10/4/21

La cultura anarquista - Ferran Aisa

La cultura anarquista como base de transformación social FERRAN AISA (Historiador)
Rosa de fuego: Barcelona, a caballo de dos siglos, se convierte en la Rosa de Fuego no sólo, como predican los enemigos del anarquismo, por el estallido de las bombas, si no por su espíritu de creación cultural y por su sentido organizativo. Antonio Laredo, miembro del grupo de Afinidad 4 de Mayo y redactor de Tierra y Libertad, que se había exiliado a América a consecuencia del Proceso de Montjuïc, publicaba una carta en La Protesta de Buenos Aires (30-8-1909): <> El anarquismo que arraiga en Cataluña, Andalucía y en otros lugares de España comportará la creación de un movimiento obrero revolucionario original y será el motivo de la aparición de un movimiento cultural liberador. La simbiosis se materializará en el moderno anarcosindicalismo, que integrará en sus postulados de lucha (acción directa, federalismo, soporte mutuo) la cultura y la acción emancipadora. El proletariado catalán mayoritariamente será libertario y, en el resto de la península, mantendrá su hegemonía en Andalucía y algunas zonas de la península ibérica, País Valenciano, Aragón y la zona marítima de Galicia. Des de finales del siglo XIX las publicaciones libertarias editadas en Barcelona y sus alrededores mantenían su influencia en el resto de la península: Acracia, La Ciencia Social, El Productor, El Porvenir Social, La Unión Obrera, El Pan del Pobre, El Eco de Ravachol, El Porvenir Anárquico, Espartaco, La Nueva Idea, Los Desheredados, La Protesta, La Ilustración Obrera, Tierra Libre, Los Descamisados, Avenir, Tierra y Libertad, La Tramontana y La Revista Blanca. En ellas encontramos la colaboración de militantes libertarios y libre pensadores: Rafael Farga Pellicer, Fernando Tarrida del Mármol, José López Montenegro, Ricardo Mella, Anselmo Lorenzo, Teresa Claramunt, Federico Urales, Soledad Gustavo, Josep Prat, Palmiro Marbà, Joan Mir i Mir, Tomás Herreros, Ignasi Clarià, Jaume Brossa, Pere Coromines, Francesc Ferrer i Guàrdia…, y no faltan los artículos de escritores libertarios europeos como Piotr Kropotkin, Rudolf Rocker, Luigi Fabbri, Carlos Malato, Sebastien Faure, Errico Malatesta… El movimiento obrero ácrata barcelonés era mayoritario en la península ibérica desde los tiempos de la Primera Internacional. Los atentados anarquistas en la ciudad Condal de fin de siglo XIX fueron seguidos por una brutal represión del Estado contra todo el movimiento obrero organizado de cariz libertario, sobre todo después de la bomba de Corpus que originó el Proceso de Montjuïc. Los anarquistas sufrieron un duro golpe a base de detenciones masivas, juicios sumarísimos, torturas, cárceles, destierros y fusilamientos. Con el nuevo siglo los trabajadores vuelven a organizarse y el febrero de 1902 las sociedades de resistencia declaran la huelga general en Cataluña, es la primera del siglo XX, en solidaridad con los trabajadores metalúrgicos. La Barcelona proletaria rehace su luz propia centelleante en un universo que irradia “dinamita cerebral” como propaganda pro emancipación humana. La cultura anarquista recoge el pensamiento filosófico y la ética libertaria y la introduce em el seno de las “masas” obreras. Es todo un mensaje libertario dirigido a los revolucionarios del mundo. Barcelona se convertirá en la perla negra del anarquismo mundial. La huelga general revolucionaria de 1902, es el principio de la reorganización obrera del siglo XX, sobre todo de signo libertario. La filosofía libertaria vuelve con fuerza a través de numerosas creaciones alternativas al sistema establecido. Una reorganización que abarca todos los aspectos creativos de una nueva sociedad: sindicatos, ateneos, escuelas, cooperativas, mutuas, orfeones, publicaciones, editoriales, bibliotecas… La reorganización obrera es el fruto de una reflexión de los principales mentores del proletariado tras la pérdida de la huelga en que se pedían nueve horas de trabajo. La represión contra los trabajadores es recogida en un hermoso cuadro por el pintor modernista Ramón Casas, “La Carga”, que se conserva en el Museo de Olot. La Rosa de Fuego del espíritu libertario reaparece en