capital
mundial del anarquismo. Los debates en el Salón Diana, lleno a rebosar, eran
interminables. El estilo oratorio de mayo-68 parisino estaba presente en la
Barcelona libertaria de julio de 1977.
Los cuatro nudos principales de los debates versaron sobre los siguientes
temas: Valoración de la práctica libertaria internacional desde 1936; El
marxismo y el anarquismo ante las Jornadas Libertarias Internacionales,
Barcelona 1977 - cuestiones del Estado y la política; Movimiento libertario y
organización; y Crítica de la sociedad industrial y alternativas. También
se organizaron mesas redondas sobre diversos temas, tanto en el Salón Diana
como el Parque Güell o en la sede de los Ateneo Libertarios. Los temas
principales que los libertarios trataron eran: autogestión, antimilitarismo,
ecología, sexología, comunas, antipsiquiatría, drogas, problemática de la
mujer, enseñanza, cine, ocio, cultura, juego y trabajo. En la Rambla se colocó
una carpa geodésica que fue retirada por la policía. En el escenario ubicado en
la plaza central del Parque había actuaciones ininterrumpidas de grupos y de
cantantes: Ramon Muns, Jorge Utgés-Royo. Carles Andreu, Pau Riba, Sisa, José
Antonio Labordeta, José Afonso, Los Pavesos, Pablo Guerrero, Araceli Banyuls,
Marina Rossell, Los Peruchos, La Banda Trapera Del Rio, La Propiedad es un
Robo, Daniel Viglietti, Luis Pastor, Triana, Orquesta Platería, Blas Tritono,
Rondalla de la Costa, la General Sonora, Dolores Lafitte, Secta Sónica, Troana,
Gualberto, Suck Electrónico Enciclopédico, Oriol Tramvia ... El baile, la
marcha y el desenfreno estuvieron presentes todas las noches al terminar los
debates, con numerosas ofertas lúdicas que se hacían simultáneamente. El
arrebato sale a escena con la irrupción del pintor travesti Ocaña y su troupe
entre los que se encontraba el dibujante Nazario y el artista Camilo, que
montaron una verdadera orgía pública, al tiempo que invitaban al público a
desnudarse. Esto servirá para que la prensa trate las jornadas de
"pasota" y "amorales", crítica que también vendrá de parte
de algunos sindicatos de la CNT tanto del exilio como del interior.
Durante los días que duraron las jornadas la organización editó el periódico Barcelona Libertaria, que contó con la colaboración del
colectivo redactor de Ajoblanco: Pepe Ribas, Toni Puig,
Francesc Boldú... en el primer número del diario (23 de julio) da la
bienvenida: <<Ante todo queremos transmitir desde estas páginas, un
saludo fraternal y solidario a todos los trabajadores, a todos los oprimidos
del mundo, a todos los que luchan por la causa de la libertad contra el Estado,
contra el Capital, contra el Poder en suma. (...) Por último, la bienvenida
calurosa a los que están aquí, porque Vuestra presencia es la afirmación de que
estamos vivos, de que el anarquismo se renueva cada día, late hoy como ayer y
es eternamente joven, la gran fuerza motora de la verdadera revolución en el
mundo.>>
La función del sindicalismo en la empresa
Por otra parte, el sindicalismo revolucionario de
gran tradición en nuestro país, que tuvo su mayor exponente en la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT), representa todo lo contrario del sindicalismo
expuesto anteriormente. La CNT de cariz anarcosindicalista es un exponente vivo
del sindicalismo revolucionario. Este sindicalismo revolucionario basa su
planteamiento en la Acción Directa y en la Autogestión de los trabajadores, es
decir que, al prescindir de toda clase de intermediarios, el sindicalismo se
libera de tutelas y asume la plena responsabilidad frente a cualquier conflicto
o reivindicación ante la empresa o el Estado. El sindicalismo revolucionario es
apolítico porque ve en la política un campo abierto para la manipulación en la
que los trabajadores siempre se llevan la peor parte. Por ello defiende el lema
de la Primera Internacional: <<la emancipación de los trabajadores será
obra de ellos mismos, o no será.>>
Otros puntos esenciales del sindicalismo
revolucionario son la solidaridad, el apoyo mutuo, la autonomía, el federalismo
y la independencia frente a partidos políticos, Capital y Estado.
A lo largo de la historia sindical han existido y
existen sindicatos patronales, profesionales, de clase y amarillos (creados por
la burguesía en réplica a los sindicatos revolucionarios). Todo este
conglomerado de tipos sindicales influye de una manera u otra en el sindicato
de empresa.
Juan Gómez Casas
Conocí a Juan Gómez Casas, en la calle de la
Libertad de Madrid, la víspera del inicio del V Congreso de la CNT en diciembre
de 1979. Me presentó a diversos compañeros entre los que había el periodista y
escritor Eduardo de Guzmán. Un día después volví a hablar con él en el Pabellón
de la Casa de Campo de Madrid, donde se celebraba el Congreso, entrevistándolo
para Solidaridad Obrera. Pronto deslumbré en su personalidad, marcada
por un aire de timidez y de humildad, una gran humanidad. Para mi generación,
Juan Gómez Casas, era un maestro, leyendo sus magníficos libros descubrimos la
"verdad" que nos había robado el franquismo. Su historia del
anarcosindicalismo español y el de la primera internacional, representaban una
puerta abierta a la memoria colectiva de los españoles.
