(Soli Extra Centenari CNT) |
La acción cultural del anarquismo ibérico
FERRAN AISA
El nacimiento de la cultura
obrera tiene sus raíces en las luchas obreras que sostuvo el proletariado desde
mucho antes de la fundación de la Primera Internacional. El despertar de una
consciencia de clase en medio de la revolución industrial fue básico para que
arraigase ésta cultura en amplias capas de la población. Con la revolución
industrial aparecieron dos clases antagónicas, la burguesía y el proletariado.
Los primeros ostentaban el dominio del Capital, mientras que los segundos sólo
podían vivir de la venta de su trabajo.
Mientras los burgueses se enriquecían, los trabajadores habían de conformarse
con las migajas de los beneficios que ellos con su esfuerzo habían generado.
El espíritu rebelde, emprendedor y progresista del
proletariado y por ende de la clase trabajadora motivó la creación de una
cultura emancipadora, que tuvo en el pensamiento libertario su principal fuente
de inspiración. La cultura libertaria aparecida paralelamente al
desenvolvimiento del movimiento social de cariz anarquista se basaba,
principalmente, en la inculcación en el individuo diversos aspectos de cariz
físico, intelectual i ético. El movimiento libertario organizado se preocupó
primero de enseñar a leer y a escribir a los obreros y campesinos, y luego a
ilustrarlos. El proletariado consciente e ilustrado era la base fundamental
para hacer la revolución y cambiar la sociedad.
La cultura libertaria,
aparecida en el siglo XIX, serà la “piedra filosofal”, nueva y reluciente, que
iba a cambiar de base el mundo. Ésta cultura basada en la ciencia y en la razón
era la chispa que anunciaba la aurora de una nueva sociedad libre, solidaria y
autogestionaria.
La cultura libertaria centraba
su discurso en la filosofía anarquista de la solidaridad, del federalismo y del
apoyo mutuo. La cultura libertaria desarrollaba su pedagogía didáctica a través
de temes de ordinario moral y regeneracionista, de acuerdo con las bases de la
educación racional y las leyes de la naturaleza. El anarquismo cultural buscaba
el perfeccionamiento humano y, por tanto, predicaba contra los vicios de la
sociedad capitalista i se mostraba contraria al uso del alcohol, el tabaco, la
prostitución, etc. Las campañas a favor de la igualdad de sexos, a favor de la
liberación de la mujer, el respeto a la tierra, la abolición de la explotación
salarial, la lucha contra las lacras de la sociedad forman parte de ésta
cultura emancipadora.
Las ideas autogestionarias de
acción directa, de apoyo mutuo y de solidaridad son presentes en tota forma de
educación libertaria. En todos los congresos obreros, desde el inicio de la
Primera Internacional, se discute sobre la forma de crear escuelas,
cooperativas, mutuas y centros culturales destinados a socorrer i ayudar a la
formación del proletariado. La filosofía
ética del anarquismo impregna de valores el mundo del trabajo y sobretodo la
vida cotidiana de las personas libres. La meta de la filosofía anarquista es la
consecución de una sociedad de hombres y mujeres libres. Una sociedad unida por
un pacto de armonía. Una sociedad autogestionaria sin
propiedad privada ni clases sociales. Una sociedad organizada de abajo a arriba a través de la democracia directa.
El desarrollo del movimiento
obrero traerá consigo la aparición en la península ibérica de toda ésta cultura
que centraba su fuerza en el espíritu emancipador. La herramienta que hará
servir para trabajar y extender la idea
y la cultura libertaria, se centrará sobretodo en la publicación de libros,
folletos, revistas y periódicos. Así como la creación de ateneos, escuelas,
cooperativas, mútuas, sindicatos…
La práctica libertaria en
asambleas, mítines y conferencias ayudará a crear éste espíritu crítico y
solidario. A través de la prensa se desarrollará el pensamiento libertario y,
por otra parte, se potenciará la propaganda por la imagen. Siguiendo la
prensa y la propaganda de esos años podemos ver como era la cultura de los
libertarios en el siglo XIX: Una cultura ligada al espíritu militante de una
generación de conciencias libres puesta al servicio de la emancipación humana.
Ésta cultura obrera impregnada de raíces ácratas fue capaz de desarrollar un
importante movimiento emancipador. Y a través de sus luchas, triunfos y
fracasos, el movimiento libertario ibérico fue levantando el espíritu rebelde
de las capas explotadas de la sociedad.
El florecimiento intelectual
dio sus frutos, una prueba de ésta capacidad son los debates de los dos certámenes
socialistas (Reus, 1885 i Barcelona, 1889) que organizó el anarquismo ibérico
para alborear su futuro y el de la clase trabajadora. Pero el anarquismo no sólo
se dirigía a los obreros o campesinos, sino también a las clases medias, entonces formadas
por artesanos, pequeños comerciantes, profesores, técnicos, etc. Así lo manifestaba la
convocatoria del Primer Certamen Socialista: <<…en vista del notable
movimiento obrero despertado desde hace algunos años y deseando contribuir al
desarrollo del mismo, poniendo a la vez de relieve la fuerza intelectual de
nuestra clase, en cuanto quepa, y aún de los hombres de clase media, ante la
nueva pacífica propaganda. Hasta ahora, las corporaciones han vendió celebrando
certámenes literarios, científicos o artísticos, que, si bien pueden contribuir
a la cultura general del país, no tienen un fin transcendental como el de
remover las cuestiones económicas. Para tratarlas científica y filosóficamente
en concurso público>>.