Barcelona con la creación de escuelas como la Moderna de Francisco Ferrer y Guàrdia; periódicos como La Huelga General y Solidaridad Obrera; cooperativas como la Flor de Maig del Pueblo Nuevo; mutuas como la Alianza Obrera, la Protección Social y la Agrupación Mutua del Comercio y la Industria; centros culturales como el Ateneo Enciclopédico Popular, el Centro Fraternal de Cultura y el Ateneo Sindicalista; organizaciones sindicales como el CADCI (Centre Autònom del Comerç i la Industria) y la Federación Solidaridad Obrera. Otra institución que tiene su origen en la huelga general de 1902 es la Caixa, con su nombre primitivo de Caja de Pensiones para el Ahorro y la Vejez. La Caixa nace con la recaudación realizada por los trabajadores y clases menestrales afines a las ideas de libertad, para paliar los males de la represión y convertirse en caja de resistencia para los huelguistas. La campaña solidaria se centró en los periódicos La Publicidad y Tierra y Libertad, recaudándose más de 20.000 pesetas. Tras repartir el dinero entre los obreros necesitados, con los caudales restantes, poco después, el reformador social Francisco Moragas fundaba una entidad bancaria con el fin de constituir una caja de retiro destinada a los trabajadores manuales. También es importante la creación de elencos teatrales como “Vetllades Avenir” dirigida por Felip Cortiella, que estrena obra propia y de autores como Ibsen, Mirbeau, Guimerà, Fola Igúrbide y Dicenta. En 1910, tras la Semana Trágica, la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) abrirá mucho más la distancia entre el movimiento anarcosindicalista y las organizaciones socialistas. Con la organización aparece una nueva pléyade de militantes anarcosindicalista: José Negre, Salvador Seguí, Ángel Pestaña, Joan Peiró, Josep Viadiu, Eusebio C. Carbó, Federica Montseny, Joan García Oliver, Buenaventura Durruti, etc. La CNT, a pesar de la constante represión que sufre, se convertirá en la organización sindical hegemónica de la península ibérica. La emancipación del proletariado: Las ideas emancipadoras de los trabajadores pasaban por la autoformación y por la realización social con tal de fomentar una sociedad humana solidaria y digna. Su fin era la instauración del comunismo libertario, la creación de una sociedad autogestionaria, todo realizado desde una ética anarquista de justicia, fraternidad y apoyo mutuo. Hombres y mujeres lucharon por cambiar la sociedad capitalista por otra sociedad más libre, para conseguirlo fomentaron la creación de un sistema alternativo que empezaba por cambiar su propia vida. Se trataba de fomentar una sociedad que viviese en armonía con la naturaleza a través de una cultura propia alejada de los estamentos del Estado y de la Iglesia. La cultura anarquista como base de transformación social ayudó a fomentar una generación de hombres y mujeres libres que pretendían hacer con su ejemplo de vida un camino responsable hacia la emancipación humana. Y en esa lucha humanista encontramos naturistas y vegetarianos; higienistas y excursionistas; esperitistas; esperantistas; ateístas; cooperativistas; sindicalistas. Los anarquistas integrales son habituales de los baños de mar, hacen salidas a la montaña para practicar ejercicio al aire libre y buscan las fuentes para hacer sus encuentros gastronómicos, festivos y culturales. Practican el desnudismo. Son pacifistas y se muestran contrarios a los ejércitos y a las guerras. Luchan contra los vicios de la sociedad y denuncian los males del alcoholismo y del tabaquismo. Son partidarios del amor libre y se manifiestan contra la prostitución. Promueven el idioma universal esperanto creado por el Dr. Lázaro Zamenhof. Defienden el individualismo como una de las bases del anarquismo. En Barcelona tenemos múltiples ejemplos de anarquismo integral con agrupaciones como los “Amics del Sol”, “Sol y Vida”, “Pentalfa”, “Faros”, “Luz y Libertad”, “Amor y Libertad”, entre muchas otras asociaciones libertarias. En 1908 los anarquistas catalanes crean la asociación esperantista Tero kaj Libereco, los cuales a través de la publicación La Internacional inician un curso de esperanto por correspondencia. Por esta época las clases de