La admiración que sentía por Juan, al poco tiempo resultó mutua, él en Madrid,
yo en Barcelona, la correspondencia trazó líneas de fraternidad. Sus cartas que
ahora he revisado hablan de proyectos, de ilusiones y de consejos hacia un
joven historiador: <<Sigue por este camino y profundiza en tus
planteamientos históricos, el resultado será la obra bien hecha...>>
Recuerdo, en otra ocasión, un paseo por el barrio
del Raval, en el que hice de cicerone de Juan Gómez Casas y de José Luís García
Rúa, después de una conferencia en San Medir. Paseando por aquellas calles
cargadas de historia, nos detuvimos en el cruce de San Rafael y Cadena, donde
mataron a Salvador Seguí, Gómez Casas, me comentó que el “Noi del Sucre”
representaba el ideal más auténtico del cenetismo. Luego estuvimos cenando en
la Fragua con Pep Castells de anfitrión y Miguel García nos cantó un tango de Gardel.
Continuamos la amistad a través de la revista Adarga que salió a la luz,
por primera vez, en junio de 1980. No solamente fui colaborador de la revista
sino distribuidor en Barcelona. Adarga, se presentaba como una revista
cultural de opinión libertaria y con una visión universal del mundo. La revista
fue de corta vida, la crisis del movimiento libertario se dejó notar... Pero,
una vez pasado el tiempo y analizado su contenido, Adarga, quizá, sea
uno de los proyectos libertarios "frustrados" más interesantes de los
años ochenta. La revista que pretendía ser escudo y también lanza <<en la
defensa de nuestras ideas>>, sucumbió muy pronto por falta de recursos
económicos.
El pensamiento del mediodía de Albert Camus
Si el pensamiento del Mediodía está fundamentado en
la luz solar del Mediterráneo, hay que buscar sus fuentes en la propia Grecia.
Camus, al ofrecernos este pensamiento para analizar el mundo y la historia, nos
invita a reflexionar, y a pensar por nosotros mismos, a dejar las limitaciones y
a sentirnos Sísifos felices: <<Ahora sabemos, al término de esta larga
investigación sobre la revolución y el nihilismo que la revolución, sin más
límites que la eficacia histórica, significa la servidumbre sin límites. Para
evitar este destino, el espíritu revolucionario, si quiere permanecer vivo,
debe fortalecerse, en consecuencia, en las fuentes de la rebelión e inspirarse
en el único pensamiento fiel a estos orígenes, el pensamiento de los
límites.>> El pensamiento rebelde, entroncando con el
del Mediodía, nos conduce inevitablemente a aceptar las condiciones entre la
mentira y la desmesura, es decir que nada tiene un juicio absoluto: <<Lo
irracional limita lo racional, que le da a su vez, su medida. En fin, tiene
sentido aquello que debemos conquistar sobre el no-sentido.>> Y en
palabras de Camus; <<El hombre no es enteramente culpable, pues no
comenzó la historia, ni enteramente inocente, pues la continua.>> Todas
las ideologías, tanto divinas como revolucionarias han intentado salvar ya sea
para esta vida o para la otra al ser humano; ninguna lo ha conseguido. Prometeo
continúa encadenado, ante su destino, el terror y la arbitrariedad, sólo le
queda la rebelión. Aun así, la confianza de Camus en el devenir, en su
pensamiento rebelde del Mediodía, es suficiente motivo de esperanza, aunque sea
la esperanza de los sin mañana: <<Más allá del nihilismo todos nosotros,
entre las ruinas, preparamos un renacimiento. Pero muy pocos lo saben.>>
Para preparar este renacimiento del que nos habla, es necesario luchar y
esforzarse, y rebelarse, aunque sólo sea para hacer frente o resistir, o, como
él mismo escribe: <<Hay que aprender a vivir y a morir y para ser hombre
hay que negarse a ser Dios.>> Y Albert Camus prosigue mostrándonos el
camino hacia su pensamiento del mediodía: <<En el mediodía del
pensamiento, el rebelde rechaza la divinidad para compartir las luchas y el
destino común. Elegimos Ítaca, la tierra fértil, el pensamiento audaz y frugal,
la acción lúcida, la generosidad del hombre que sabe. Es la luz, el mundo sigue
nuestro primer y nuestro último amor. Nuestros hermanos respiran bajo el mismo
cielo que nosotros; la justicia vive. Entonces nace la extraña alegría que
ayuda a vivir y a morir y que en adelante nos negaremos a dejar para más
tarde.>> No hay nada cerrado para este pensamiento de la luz, no hay nada
finito, ni fronteras, solamente los límites de quién reclama para todos, la
libertad que quiere para sí mismo, y prohíbe a todos los que rechaza. Y Camus
acaba diciéndonos: <<No es solamente un esclavo contra el amo, sino
también un hombre contra el mundo del amo y del esclavo.>>
Ferran Aisa-Pàmpols
Barcelona, julio de 2022
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