Si en el Certamen de Reus se
trató sobretodo de las cuestiones de organización y aspiraciones de la FTRE (Federación de Trabajadores de la
Regional Española), en el Certamen de Barcelona el debate fue más
transcendental al poner sobre la mesa la
cuestión ideológica y práctica de las diferencias entre el comunismo anárquico
y el colectivismo. Ricardo Mella, ponente de este debate, sobre éste tema
candente del anarquismo organizado manifestaba: <<De acuerdo, por tanto,
con los que han venido sustentando siempre los apóstoles del comunismo, digo:
la comunidad es una organización en la que todo es de todos; todos trabajan
para todos y halla cada uno la satisfacción de todas las necesidades en el
fondo común por todos formado; es aquella soñada organización en que la
igualdad más absoluta, la identidad más acabada es el principio, el medio y el
fin de todas las cosas; es, en fin, la preponderancia del Estado por el
sacrificio del individuo. (…) El colectivismo, en cambio, reconoce al individuo
un derecho absoluto a la percepción, a la apropiación del producto íntegro de
su trabajo, propiedad la más sagrada, la más respetable, pero también la más
desconocida por comunista e individualista a la par>>.
A
finales del siglo XIX, a consecuencia de los atentados individualistas, todo el
movimiento obrero y especialmente el anarquista vivirá la represión estatal.
Los libertarios de toda índole (pacifistas, intelectuales, sindicalistes, cooperativistes, etc.)
serán perseguidos por sus ideas… A pesar de ello, el anarquismo que había
calado muy fuerte entre las capas sociales más explotadas, no desaparecerá, al
contrario, con el nuevo siglo, reaparecerá con nuevo ímpetu. La cultura
libertaria se desarrollará profundamente en el fomento de las artes, la
literatura, el teatro, así como la divulgación de la ciencia, el naturismo, el
esperanto, la pedagogía, etc., todas éstas tendencias ayudarán a potenciar la
filosofía ácrata entre el proletariado ibérico. Las publicaciones como La Revista Blanca, Ética, Tierra y Libertad, Ciencia Social,
Solidaridad Obrera…, serán los vehículos que transmitirán el conocimiento libertario
al proletariado.
La
Escuela Moderna de Ferrer y Guardia servirá de modelo para la creación de las
escuelas racionalistas que se extenderán por Cataluña i por los diversos
pueblos de la península. El ateneísmo también vivirá momentos importantes con
la constitución de centros culturales destinados a promover el pensamiento
ácrata en amplias capas de la sociedad. El germen ácrata florecerá en
centenares de grupos de afinidad que serán la base del movimiento libertario
del primer tercio del siglo XX. El sindicalismo será otra de las bazas jugadas
por los anarquistas… Ello significará la potenciación de un fuerte movimiento
sindical abierto a los problemas obreros, que luchará tanto para conseguir mejoras inmediatas, como para
transformar la sociedad. Y todo ello teniendo como objetivo la idea de la
revolución social que permitiría la emancipación humana. Toda estas ideas
emancipadoras influirán definitivamente al proletariado y serán la base de la
filosofía cultural de la Confederación Nacional del Trabajo.
Ferran
Aisa (Publicat a Solidaridad Obrera, Núm. Extraordinari Centenari CNT, 2010).
Caro Ferran Aisa,
ResponderEliminarChamo-me Priscila Fernandes, sou uma artista portuguesa, de momento a realizar um projecto em Barcelona sobre La Escuela Moderna.
Foi Jordi Bonet que me sugeriu falar consigo.
Contacto-no na esperança de poder partilhar o projecto a que me dedico sobre a Escuela Moderna. Gostaria assim de o convidar para uma apresentação do meu projecto na Fundação Francisco Ferrer i Guardia, no próximo dia 28, pelas 7pm.
O evento será em Inglês. Segue aqui um pequeno sumário:
El Libro Perdido de Educación Artística de la Escuela Moderna
La Escuela Moderna (Barcelona, 1901), fundada por Francisco Ferrer i Guàrdia, ofrecía una educación gratuita, racional, secular, igualitaria y no coercitiva a niños y padres. La Escuela buscaba un cambio social radical en el que el objetivo no era adaptar al estudiante para encajar en la sociedad preexistente, sino inculcarle una visión critica respecto al medio.
Durante su residencia artística en BAR, Priscila Fernandes ha estudiado los entresijos de este característico programa. Desde el punto de vista de un artista, le parece curioso que en la Escuela Moderna no existía educación estética.
Interesada en crear debate sobre las practicas educativas actuales, al tiempo que reflexiona sobre el período en el que la concepción moderna de la educación apenas estaba en sus inicios, Priscila Fernandes trabaja actualmente en un libro - El Libro Perdido de Educación Artística de la Escuela Moderna – que traza un programa artístico siguiendo los ideales y objetivos de la Escuela Moderna.
El proceso, curiosidades y cuestiones podrán ser compartidas durante una conferencia de la artista que tendrá lugar en la Fundación Francisco Ferrer i Guàrdia, el 28 de mayo a las 19:00.*
La conferencia será en inglés. Entrada libre.
* Fundación Franscisco Ferrer i Guàrdia, Calle Avignó, 44 1er piso, 08002 Barcelona
Hola Priscila intentaré pasar el dia 28 por la FFG. Saludos.
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