esperanto del Ateneo Enciclopédico Popular ya tenían un centenar de alumnos. El setiembre de 1909 los esperantistas participan en el Congreso Internacional de Esperanto, que se celebra en el Palacio de Bellas Artes, el mismo lugar donde un año más tarde se fundará la CNT. A los anarquistas les gusta cantar en grupo y crean orfeones musicales, son melómanos y acuden al último piso del Liceo a escuchar ópera. Entre ellos están los partidarios de la marcha del Tannhauser de Wagner y los que interpretan el Nabucco de Verdi. El anarquista italiano Pietro Gori recreará un himno, con música del Nabucco y letra combativa, dedicado a las reivindicaciones del Primero de Mayo. Los ateneos obreros juegan un papel importante en la formación de las personas, en Cataluña destaca el Ateneo Enciclopédico Popular (AEP), que llegó a tener miles de socios. La historia de este ateneo es, en cierta manera, la historia de la cultura popular de Cataluña en el primer tercio del siglo XX, entidad fundada en 1902 por dos obreros ácratas aficionados a lectura, el albañil Josep Tubau y el cooperativista Eladi Gardó buscaron el apoyo de jóvenes estudiantes con inquietudes sociales como Francesc Layret, Lluís Companys y Luis Zulueta; y, entre todos, fundaron el ateneo. El AEP desarrolló toda su actividad en el campo de la cultura popular creando una escuela, una biblioteca, un gimnasio y una tribuna pública. Y a través de diversas secciones desarrolló sus actividades lúdicas, culturales y sociales. Por sus aulas pasaron eminentes intelectuales y obreros ilustrados que ayudaron a fomentar el conocimiento entre las capas más necesitadas de la población. También fueron importantes las Escuelas Racionalistas que seguían el método de enseñanza de Ferrer y Guàrdia, en este campo destacaron los maestros Joan Puig Elias, Josep Torres Tribó, Félix Carrasquer, Aberto Carsi, Joan Roigé, Màxim Llorca, Floreal Ocaña, Josep Xena. Literatura obrerista: La expresión artística está muy presente en el movimiento obrero a través de autores muy diversos, desde la obra de escritores de pensamiento liberal, pasando por la generación del 98 hasta proletarios autodidactas. Felipe Alaiz, en su ensayo Arte de escribir si arte, dice: <> Pero si hemos de hablar de literatura obrerista la primera considerada con tal adjetivo es la de Anselmo Lorenzo, Justo Vives. Esta novela tiene como protagonista un carpintero, dirigente de una sociedad obrera, enamorado de una joven que ha sido seducida por un tenorio de barrio, pero, finalmente Justo y Pepita recomponen su noviazgo y declaran su amor libre en el Registro Natural del Sindicato de Carpinteros. Anselmo Lorenzo escribió también El banquete de la vida, donde el “abuelo” del movimiento anarquista español reflexiona sobre el sentido de la vida, el respeto de los elementos de la naturaleza y el papel del ser humano en la sociedad. El libro fue un encargo de Ferrer y Guàrdia a Lorenzo para que sirviera de base en la Escuela Moderna sobre la existencia del ser humano en la tierra. La narrativa costumbrista de los bajos fondos de Barcelona, sobre todo del mundo de los gitanos y de la vida marginal del Brrio Chino, tiene su esplendor en las obras de Juli Vallmitjana, La Xava, De la raça que es perd y Sota Montjuïc. Pere Corominas, que sufrió presidió en el Castillo de Montjuïc tras el atentado de la calle Cambios Nuevos, escribió Les presons imaginàries. José Nakens describe, en Cuadros de miseria, la escena miserable en que viven las familias trabajadoras en los bajos fondos de la ciudad. Este espíritu literario rebelde marcado por la indignación lo recoge el joven Joan Salvat-Papasseit que, en 1918, publica Humo de fábrica, prosas sociales firmadas con el nombre de guerra de Gorkiano, en honor a Gorki, son artículos publicados en la prensa obrera y revolucionaria, Justicia Social, Sabadell federal, Los Miserables. Esta última publicación barcelonesa era dirigida por el aragonés Fernando Pintado y uno de sus principales colaboradores era Ángel Samblancat, que proclamava a los cuatro vientos: <> Esta literatura obrerista continúa durante el primer tercio del siglo XX en obras como Sangre en atarazanas de Francisco Madrid; Ruta de titanes de Ricardo Sanz; Los de ayer de Rafael Vidiella; Un pueblo sobre el abismo de Higinio Nora Ruiz; 1945, el advenimiento del comunismo libertario de Alfonso Martínez Rizo; Yo, rebelde de Félix Martí Ibáñez: El amor dentro de 200 años de Albà Rosell; etc. También con las obras de autores extranjeros como Panait Istrati y Vargas Vila, que gozan de una gran popularidad entre la clase obrera. El primero rumano de nacimiento es traducido al castellano por Pere Foix y sus novelas El pescador de esponjas y Kira Kiralina se convierten en éxitos editoriales. Por otro lado, José María Varga Vila, escritor colombiano fallecido en Barcelona en 1933, publica numerosas novelas de estilo folletinesco, pero, muchas de ellas, cargadas de ambiente social. Una de las colecciones editoriales de más éxito es la que publica la familia Urales, La Novela Ideal, que llegó a editar unos seiscientos títulos con unas tiradas que iban de los 10.000 a los 50.000 ejemplares. Los principales autores de esta editorial son Federico Urales, Soledad Gustavo, Federica Montseny, Adrián del Valle, Salvador Cordón, Antonia Maymón, Solano Palacio, José Esgleas, Felipe Alaiz, Alfonso Martínez Rizo, Jacinto Toryho, Mauro Bajatierra, Joan Ferrer, Regina Opisso, María Solà, Pedro Mas de Valois, etc. La novela proletaria o anarcosindicalista cuenta también con autores como Ángel Pestaña, Salvador Cordón, Pedro Luis de Gálvez y Salvador Seguí “El Noi del Sucre”. Este último autor, líder y secretario de la CNT catalana, describe en su narración Escuela de rebeldía su propia vida e incluso se atreve a matar al protagonista de la obra, el obrero Juan Antonio, a cien metros de donde el autor fue asesinado el 10 de marzo de 1923 por los pistoleros a sueldo de la patronal catalana. Del tiempo en que Seguí era el máximo exponente de la CNT destaca la gran novela del militante revolucionario Victor Serge, que plasmó su experiencia en Barcelona en la novela Naisance de notre forcé (El nacimiento de nuestra fuerza), se trata de una de las mejores novelas proletarias del siglo veinte a la altura de Siete domingos rojos de Ramón J. Sender o La Madre de Máximo Gorki. Arte y artistas: Anarquismo y arte a veces se han confundido en una misma cosa o en una misma causa, pues, qué son los creadores sino anarquistas que dan forma a sus sentimientos. Qué son los anarquistas sino artistas de las pasiones humanas. Pensadores como Tolstoi analizan el arte: <> Autores como André Reszler, Estética anarquista, reafirma la posición de Tolstoi: <> El pensador húngaro considera que el artista verdadero es el artista “inocente”. También Jesús Lizano, poeta y filósofo, propondrá ir a la conquista de la inocencia, así termina su poema “A la conquista de la inocencia” el poeta: <<(…) Y porque pienso que un hombre / si deja de ser niño, / que se equivocan las escuelas / que intentan hacernos hombres / prometiéndonos falsos paraísos, / que la anarquía solo será posible / cuando todos seamos niños, / Cuando todos partamos / a la conquista de la inocencia, / que escribo este poema / porque resulta que soy un niño.>> La prensa libertaria presenta numerosos artículos que analizan y reflexionan sobre el arte como Acracia y La Revista Blanca. La primera lleva una sección titulada “Sobre Arte” donde en cada número se reflexiona sobre un aspecto del arte y de los artistas. En abril de 1886 afirman: <> Por otro lado, La Revista Blanca (15-2-1902), en un escrito firmado por Ángel Cunillera, afirma: <>, y critica a los artistas que no son críticos con el poder, apartándose del pueblo y poniéndose al servicio del Capital. El proletariado usará la propaganda artística para exponer muchas de sus ideas, de sus programas o de sus denuncias. Y lo efectúa a través de la pedagogía obrerista de la imagen. Artistas plásticos a través del dibujo impreso en periódicos, revistas, pasquines o carteles exponen a través imágenes ejemplos sociales que llegan muy rápidamente a las clases populares. Una imagen vale más que mil palabras es una realidad en la publicidad ideológica del anarquismo. La prensa ácrata reproduce obras de artistas libertarios o afines al ideal, entre los cuales hay los pintores impresionistas Pisarro, Signac, Monet, Rodin, Van Dongen, Caran d’Ache… Pero también incluye dibujos de artistas autóctonos como Josep Lluís Pellicer, Ricard Opisso, Fagristà, Ramon Casas, Luis Bagaria, Shum, Barradas, Torres-García, Nonell, Ramon Acín, Helios Gómez; etc. El movimiento artístico más cercano a la idea ácrata es el que nace en Zurich en 1914 de la mano del poeta rumano Tristzan Tzara. El movimiento dadá se extiende por Europa y América a través de artistas como Marcel Duchamp y Man Ray, y aparece en Barcelona, durante la Gran Guerra de 1914, con la llegada a la ciudad condal de artistas como Francis Picabia, Artur Cravan, Albert Gleyzer, Gabriele Buffet, Maurice Laurencin, entre otros. En Barcelona publican la revista 391, exponen en la GalerÍa Dalmau y frecuentan los antros bohemios de la Rambla, el Paralelo y el Barrio Chino. La influencia vanguardista de estos autores llega a su cénit en estos años en que también está de moda el futurismo de Marinetti, los caligramas d’Apollinaire i los versos libres de Pierre Reverdy. La obra de la vanguardia influirá a poetas y artistas catalanes como Salvat-Papasseit, J. V. Foix, Joan Miró y Salvador Dalí. Mujeres libertarias: La mujer juega un papel importante en el movimiento anarquista ya sea en la lucha obrera o en el de la creación. Mujeres que participan en las organizaciones liberarías como la CNT, la FAI, las Juventudes Libertarias o SIA (Solidaridad Internacional Antifascista. Durante los años de la República, más concretamente durante la Guerra Civil, destaca el movimiento llamado Mujeres Libres que aparece primero en Madrid con la revista del mismo nombre y luego se crea la agrupación en Barcelona, que jugará un papel importante tanto en Cataluña como en otros lugares de la España republicana. Destacaron Lucia Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada, Soledad Estorach, Amparo Poch, Nita Nahuel, Aurea Cuadrado, Pilar Granjel, Ada Martí, Sara Berenguer y muchas otras. Entre sus creaciones destacan el Casal de la Mujer Trabajadora, los Liberatorios de Prostitución y los Refugios infantiles. Algunas de sus integrantes como la doctora Amparo Poch formaron parte del equipo ministerial de Sanidad de la ministra Federica Montseny. Otras mujeres destacaron como maestras, puericulturas, sanitarias, trabajadoras sociales, milicianas… Mujeres Libres organizó numerosos festivales benéficos donde no faltaba la música, el teatro y la poesía. Las mujeres libertarias colaboraron con las Oficinas de Información y Propaganda de la CNT-FAI organizando programas de radio en la emisora confederal ECN 1 Barcelona, hablando en conferencias y participando en mítines como el celebrado 8 de marzo de 1937 en el “Mitin-Monstruo Pro-Emancipación de la Mujer”, que contó con la intervención de Federica Montseny, Victoria Kent, Anna Murià, Lucia Sánchez Saornil i Félix Martí Ibáñez. Mujeres Libres tenía entre sus objetivos la emancipación de la mujer de la triple esclavitud que estaba sometida: esclavitud de ignorancia, esclavitud de mujer y esclavitud de productora. La revista Mujeres Libres publicaba temas generales de la mujer, ideología, opinión política, cultura general, sexualidad, poesía, etc. Una gran parte de las mujeres de esta Agrupación libertaria eran poetas que publicaron sus versos en periódicos como CNT, Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad, Umbral, Mujeres Libres. Entre los poemas publicados destacan las Coplas de Mujeres Libres, letras satíricas que disponían de música para ser cantadas como “Alto la Revolución” o “El sambenito”. La poeta ultraísta Lucia Sánchez Saornil publicó poemas como “Romance de La Libertaria”, que hacía referencia a María Silva Cruz “La Libertaria”, asesinada, durante la insurrección anarquista de 1933 en Casas Viejas. Dedicó poemas también al “19 de Julio”, “Asturias”, “Durruti”, al Madrid heroico y fue la autora del himno de Mujeres Libres. Ferran Aisa es autor “La cultura anarquista a Catalunya”, Edicions de 1984, Barcelona, 2007. “Dinamita cerebral: cultura, literatura, arte y poesía anarquista”, Calúmnia, Serra de Tramontana (Mallorca), 2017). Ferran Aisa-Pàmpols Libre Pensamiento, núm. 104, otoño 2020

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